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Santos Guerra Grijalba: Compromiso y ética en la búsqueda de la justicia
Conversamos con Santos Guerra Grijalba, destacado profesional en el ámbito jurídico y un ferviente defensor de los valores éticos en la justicia, uno de los aspirantes para la elección de 15 candidaturas a magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) dentro de la Federación de Asociaciones de Abogados de El Salvador (FEDAES).
Con una carrera destacada en el ámbito judicial y una amplia trayectoria como líder gremialista, Santos Guerra Grijalba se presenta como un candidato comprometido con la excelencia legal y la dignificación de la profesión jurídica en El Salvador. Actualmente, se desempeña como consejal propietario en el Consejo Nacional de la Judicatura.
A lo largo de su trayectoria, Santos ha demostrado un compromiso inquebrantable con la dignificación de la profesión legal, no solo a través de su labor en el ámbito penal y administrativo, sino también como fundador de la Asociación de Abogados Empleados Judiciales del Órgano Judicial (ABOJES), la cual se ha convertido en la mayor asociación de abogados del país.
En esta entrevista, exploraremos su perfil académico, sus áreas de especialización y los valores fundamentales que guían su labor. Además, Santos compartirá su visión sobre la dignificación de la profesión legal y el apoyo que ha recibido del gremio en su postulación para cargos de alto nivel.
Podría contarnos sobre su experiencia en el ámbito profesional y su participación en organizaciones profesionales.
Actualmente, soy consejal propietario en el Consejo Nacional de la Judicatura. Simultáneamente, la institución me ha designado como coordinador nacional ante la Cumbre Judicial Iberoamericana, una estructura de cooperación destinada a fortalecer los órganos judiciales de los 23 países miembros. He ejercido este cargo con mucho empeño, entusiasmo y dedicación, lo cual se refleja en la incorporación de nuestro país como agente experto en la construcción de proyectos relacionados con el uso de la inteligencia artificial en los órganos judiciales de estos países.
Esta experiencia se suma a mis 20 años como servidor judicial en el ámbito penal, donde desarrollé gradualmente diversos cargos en sedes judiciales, desde citador hasta secretario. Fue en ese rol donde observé la necesidad de crear unidad entre los profesionales del derecho para formar un ente organizado que velara por los intereses del gremio. Hace más de 20 años, de 13 mil empleados judiciales, el 80% eran abogados. Con mucha determinación y el apoyo de mis compañeros, fundamos la Asociación de Abogados Empleados Judiciales del Órgano Judicial (ABOJES), que hoy es la asociación de abogados más grande del país.
Quiero destacar que mis compañeros confiaron en mí para la primera presidencia de ABOJES, cargo que volví a desempeñar en el año 2020. Además, he sido galardonado en múltiples ocasiones por diversas organizaciones en reconocimiento a mi dedicación, compromiso y entrega gremial por más de 20 años. Entre los reconocimientos se incluyen el «Reconocimiento a la Dedicación, Compromiso y Entrega Gremial» y el «Reconocimiento al Sacrificio y Esmero e Invaluable Aporte a la Comunidad Jurídica» otorgado por ASAJELP. También fui reconocido como uno de los 45 abogados de mayor impacto y proyección en el ámbito jurídico salvadoreño por la revista Derecho y Negocios.
Como gremio, tuvimos un inicio difícil, pero nuestra determinación nos ha brindado frutos inimaginables y, gradualmente, fuimos ganando credibilidad. En mi caso particular, fue un honor y motivo de gratitud haber sido el abogado más votado en las elecciones organizadas por la FEDAES para el CNJ en 2021.
Hablemos del perfil académico y qué áreas de especialización ha desarrollado a lo largo de los años.
Siempre que hago alusión a mi perfil académico, inevitablemente me lleno de agradecimiento hacia mi familia, ya que gracias a sus esfuerzos pude convertirme en profesional. Mis padres ni siquiera alcanzaron la educación media, así que para mí, culminar mis estudios superiores, ejercer como abogado y fungir como servidor público es una forma de honrar esos sacrificios.
Soy licenciado en Ciencias Jurídicas, titulado por la Universidad Dr. José Matías Delgado. En la misma universidad, cursé una maestría en Derecho Administrativo, la cual me ha dotado de herramientas cruciales para el ejercicio de mis funciones. Además, cuento con un postítulo en Derecho Constitucional y certificaciones extranjeras en Jurisdicción Electoral por el Poder Judicial de España y Fundamentos de Criptomonedas por el Departamento de Justicia de Estados Unidos. También tengo una acreditación en formación de tutoría virtual por la Escuela de Capacitación Judicial en coordinación con el Centro Nacional de Registros.
Mis áreas de especialización son el derecho público, concretamente en los ámbitos del derecho constitucional y el derecho administrativo, como mencioné anteriormente. Por otro lado, mi trayectoria profesional en el órgano judicial también me ha proporcionado una importante experiencia en derecho penal, tanto en sus aspectos sustantivos como procedimentales.
¿Cuáles son los valores fundamentales que deben guiar a un magistrado en su labor?
Esta pregunta me llama mucho la atención, ya que la tendencia normalmente es enfocarse en las acreditaciones profesionales y académicas requeridas para estos funcionarios de alto nivel. No pretendo subestimar estos elementos esenciales, sino enfatizar la necesidad de integrar valores democráticos al decidir las causas sometidas a su conocimiento.
