Según el último informe publicado por el Ministerio de Hacienda de El Salvador, los ingresos tributarios experimentaron un crecimiento del 8.1% entre enero y noviembre de 2024.
Los datos revelan que el Tesoro salvadoreño recaudó más de $6,797.6 millones durante los primeros 10 meses del año, lo que representa un incremento de $511.8 millones en comparación con el mismo período de 2023, de acuerdo a un reporte periodístico de diario El Mundo.
Este aumento no sólo supera el desempeño del año anterior, sino que también sobrepasa las expectativas del gobierno.
El monto recaudado fue $351.2 millones (5.4 %) mayor a lo proyectado, ya que la meta del Ministerio de Hacienda para el período era de $6,446.5 millones.

Crecimiento de los ingresos corrientes
En términos de ingresos corrientes y contribuciones, el Ministerio de Hacienda reportó que superaron los $7,056 millones, un crecimiento de $483.2 millones (7.4%) en comparación con el 2023. De esta cifra, la carga tributaria representó el 96.3 % de los ingresos, lo que refleja la importancia de los impuestos en la financiación del Estado salvadoreño.

El IVA y el ISR impulsan los ingresos
El informe destaca que la principal fuente de ingresos tributarios proviene del Impuesto sobre el Valor Agregado (IVA) y el Impuesto sobre la Renta (ISR), los cuales juntos representan el 89.7 % de la recaudación tributaria.
El IVA, un impuesto aplicado al consumo, recaudó $3,192 millones hasta noviembre, un aumento de $290.2 millones (10 %) respecto a 2023, además de $189.3 millones (6.3 %) más que lo proyectado en el presupuesto. Por su parte, la recaudación por el ISR, que grava los ingresos de asalariados y las ganancias de las empresas, creció un 8.4%, alcanzando los $2,909.4 millones, con un incremento de $226.2 millones respecto al año anterior. En comparación con las expectativas del presupuesto, el ISR generó $120.4 millones adicionales (4.3 %).

El Salvador es sede del 11º Congreso de Geotermia para América Latina y el Caribe (GEOLAC 2024), un evento internacional que reúne a más de 200 instituciones y 15 países de la región para discutir el futuro de la energía renovable.
La elección de El Salvador para albergar el evento resalta los avances del país en el campo de la geotermia, una de las fuentes de energía renovable más prometedoras.
El Gobierno ha mostrado un compromiso con el desarrollo de recursos energéticos sostenibles, siendo la geotermia una de las principales apuestas.
El Salvador ha dado pasos significativos en este ámbito, aprovechando su potencial geotérmico para producir energía limpia, segura y sostenible.
El director de la Dirección General de Energía, Hidrocarburos y Minas de El Salvador (DGEHM), Daniel Álvarez, destacó que el GEOLAC 2024 representa una excelente oportunidad para compartir los avances logrados en el país y aprender de las experiencias de otros países. «Queremos seguir construyendo un futuro más verde y seguro para nuestra región», expresó Álvarez, quien preside la primera jornada del congreso.
Además, agregó que es un orgullo para El Salvador ser considerado un referente en el desarrollo de recursos renovables.

Participación internacional
El GEOLAC 2024 cuenta con la participación de expertos y representantes de países como Bolivia, Costa Rica y Colombia, quienes comparten el interés común de avanzar hacia un modelo energético más limpio y sostenible.
Este congreso también cuenta con el respaldo del Banco Mundial, que ha sido socio estratégico en el desarrollo de proyectos de geotermia en la región.

La gerente de país del Banco Mundial, Clarine Clert, resaltó la importancia de invertir en geotermia como una solución inteligente para la transición energética.
“La inversión en geotermia nos ayuda a avanzar hacia una transición energética libre de carbono, además de reducir el costo de la energía, lo que beneficia tanto a los hogares como a las empresas y al Estado”, señaló Clert.

