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Cinco tendencias que trazarán la ruta de Latinoamérica en los próximos años

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Las tendencias sociales en el mundo se han visto afectadas innumerables veces por factores que no son ajenos a los ciudadanos y que hacen parte del día a día de la población mundial. La pandemia por el COVID-19, la crisis y recesión económica, además de diversas acciones regulatorias, cambian permanentemente el curso político, social y económico de regiones como América Latina, dibujando un nuevo panorama que debe ser tomado en cuenta por sus habitantes para fortalecer la búsqueda de su bienestar y el de sus familias.

Bajo esta realidad, Suramericana, a través de su Observatorio de Tendencias y Riesgos, analiza constantemente el entorno latinoamericano para ofrecer herramientas que permitan conocer los eventos disruptivos que tienen mayor incidencia para la región, con el propósito de anticiparse y visibilizar las nuevas oportunidades y riesgos que se puedan presentar en los próximos años. En su último informe de Tendencias 2022 para América Latina, la compañía identificó los siguientes cinco:

1) Reducción de la clase media y aumento de la pobreza en América Latina y el Caribe

De acuerdo con datos del Banco Mundial, la pandemia por el COVID-19 llevó, en 2020, a que 4.7 millones de personas, pertenecientes a la clase media en América Latina y el Caribe, pasarán a la vulnerabilidad o a la pobreza. La propagación del virus generó una disminución considerable del poder adquisitivo de los habitantes en los últimos dos años, profundizando una serie de desigualdades estructurales que se reflejan en los altos niveles de informalidad y desprotección social.

Según un informe elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la crisis derivada por la pandemia supondrá en Latinoamérica un retroceso de 12 años en términos de pobreza y 20 años en términos de pobreza extrema. De manera complementaria, la OIT destaca de manera preocupante cómo la recuperación parcial del empleo ha estado liderada por el crecimiento del empleo informal, donde este tipo de ocupación representa el 70% o más de la creación neta de puestos de trabajo en varios países de la región.

Adicionalmente, el consumo interno es uno de los principales determinantes del crecimiento económico y, al verse expuesto a diferentes eventos disruptivos, que se han presentado entre 2020 y 2022, se espera se evidencien retos importantes en cuanto a su dinamismo, principalmente por la disminución del poder adquisitivo en la región.

Para mitigar este fenómeno, de acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), son urgentes políticas que promuevan la formalización de la economía, masifiquen y mejoren la equidad de los sistemas de seguridad social y pensional, generen sostenibilidad financiera de la educación y de la salud y transformen las instituciones para hacerlas más eficientes.

2) Transición hacia una economía verde

Esta tendencia es y será una de las grandes protagonistas durante los próximos años. Alineados con el Pacto Global de Naciones Unidas y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), los países latinoamericanos y su sector empresarial vienen acelerando su transición hacia una economía verde y sostenible, enfocada en proteger el medioambiente y las comunidades que lo conforman.

Estudios de la Comisión Global de Economía y Clima indican que una acción climática audaz y efectiva podría generar al menos USD 26 billones en beneficios económicos acumulados hasta 2030.  Datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) arrojan que, para 2030, la descarbonización de la economía puede generar 15 millones de empleos netos e impulsar un crecimiento económico de más del 1% anual.

Esta visión sin duda trae retos importantes para el sector empresarial, asociados a la transformación de sus procesos. Las medidas pueden implicar cambios sustanciales en sus estrategias de negocio, pero se convierten en oportunidades para el desarrollo de nuevas tecnologías que contribuyan a la continuidad y sostenibilidad de las empresas.

Con esto, la emisión de bonos verdes y la participación en mercados de compensación de carbono incrementarán exponencialmente en los próximos años. El BID espera que Latinoamérica y el Caribe multipliquen por cuatro su cuota en el mercado global de bonos verdes en 2024, del 2% actual al 8%.

3) Transformación de los intereses geopolíticos

Eventos globales como la pandemia por el COVID -19, el conflicto entre Ucrania y Rusia y, en general, los cambios en las condiciones ambientales, desarrollos tecnológicos y la globalización económica, social, cultural y política, vienen transformado el entorno, propiciando el surgimiento de nuevos activos estratégicos para las naciones, modificando, en consecuencia, el sistema de alianzas internacionales.