Dicho esto, sostengo que el conocimiento y las habilidades jurídicas deben estar impregnados de consideraciones éticas, especialmente aquellas relacionadas con la ética judicial, como el único mecanismo para satisfacer realmente los principios trazados por la institución y los intereses de la ciudadanía. El Estado Constitucional de Derecho ha fortalecido esta noción que planteo.
Apelando a estas ideas, quiero destacar algunos valores trascendentales. La honestidad, que posiciona al funcionario judicial como un órgano incorruptible, comprometido únicamente con los fines de un Estado Democrático de Derecho. La justicia, en su vertiente de prudencia, entendida no solo como la virtud de callar las cuestiones sometidas a juicio, sino como la actuación uniforme basada en una reflexión justa y objetiva que busca genuinamente la bondad, de manera mesurada, teniendo en cuenta que la decisión que emita afectará la esfera jurídica de una persona.
No quiero ser excluyente con mi respuesta, ya que la investidura de juez exige una simbiosis de valores fundamentales que demuestren la aptitud de hacer lo correcto y lo sensato.
En consonancia con lo anterior, ¿nos podría comentar cómo se ha manejado el tema de la posibilidad de existencia de un conflicto de intereses con relación a las etapas del procedimiento de selección que corresponden al CNJ y su postulación?
Estaba esperando esta pregunta, y me da mucho gusto responderla. Definitivamente, existe un conflicto de intereses, y estoy absolutamente convencido de que mi participación como agente decisor en el procedimiento pondría en disputa mis principios éticos e imparcialidad, así como la de mis compañeros miembros del Pleno, al ser sujetos sometidos al escrutinio público.
Por ello, quiero ser categórico en establecer que, desde el 16 de mayo del presente año, me separé por completo de todas las gestiones, controversias, diligencias y documentos relativos al procedimiento de selección de magistrados de la CSJ 2024 que corresponden al CNJ. Esto está documentado en el punto siete punto seis del acta de la sesión ordinaria número 19, sostenida el jueves 16 de mayo de este año.
Asimismo, quiero aprovechar este espacio para informar a toda la comunidad que actualmente me encuentro disfrutando de un permiso personal sin goce de sueldo por todo el periodo que comprende la campaña, el cual fue solicitado a la máxima autoridad el 4 de junio del presente año.
¿Qué mensaje le gustaría transmitir a los votantes sobre su compromiso con la dignificación de la profesión legal?
La dignificación de la profesión legal es un aspecto que merece ser analizado desde diferentes aristas. Tenemos la óptica del empleado judicial, la del colaborador judicial ad honorem, ya sea que se encuentre en modalidad de horas sociales, prácticas jurídicas o por méritos, y la del litigante. Lo más pertinente sería tener un acercamiento con representantes de estos grupos mencionados y construir de forma participativa soluciones que causen un impacto positivo y tangible en el ejercicio de la profesión.
En conclusión, mi propósito es que estas personas tengan la certeza de mi interés real por escucharlas y construir soluciones colaborativas que alcancen el bienestar de la comunidad jurídica. Indudablemente, la base del debate que se genere deberá ser la garantía de condiciones mínimas de respeto, tal como merece esta noble profesión.
Por último, ¿cómo ha sido el apoyo del gremio en su postulación?
Al hacer una recapitulación de estos 20 años como aficionado gremialista, me da mucha satisfacción saber que, como asociación, nos hemos apoyado mutuamente y concretado muchos proyectos de compañeros de ABOJES que ahora ostentan, o en su momento ostentaron, cargos de alto nivel. Definitivamente, existe un sentido de pertenencia entre los que conforman este proyecto. Los fundadores, sin darnos cuenta, hemos venido forjando nuestro camino. Todas aquellas veces que, con mucho esmero y solidaridad, pedíamos el voto para otro u otra, en realidad estábamos, por decirlo así, pidiendo nuestro voto futuro.
Una de las formas en que pude constatar esto, en mi caso particular, fue con la aceptación y apoyo de mi candidatura como consejal en el CNJ, siendo el más votado. No les voy a negar que durante todo ese periodo yo conversaba con Dios y le cuestionaba sobre retribuciones materiales para mí, tal vez esperando un reconocimiento mínimo de algunas personas, correlativas al trabajo que yo realizaba. Recordemos que yo trabajaba en Zacatecoluca, a más de 40 kilómetros de mi casa. Hoy, al llegar al funcionariado público, Dios me dio una respuesta a todas mis interrogantes y me mostró que lo fundamental en mi camino fue el trayecto, no la meta. Todas esas amistades y experiencias han sido fundamentales en mi carrera. Con certeza, puedo decir que Dios no hace cosas a medias; Él hace obras completas y yo soy un vivo ejemplo de ello.
De la misma forma me siento hoy. De hecho, fueron los compañeros del gremio quienes me motivaron a lanzar mi candidatura. Por otro lado, también me honra el hecho de que varios compañeros de otras organizaciones me han expresado su apoyo. Las insignias de muchos de ellos constan en el material publicitario que circula por las redes. Definitivamente, esto implica una exigencia personal bastante fuerte, pero hay que corresponder de forma adecuada a ese depósito de confianza del gremio hacia mí.