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Entrevista con Dafne Sánchez sobre su libro Derecho Administrativo – Edición #84
Recientemente, usted publicó un libro Derecho Administrativo, ¿cuándo comenzó a materializarse este proyecto?
Este libro comenzó hace aproximadamente un año nueve meses, desde que se estaba discutiendo esta normativa en la Asamblea Legislativa y más o menos se preveía que podía llegar a ser aprobada. Pensé que esta materia es complicada, tenemos poca tradición en Derecho Administrativa en El Salvador, incluso en las universidades se le ha comenzado a darle la importancia que tiene hasta hace unos 20 años. Por tanto, era lógico pensar que para la adecuada comprensión y aplicación de las leyes aprobadas el año anterior, era importante una base doctrinaria, algún texto que contuviera las bases indispensables para la compresión de las normativas.
¿Cómo fue el proceso de escritura del libro?
En primer lugar, me puse a pensar que en El Salvador no tenemos estructurada la historia de nuestro Derecho Administrativo. Cuando hay desconocimiento de la base de una disciplina, no se puede desarrollar conciencia ni en los ciudadanos ni en los funcionarios. Entonces hice un esfuerzo en analizar desde la constitución de 1824, cómo se comenzaba a analizar una jurisdicción contencioso administrativa y desde ahí comencé un desarrollo histórico hasta llegar a la normativa actual.
Así también, advertí la ausencia de un estudio, desde la base constitucional, que expusiera cuál es la base de nuestra administración pública, cuál es la base constitucional a la función administrativa. En el segundo capítulo se hace una exposición de la administración pública arrancando de una base constitucional.
¿Cuáles son sus expectativas para el libro?
Para responder a su pregunta, debo comenzar aclarando que el año pasado, en El Salvador, el Derecho Administrativo tuvo una reforma trascendental. Se dictaron tres leyes que permitirán un avance en el actuar de la administración pública salvadoreña.
Precisamente, se trata de una nueva Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, las Disposiciones Transitorias del Procedimiento Administrativo y del Régimen de la Administración Pública, y la Ley de Procedimientos Administrativos.
Espero que el libro ayude mucho en las universidades para el desarrollo de la materia de Derecho Administrativo, siendo un apoyo para los catedráticos y los estudiantes. Pero también, el objetivo es llevar un instrumento de estudio para los servidores públicos para que puedan captar de mejor manera el contenido de la normativa y puedan darle vida de mejor manera. En el país ha habido mucha ignorancia en la materia
El objetivo del libro es proporcionar una herramienta que ayude tanto a la administración pública como a los ciudadanos a comprender la normativa. Por eso es que he tratado que la manera de redactar sea lo suficientemente clara y accesible, para que no solo los estudiantes de derecho lo puedan comprender.
¿Qué aporte práctico tendrá el contenido del libro a la sociedad salvadoreña?
Este libro facilitará el acceso de los funcionarios y usuarios de la Administración pública en general, al contenido y beneficios que potencialmente trae la nueva normativa.
La emisión de leyes buenas e importantes, no acarrean los beneficios esperados solo con la mera adopción de las mismas. Es indispensable que tanto los servidores públicos como los ciudadanos las pongan en práctica, las hagan vida. Es importante la disposición de los servidores públicos a cumplir con los principios que rigen su actividad, así como con las obligaciones que les impone, por ejemplo, la Ley de Procedimientos Administrativos. Y por otra parte también es indispensable que la ciudadanía conozca el contenido y alcances de la normativa para que esté consciente de lo que debe esperar de la Administración pública y de lo que puede esperar y exigir de esta.
Por tanto, con el libro se constituye en una herramienta que permite alcanzar los objetivos antes mencionados. Una herramienta al alcance de servidores públicos y de ciudadanos en general.
¿Usted ejerce la docencia?
Sí. La verdad es que ejerzo la docencia desde los 17 años. La he ejercido a nivel universitario, primero como instructora, siendo estudiante, colaboré con materias de Derecho Civil y con Derecho Constitucional. Luego se me asignó la cátedra de Instituciones de Derecho Civil III, y Código Civil III, en la Universidad Dr. José Matías Delgado. Después, al llegar como colaboradora a la Sala de lo Contencioso Administrativo, comencé a profundizar en el estudio del Derecho Administrativo, y así fue como a partir de 1994 comencé a ejercer la docencia enseñando esta rama del Derecho en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas
También me he desempeñado como profesora de Derecho Administrativo en la Escuela Judicial y, a nivel de maestría, en la Universidad de El Salvador. En la Escuela de Capacitación Judicial también me desempeñé como profesora de Derecho Constitucional.
¿Qué ha significado para usted el ejercicio de la docencia?
La docencia ha sido una de las áreas del ejercicio de mi profesión que me ha propiciado más satisfacción. El intercambiar ideas con las nuevas generaciones rejuvenece, no solo en conocimientos, sino también el espíritu y el entusiasmo.
También es muy satisfactorio el sentir que se está contribuyendo a que las nuevas generaciones adquieran nuevos conocimientos y estén mejor preparados para afrontar la vida, para ayudar a los demás y para contribuir a que este mundo sea cada vez mejor.
¿Qué proyectos siguen para la Dra. Dafne Sánchez?
Con la experiencia de este libro he comprendido el aporte que se puede dar al país. Espero continuar escribiendo, actualizar el libro dentro de poco, espero seguir publicando. Ya tengo otros libros casi terminados, uno de ellos es el que constituyó mi tesis doctoral que recoge todo el estatus constitucional del poder judicial en El Salvador y también estamos organizando un grupo de académicos para seguir realizando publicaciones sobre la materia.