Para Juanita Gomez Loaiza, Gerente de modelación de tendencias y riesgos corporativos de Seguros SURA, el crecimiento mundial en movilidad eléctrica y la necesidad constante de información y conectividad “implica una mayor demanda de celulares, tabletas y vehículos eléctricos, cuyas baterías se fabrican con litio, materia prima abundante en América Latina, especialmente en Chile, Argentina y Bolivia (el llamado “triángulo del litio”), así como México”. Según el Instituto Geológico de Estados Unidos se encuentra hasta el 67% de las reservas mundiales de este valioso mineral. La Agencia Internacional de Energía estima que para 2040 la demanda de litio aumentará 42 veces.

La UNCTAD estima que a raíz de la pandemia por el COVID – 19 las organizaciones se enfocarán más en la continuidad y resiliencia de sus cadenas logísticas, estudiando y acelerando procesos de “reshoring” y “nearshoring”, impulsados también por el aumento de los costos de producción en China, superiores incluso que los de algunos países de América Latina como México. La cercanía con los grandes mercados en Estados Unidos o Europa, a la par de los costos de producción competitivos y personal calificado, hace que la región sea más atractiva para la inversión. Sin embargo, para Gomez Loaiza, “aún quedan importantes brechas en la capacidad de la infraestructura regional que deberán ser abordadas para mejorar la competitividad”.

4) Dilución de fronteras en la era digital

La cuarta revolución industrial, la velocidad del cambio y las nuevas expectativas, llevan a que las empresas se transformen permanentemente y se arriesguen a incursionar en campos que trascienden su actuación tradicional, traspasando las barreras de su sector económico a través del desarrollo de nuevos modelos de negocio.

En América Latina, esta transformación ha sido lenta respecto a otros competidores internacionales, pero se espera se intensifique en los próximos años para mantener la competitividad de la región. Algunos ejemplos que demuestran esta tendencia son la relación creciente entre industrias como: salud y la de alimentos; generación/transmisión de energía con los electrodomésticos y el mundo del deporte con los seguros, entre otros.

Según un reporte de la firma EY, el 57% de las empresas de América Latina ha aumentado sus inversiones en transformación digital. Las industrias que más lo hicieron son: pesca, salud, manufactura, logística y transporte, educación, consumo y retail, banca y seguros y automotriz.

En 2020, a pesar de la disrupción de la pandemia, América Latina fue una de las regiones que más creció en número usuarios de banda ancha y, si se suma el hecho de que en los últimos 2 años la región también ha sido protagonista en las rondas de fondeo de capital para startups con una participación de aproximadamente 40%, es posible concluir que hay todavía mucho potencial en la región. “Este potencial se concentra inicialmente en grandes economías como Argentina, Brasil y México, pero algunos países pequeños como Uruguay se destacan por ser uno de los que más exporta servicios de software por persona”, explica la Gerente de modelación de tendencias y riesgos corporativos.

El atractivo de la región es indiscutible e incluso fue foco recientemente por la primera inversión que realizó Jeff Bezos en Sudamérica a través de NotCo, unicornio chileno que utiliza un algoritmo para encontrar combinaciones de plantas que permitan replicar alimentos de origen animal haciéndolos más sustentables.

En paralelo, un estudio reciente publicado por el Mastercard Economics Institute, ‘Recovery Insights: Small Business Reset’, sugiere que, durante la pandemia, el número de pequeñas y grandes empresas que se digitalizaron en América Latina por primera vez superó el 200% en 2020, y la consolidación de esta tendencia continuó en 2021.

5) La globalización y sus riesgos asociados

Teniendo en cuenta que, los efectos del comportamiento económico de un país o empresa multinacional, los ataques cibernéticos, los efectos del cambio climático, la desigualdad social y los movimientos de inconformidad, traspasan fronteras, se hace cada vez más relevante entender las señales del entorno internacional.

En esta oportunidad, Gomez Loaiza comparte que, con las disrupciones globales de los últimos años, asociadas principalmente a la pandemia y al conflicto entre Rusia y Ucrania, “se evidencia la interdependencia que continúa habiendo entre países cuando se trata de comercio internacional y las diferentes repercusiones que esto puede tener en otras variables económicas”.