Un congreso para el futuro
Uno de los principales objetivos del GEOLAC 2024 es facilitar la transformación de la región hacia un modelo energético más limpio, abordando temas clave como la seguridad alimentaria, el crecimiento industrial y la dinamización económica.
Los expertos discuten cómo las energías renovables, especialmente la geotermia, pueden jugar un papel fundamental en el desarrollo económico y social de América Latina y el Caribe.
Además de los conversatorios y mesas redondas, el congreso incluye una visita de campo a Ahuachapán, uno de los principales centros geotérmicos de El Salvador, donde los participantes podrán conocer de cerca cómo el país está utilizando este recurso natural para generar energía limpia.
La edición 2024 de GEOLAC es un reflejo del compromiso de El Salvador con la sostenibilidad y el desarrollo de soluciones energéticas innovadoras.
Con más de 200 instituciones públicas y privadas participando en el evento, el país continúa consolidándose como un líder regional en el uso de energía geotérmica, mientras refuerza su papel en la construcción de un futuro energético más limpio para América Latina y el Caribe

El Salvador dio un paso significativo hacia la promoción de su potencial turístico y la atracción de inversiones extranjeras con el lanzamiento de la Guía tourism doing business – invirtiendo en El Salvador, evento que se llevó a cabo este 4 de diciembre.
El acto reunió a figuras clave del sector, incluyendo al director regional para las Américas de la Organización Mundial del Turismo (ONU Turismo), Gustavo Santos, quien destacó la importancia de este proyecto para el desarrollo de la región.
“Es una enorme alegría para nosotros como ONU Turismo estar hoy en vuestro país. Estamos felices de ver este El Salvador, de poder recorrerlo, sentirlo y compartirlo”, expresó Santos, quien reafirmó el compromiso de la organización con el impulso del turismo en América Latina y el Caribe.
En su intervención, también subrayó la necesidad de más inversiones en la región: “Si algo necesita América Latina y el Caribe son inversiones, y en ese camino nos encontramos con los socios estratégicos ideales”.
La presentación de la guía fue complementada por las palabras de Natalia Bayona, directora ejecutiva de ONU Turismo, quien hizo hincapié en las oportunidades de inversión en El Salvador.
Bayona destacó la relevancia del sector turístico como un gran motor de empleo, especialmente para las mujeres jóvenes.
“El turismo es el gran sector que emplea a jóvenes mujeres, y en el sector público, este ejemplo de empoderamiento femenino es ejemplar, ya que más del 50% de las ministras son mujeres”, comentó.
Por su parte, el presidente ejecutivo del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), Sergio Díaz, destacó la rica biodiversidad de El Salvador, que lo convierte en un destino atractivo para los turistas y para los inversionistas.
“Este país posee una rica diversidad ecosistémica de volcanes, sistemas montañosos, bosques secos, tropicales y nubosos, manglares, bosques costeros y arrecifes de playas maravillosas”, expresó Díaz, resaltando los recursos naturales que posicionan a El Salvador como un atractivo para la inversión en infraestructura turística.
La ministra de Turismo de El Salvador, Morena Valdez, también compartió logros recientes, indicando que el país ha logrado avanzar significativamente en términos de seguridad y crecimiento turístico.
“Ahora El Salvador ya no está en el ranking de los países más violentos del mundo, sino que está entre los primeros cuatro que más están creciendo en el sector turístico a nivel global”, afirmó el titular del Ministerio de Turismo.

El mercado de inversiones mexicano se ha sacudido esta semana con una de las caídas empresariales más fuertes de su historia: Ricardo Salinas Pliego perdió en un solo día, el 2 de diciembre anterior, $5,500 millones por el desplome de las acciones de Grupo Elektra. Esa cantidad equivale al 60 % del Presupuesto General de la Nación de El Salvador de 2024.

Con esa cantidad, el gobierno salvadoreño podría haber construido 34 obras similares al periférico Gerardo Barrios, recién inaugurado en San Miguel, y es 4.2 veces el equivalente al acuerdo que el país busca ansiosamente con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La pérdida de Salinas Pliego, propietario además de TV Azteca, entre otras empresas, se debió al desplome en un 70 % de las acciones de Elektra. 