La crisis de cadena de abastecimiento, originada principalmente por la recuperación asimétrica a nivel global, ya venía ocasionando desviaciones en el desempeño económico esperado de la región para 2022. “El fenómeno de presión inflacionaria empezó a ser un común denominador a nivel mundial y en América Latina países como Brasil, Chile, Colombia y México presentaron variaciones anuales de precios por encima de 7% a febrero 2022. Niveles muy por encima de los objetivos de política monetaria de los bancos centrales”, detalla la Gerenta.

Adicionalmente, el conflicto entre Rusia y Ucrania trae consecuencias económicas y financieras que se podrían empezar a reflejar en el deterioro en la percepción de riesgo y una mayor presión inflacionaria que lleve a una posible desaceleración económica por las medidas que haya que tomar para mitigar dicha aceleración.

A pesar de no ser Rusia un actor relevante como socio comercial de la región (según datos de Trade Map a 2020 en general las exportaciones o importaciones representan menos del 2% del valor total de las mismas), los efectos colaterales de la guerra van a generar impactos en las economías regionales, dado que las sanciones a Rusia están teniendo consecuencias en la cotización de precios internacionales de materias primas y en las cadenas de abastecimiento, lo cual se trasladaría en mayor costo de bienes y servicios asociados al sector alimentos y energía.

En este sentido, Suramericana destaca el riesgo de pérdida de poder adquisitivo en la región en los próximos años, lo cual puede transformarse en un aumento de descontento social. Según FocusEconomics y JP Morgan, las expectativas de inflación para el cierre de 2022 han aumentado para algunos países como Chile y Colombia en más de 100 puntos básicos, con respecto a las proyecciones que se tenían en enero.

Otro de los aspectos que destacó Suramericana a tener en cuenta en los próximos años, se encuentra relacionado con los altos flujos migratorios que se presentan en la región, desde aquellos migrantes europeos que buscan una calidad de vida superior y más accesible, hasta los migrantes que, por desconfianza gubernamental y por falta de oportunidades, se movilizan hacia otras naciones latinoamericanas o hacia EE.UU y Canadá.

Un estudio realizado por la agencia de comunicación Edelman en el Edelman Trust Barometer 2021 reportó una caída en la confianza que tienen los ciudadanos latinos al accionar de las ONG, empresas, Gobierno y medios de comunicación. Según la investigación, ninguno de los países en estudio, entre ellos México, Argentina, Colombia y Brasil, obtuvo un índice de confianza (con más de 60 puntos) ni registró una mejora frente al 2020.

Paralelamente, dentro del gran descontento social, las empresas son las instituciones con mayor confianza entre los latinoamericanos. En Colombia, Brasil y México son las únicas que generan confianza en comparación con los Gobiernos, las ONG y los medios. En la misma línea, un estudio pergeñado por CCK Centroamérica que midió la confianza en 2019, previo a la pandemia, señaló que un 48 % de los salvadoreños no confiaba en ninguna institución. El porcentaje de desconfianza fue mayor en personas entre los 35 y 44 años de edad.

En este marco, Suramericana destaca una oportunidad de suma importancia para la región: su mano de obra calificada y sus costos competitivos, que permiten fortalecer la industria tecnológica y llevar a desarrollos de unicornios de talla mundial como Mercado Libre y Rappi.  Datos de un estudio elaborado por ALLVP indican que más de 85 empresas en la región tienen valuaciones superiores a los USD 100 millones, las cuales tienen potencial para convertirse en los próximos unicornios de la región.

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Semana Santa proyecta ingresos por $100 millones para El Salvador impulsados por el turismo regional

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El Salvador se prepara para una Semana Santa con fuerte dinamismo económico, impulsado por la llegada de más de 135,000 turistas internacionales entre el 13 y el 20 de abril, según proyecciones del Ministerio de Turismo (Mitur). Las autoridades prevén que el movimiento turístico generará ingresos superiores a los $100 millones para la economía salvadoreña.

Morena Valdez, ministra de Turismo, destacó que el 65 % de los visitantes procederán de países vecinos, siendo Guatemala y Honduras los principales emisores. En detalle, el 36 % de los turistas provendrá de Guatemala y un 21 % de Honduras, mientras que un 29 % llegará desde Estados Unidos, donde reside la mayor parte de la diáspora salvadoreña.

“Tenemos muy alta expectativa este año, ya que hemos tenido varias buenas noticias en este primer trimestre”, expresó Valdez, haciendo referencia a la reciente mejora en la calificación de riesgo del país por parte del Departamento de Estado de Estados Unidos, que bajó su alerta de viaje a nivel 1, en respuesta a la disminución de la violencia.

Las autoridades consideran que este panorama más seguro ha incentivado no sólo a los salvadoreños en el exterior a regresar durante el feriado, sino también a ciudadanos estadounidenses y de otras nacionalidades a explorar el país.

No obstante, la movilidad turística también se da en dirección contraria. Muchos salvadoreños optan por vacacionar en Guatemala, atraídos por una oferta turística diversa y precios más accesibles. El Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat) estimó que más de 160,000 turistas internacionales ingresarán a ese país durante el feriado, en su mayoría provenientes de El Salvador.

En 2024, Guatemala recibió a más de 3 millones de turistas internacionales, de los cuales 1.38 millones eran salvadoreños, representando un 47 % del total. Por su parte, El Salvador cerró el año con la llegada de 3.8 millones de visitantes, incluyendo a más de 826,000 guatemaltecos, lo que equivale a un 16 % del total de ingresos turísticos.

La proyección para esta Semana Santa refuerza el papel del turismo como motor clave para la economía salvadoreña, y destaca la creciente integración regional en el movimiento de visitantes durante temporadas altas.

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El nuevo arancel de Trump golpea a Apple: fabricar un iPhone ya cuesta 300 dólares más

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La reciente decisión del expresidente Donald Trump de imponer un arancel del 104% a todos los productos importados desde China ha sacudido con fuerza al gigante tecnológico Apple. La medida, que busca proteger la industria estadounidense, ya ha tenido consecuencias directas: el coste de producción de un iPhone se ha disparado en más de 300 dólares.

Apple, que fabrica la mayoría de sus dispositivos en China, se ve ahora obligada a enfrentar un sobrecoste que afecta directamente a su producto estrella: el iPhone. El modelo iPhone 16 Pro Max, por ejemplo, pasaría de costar 550 dólares en producción a unos 850 dólares, según cifras publicadas por The Wall Street Journal.

Este incremento podría trasladarse a los consumidores. Un informe de Rosenblatt Securities, recogido por Reuters, señala que los precios del iPhone podrían aumentar hasta un 43%. Así, el modelo más caro —el iPhone 16 Pro Max de 1 terabyte— pasaría de 1.599 a casi 2.300 dólares en Estados Unidos.

En Europa, especialmente en países como España, el impacto también podría sentirse, aunque de forma distinta por los ya elevados precios base: el mismo modelo ya cuesta en torno a los 1.969 euros.

Las repercusiones no se han hecho esperar. Apple ha perdido cerca de un 23% de su valor bursátil desde que se anunciaron los aranceles, lo que equivale a más de 300.000 millones de dólares evaporados. La caída ha permitido que Microsoft recupere el primer lugar como la compañía con mayor capitalización del mundo.

Ante la emergencia, Apple ha reaccionado con rapidez: fletó cinco aviones con iPhones ensamblados en India para abastecer el mercado estadounidense antes de la entrada en vigor del arancel. Sin embargo, esta solución es temporal y costosa. Además, los productos procedentes de India y Vietnam también han sido alcanzados por nuevos aranceles del 27% y 46%, respectivamente.

La tensión comercial ha resucitado un viejo debate: ¿por qué Apple no fabrica en EE.UU.? La respuesta, según los propios fundadores y ejecutivos de la empresa, es simple: no existe en el país la infraestructura ni el volumen de ingenieros cualificados necesarios. China sigue ofreciendo ventajas en costes, velocidad y capacidad técnica que hoy no pueden replicarse en suelo estadounidense.

Con el mercado global en alerta, las decisiones políticas vuelven a poner en jaque a la industria tecnológica. Y mientras se redefinen las reglas del juego comercial, los consumidores podrían ser los primeros en pagar el precio.

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Trump anuncia pausa de 90 días en aranceles a países que no tomaron represalias comerciales contra EE. UU.

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, comunicó este miércoles una suspensión temporal de 90 días en la aplicación de aranceles a aquellos países que no han respondido con medidas comerciales en contra de su estrategia arancelaria y han buscado una solución negociada. La decisión fue anunciada a través de su cuenta en la red social Truth Social.

Trump detalló que más de 75 naciones han mostrado interés en dialogar con Washington y no han tomado represalias contra Estados Unidos, lo que motivó su decisión de implementar una pausa en los gravámenes. «He autorizado una pausa de 90 días y una reducción significativa de los aranceles recíprocos durante este periodo, del 10 %, con efecto inmediato», expresó el mandatario.