El millonario mexicano está ligado a El Salvador no sólo por haber tenido inversiones y presencia en el país precisamente con su firma “colapsada”, con su banco, Azteca, y su televisora, sino también porque a principios de septiembre pasado, Salinas Pliego lo visitó en un viaje de negocios. 

Este colapso financiero ha dejado al magnate, según la revista mexicana Proceso, fuera de la lista de los 500 hombres más ricos del mundo, cayendo al puesto 848, según el ranking de Forbes. 

La pérdida registrada en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) es histórica y es tema de titulares en diferentes medios del país norteamericano, como El Universal y Expansión mx, y en internacionales como El País de España y la Agencia Bloomberg, entre otros.

La caída de Elektra fue el resultado de una serie de medidas regulatorias y especulaciones que afectaron el valor de sus acciones, las cuales habían sido suspendidas en julio por una orden judicial. 

A pesar de los esfuerzos de los directivos de Grupo Elektra por contener el daño, el mercado reaccionó negativamente a la reactivación de la compraventa de acciones, provocando lo que la empresa calificó como un “daño irreparable”.

Según la versión de Salinas Pliego, la pérdida de valor de las acciones fue el resultado de una campaña de desprestigio orquestada por sus adversarios políticos, quienes, según él, habrían manipulado el mercado en su contra. 

En un mensaje desde su cuenta en redes sociales este miércoles, el empresario acusó directamente a Alfredo Navarrete Martí, jefe de la unidad de Banca, Valores y Ahorro de la Secretaría de Hacienda, de ser el responsable de lo que él calificó como un “desastre” para los pequeños inversionistas.

El futuro de Elektra y el impacto en la riqueza de Salinas Pliego

A pesar del severo golpe financiero, Salinas Pliego se mostró optimista respecto al futuro de su conglomerado. Aseguró que las empresas de Grupo Salinas, incluido Elektra, siguen siendo rentables y que los inversionistas deben mantener sus acciones, ya que los resultados a largo plazo seguirán siendo positivos.

Sin embargo, lo sucedido también plantea preguntas sobre la estabilidad de las empresas del grupo en el mercado bursátil mexicano, así como sobre el impacto de la intervención gubernamental en los mercados financieros. 

Por lo pronto, Ricardo Salinas Pliego, quien alguna vez fue considerado uno de los hombres más ricos de México y del mundo, deberá recuperar su fortuna, mientras enfrenta un panorama económico y político complicado.

César Addario Soljancic, vicepresidente de EXOR Estructuradores Financieros, nos ayuda a analizar los efectos que tendrá la nueva administración presidencial en Estados Unidos sobre la mayor economía del mundo.

La reciente victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre ha traído consigo una serie de expectativas en torno al futuro económico de Estados Unidos. Con un enfoque orientado hacia políticas de desregulación, recortes fiscales y promesas de infraestructura, los inversores y economistas observan de cerca cómo la nueva administración influirá en la actividad financiera y comercial del país. Conversamos con César Addario Soljancic, vicepresidente de EXOR Estructuradores Financieros, quien aporta una visión detallada de los efectos esperados en los mercados y la economía en general.

Respuesta inicial de los mercados

«Los mercados financieros reaccionaron con entusiasmo a la victoria de Trump, en gran parte debido a las políticas económicas que él mismo promovió durante su campaña», explica Addario.

Según él, el enfoque de la administración Trump hacia los recortes de impuestos y la desregulación «impulsará las ganancias corporativas y llevará a un aumento en los precios de las acciones, lo cual Wall Street recibe con optimismo».

La expectativa de un alivio en los costos regulatorios, sumado a un entorno favorable para la inversión, podría potenciar la competitividad de las empresas estadounidenses, lo que beneficiaría directamente a los accionistas.