Sin embargo, la relación con China se endurece aún más. El presidente ordenó el aumento inmediato de los aranceles al 125 % sobre ciertos productos chinos, alegando que Pekín actuó de manera «despectiva» al imponer sus propios gravámenes en respuesta a las políticas comerciales de Washington.

En tono provocador, Trump también hizo referencia a la situación con los países que han intentado negociar una solución a los aranceles. «Estos países nos están llamando. Me están besando el trasero. Se mueren por llegar a un acuerdo», comentó ante el Comité Republicano.

La guerra comercial de Trump alcanzó una nueva escalada la semana pasada con la imposición de un arancel del 10 % a casi todos los países del mundo, con incrementos adicionales para naciones y bloques como la Unión Europea, cuyos gravámenes alcanzan el 20 %. El arancel del 10 % comenzó a aplicarse el sábado pasado, y las tarifas adicionales fueron implementadas este miércoles.

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El Salvador se consolida como destino más atractivo para estadounidenses, dice ministra de Turismo

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El Salvador ha sido designado por el gobierno de los Estados Unidos como el país más seguro para viajar en Centroamérica, al pasar su alerta de viaje del nivel 2 al nivel 1. Esta medida representa un impulso significativo para el turismo salvadoreño, ya que se espera un aumento en la llegada de viajeros norteamericanos al país.

Morena Valdez, ministra de Turismo de El Salvador, celebró el cambio en la alerta y destacó que este avance podría resultar en un incremento importante de visitantes provenientes de Estados Unidos, lo que sería beneficioso para la economía del país. “La decisión del gobierno estadounidense refleja los esfuerzos que hemos realizado para mejorar la seguridad y ofrecer un ambiente turístico confiable. 

Este cambio no solo atraerá más turistas, sino que también fortalecerá la imagen de El Salvador como un destino seguro y acogedor”, señaló la ministra en una entrevista en radio KL.

Además del cambio en la alerta de viaje, Valdez destacó que el país enfrenta tres grandes retos para continuar fortaleciendo sus áreas de interés turístico. Estos retos incluyen mejorar la infraestructura turística, garantizar la sostenibilidad de los destinos y seguir promoviendo una mayor participación del sector empresarial en el desarrollo del turismo.

Uno de los principales destinos que está viendo un crecimiento en la oferta turística es el Puerto de La Libertad, que se está posicionando como un punto clave para el turismo tanto nacional como internacional. La variedad gastronómica y las actividades recreativas están atrayendo a más turistas, especialmente con la proximidad de las vacaciones de Semana Santa. 

“El Puerto de La Libertad es uno de nuestros principales atractivos. Tenemos una gran variedad de opciones para los turistas, lo que lo convierte en un destino perfecto para pasar unas vacaciones, ya sean locales o internacionales”, agregó la titular del Ministerio de Turismo.

El Salvador también sigue avanzando en proyectos de infraestructura turística, con la implementación de una operación de préstamo de $106 millones con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). 

Con estos fondos, se llevarán a cabo varias obras en el litoral salvadoreño, incluidas las cinco torres para guardavidas, lo que refuerza la seguridad de los visitantes en las playas del país.

Asimismo, el país está trabajando en iniciativas para mejorar la sostenibilidad ambiental, tales como el tratamiento de aguas residuales y la reforestación de manglares. 

Estos esfuerzos se realizan en conjunto con el sector empresarial, con el objetivo de asegurar que el crecimiento del turismo sea compatible con la preservación del medio ambiente.

El cambio en la alerta de viaje emitida por Estados Unidos es un hito importante para El Salvador, pues subraya el progreso del país en materia de seguridad y desarrollo turístico. 

Con este respaldo internacional, El Salvador está en una posición privilegiada para atraer más turistas y consolidarse como un destino de referencia en Centroamérica. 

La semana pasada el gobierno inauguró Surf City 2, que incluye una franja de playa en el oriente del país y que se perfila como un potencial turístico importante que impactará significativamente en esa región.

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Impacto de una posible recesión en EE. UU. sobre la economía de El Salvador: ¿Cómo podría enfrentar el país este desafío?

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La posibilidad de que Estados Unidos entre en recesión podría tener repercusiones significativas para la economía salvadoreña, aunque también existen escenarios que podrían mitigar los efectos negativos. 

Según economistas locales, las áreas más vulnerables serían las remesas, el empleo y las exportaciones, pero no todo está predeterminado: la manera en que El Salvador se adapte y ajuste sus políticas podría determinar en gran medida el alcance de los daños.

Uno de los sectores que más podría sentir el impacto es el laboral. En particular, las empresas dedicadas a las exportaciones enfrentarían el desafío de una posible caída en la demanda externa. Rommel Rodríguez, coordinador del Área de Macroeconomía y Desarrollo de la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde), destaca que una desaceleración en el comercio exterior podría llevar a muchas compañías a reducir su personal, especialmente aquellas vinculadas con mercados internacionales. No obstante, el mismo Rodríguez también señala que las empresas salvadoreñas, al ser resilientes y tener una estructura de costos adaptada a situaciones cambiantes, podrían tomar medidas para minimizar despidos, optimizando procesos o diversificando mercados.

El impacto sobre las remesas, otro pilar económico crucial para El Salvador, también es un punto clave. 

Óscar Cabrera, expresidente del Banco Central de Reserva (BCR), apunta que si la recesión en Estados Unidos afecta el empleo allí, los flujos de remesas hacia El Salvador podrían reducirse. 

Sin embargo, otros analistas sugieren que la sólida red de la diáspora salvadoreña, con sus canales de apoyo a las familias, podría encontrar maneras de mitigar cualquier disminución temporal, ayudando a mantener la estabilidad de las remesas en el largo plazo.

En cuanto a las exportaciones, El Salvador ya ha experimentado una desaceleración en los últimos años. Según datos del BCR, en 2023 las exportaciones cayeron un 8.7%, y la tendencia continuó en 2024 con una disminución del 0.8%. Ante una posible recesión estadounidense, el riesgo de que esta tendencia se profundice es una preocupación, sobre todo para productos enfrentados a aranceles más altos. No obstante, la diversificación de los destinos de las exportaciones, y el creciente interés de países de otras regiones por los productos salvadoreños, podría suavizar la caída en los envíos.

Por otro lado, la reciente política arancelaria de Estados Unidos, que aumentó los costos de importación, podría generar presiones inflacionarias dentro del país, afectando tanto a empresas como consumidores. No obstante, muchos economistas aseguran que la economía salvadoreña está mejor preparada que en el pasado para afrontar este tipo de situaciones, dado el fortalecimiento de las políticas fiscales y el impulso hacia la diversificación de su economía.

Además, aunque la inversión extranjera en El Salvador ha disminuido ligeramente en los últimos años, alcanzando los 113.38 millones de dólares en 2024, existen oportunidades para que el país atraiga más capital, especialmente si logra posicionarse como un socio estratégico para empresas que buscan alternativas a la incertidumbre económica global.

En este escenario de incertidumbre, el presidente de Fudecen, Carlos Acevedo, advierte que, de materializarse la recesión, el país podría enfrentar una desaceleración económica alrededor de seis meses después que Estados Unidos. 

Sin embargo, este periodo de tiempo podría ofrecer una ventana para que El Salvador adopte políticas económicas y sociales que ayuden a minimizar los impactos negativos y aprovechar las oportunidades que surjan.

En conclusión, aunque la recesión en Estados Unidos es un escenario que plantea varios desafíos para la economía de El Salvador, también abre una oportunidad para que el país refuerce sus lazos comerciales con otras regiones, fomente la diversificación de su economía y continúe fortaleciendo su resiliencia frente a fluctuaciones económicas globales.

Encontrar oportunidades, insiste Choussy

El economista y expresidente del Banco Central de Reserva (BCR), Mauricio Choussy, aseguró que El Salvador puede aprovechar la guerra comercial impulsada por los aranceles impuestos por el presidente Donald Trump. 

Aunque el país se enfrenta a un arancel del 10 % sobre sus productos, esta tasa resulta más competitiva en comparación con los aranceles mucho más altos aplicados a otros competidores en sectores clave como el textil, como Bangladesh, Vietnam, India y Pakistán. 

Choussy destacó que esta diferencia podría favorecer a la industria maquilera salvadoreña y atraer inversiones de países afectados por tarifas más elevadas, generando nuevas oportunidades comerciales para El Salvador.

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