Las acciones en Estados Unidos alcanzaron máximos históricos el miércoles 6, tras las elecciones presidenciales de 2024, que marcan el regreso de Trump cuatro años después de su salida de la Casa Blanca.

El Dow Jones, el S&P 500 y el Nasdaq Composite registraron nuevos récords, impulsados por las expectativas de menores impuestos, una menor regulación y una presidencia activa en temas como el mercado de valores y el dólar. No obstante, la posible imposición de nuevos aranceles podría traer consigo desafíos en forma de un mayor déficit e inflación. 

La victoria republicana generó un impulso en las llamadas «Trump trades», que elevaron considerablemente los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE. UU. Además, el Bitcoin alcanzó un máximo histórico superior a los $75,000, y el dólar registró su mayor alza porcentual en un solo día desde septiembre de 2022.

Políticas energéticas y consumo

Las tensiones geopolíticas en Oriente Medio y Ucrania también están en la mira de los inversores. Según Addario, la percepción general es que Trump gestionará los conflictos de una manera que estabilice los precios de la energía, principalmente el petróleo. «Esto ayuda a los inversores a proyectar un panorama de costos energéticos bajos, lo que también favorece la inflación y la actividad crediticia”, apunta el vicepresidente de EXOR.

Uno de los elementos clave del nuevo gobierno es la posibilidad de implementar nuevos recortes de impuestos. En su primer mandato, Trump llevó a cabo una reforma tributaria que benefició tanto a individuos como a corporaciones, aumentando el ingreso disponible para los consumidores.

«Los recortes de impuestos serían una medida que dinamizaría el gasto en bienes y servicios», señala Addario, quien considera esta estrategia como un factor clave en el incremento del consumo. 

Otro factor relevante es el fomento de la inversión mediante la desregulación en varios sectores. «Un entorno regulatorio menos restrictivo facilita la producción, lo que se traduce en precios más competitivos y, por ende, en un consumo más activo», indica el experto. Esta estrategia, además, podría crear empleos, reforzando el mercado laboral y generando una mayor estabilidad económica. “Cuando más personas cuentan con ingresos estables, el consumo también tiende a aumentar, reforzando un ciclo de crecimiento económico positivo”, concluye Addario.

Inversión en infraestructura: Un factor clave

La administración de Trump también podría generar un gran impulso en el gasto en infraestructura, un aspecto prioritario en su agenda de gobierno. La inversión en infraestructura no solo genera empleo, sino que también repercute en las economías locales al aumentar los ingresos en las comunidades. Addario subraya la importancia de esta política, que considera «esencial para lograr un crecimiento económico sostenible».

La creación de empleos bien remunerados y el aumento de la actividad económica local generarían un ambiente propicio para el desarrollo económico en distintas regiones del país.

La postura comercial de Trump, que se prevé incluya la renegociación de acuerdos y un enfoque proteccionista, también tendrá implicaciones importantes. Aunque estas medidas pueden proteger ciertos sectores de la competencia internacional, también existe el riesgo de encarecer las importaciones, afectando los precios de consumo. Addario explica que «aunque el proteccionismo favorece a la industria nacional, encarecer las importaciones puede limitar el acceso a bienes más asequibles para los consumidores y aumentar la inflación».

La política republicana tiende a ser menos favorable a los estímulos fiscales, una característica que podría reflejarse en recortes a programas de apoyo económico. Addario destaca que “estos recortes redirigirán fondos hacia otras áreas, como infraestructura, aunque esto significará menos apoyos directos a las familias”. La reducción de estímulos también podría restringir el crecimiento económico si se percibe una disminución en el gasto de los consumidores menos favorecidos.

La economía de Estados Unidos bajo la administración de Trump promete ser un escenario de importantes cambios estructurales, donde el enfoque en la inversión privada y la reducción de la carga fiscal serán decisivos para los próximos años. «Estamos en una etapa donde los ajustes y la adaptabilidad de los mercados jugarán un rol crucial,» concluye Addario.