El grupo turco Yilport Holding inició oficialmente las operaciones en los puertos de Acajutla y La Unión, con una inversión prevista de $1,615 millones que se ejecutará a lo largo de los próximos 50 años. 

El acuerdo fue formalizado este lunes, cuando se activó la sociedad de economía mixta que incluye, además de Yilport, a la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA).

A través de sus redes sociales, CEPA celebró el traspaso de las terminales marítimas, que forman parte de un ambicioso proyecto de modernización de Acajutla, en Sonsonate, y la puesta en marcha del puerto de La Unión. 

“Hoy damos inicio a las operaciones de la Unión Portuaria del Pacífico, un avance clave que nos permitirá contar con un sistema portuario eficiente, sostenible y competitivo a nivel global», indicó la institución en su publicación.

El gobierno de El Salvador, por su parte, reiteró su compromiso de trabajar de manera conjunta con Yilport para asegurar el buen funcionamiento de ambas terminales y garantizar el crecimiento y la sostenibilidad del sistema portuario del país. 

La CEPA confía en que este esfuerzo contribuirá significativamente a mejorar la competitividad económica y a posicionar a El Salvador como un actor clave en el comercio internacional.

Inversión y desarrollo en infraestructura 

La sociedad de economía mixta, que no pasó por licitación debido a su estructura particular, se enmarca dentro de la estrategia de la Unión Portuaria del Pacífico, que incluye los puertos de Acajutla y La Unión. 

En este modelo, tanto CEPA como Yilport tendrán voz y voto en las decisiones estratégicas de la operación.

En agosto de este año, el presidente de la CEPA, Federico Anliker, explicó que la entidad gubernamental mantendrá un 20 % de participación en la junta directiva, lo que le otorgará derechos de voto y supervisión en las principales decisiones operativas, con el fin de evitar posibles abusos y garantizar la transparencia.

La inversión total de $1,615 millones se dividirá en varias fases. En la primera, se destinarán $50 millones a la rehabilitación de la infraestructura más urgente en Acajutla, como el frente de atraque del muelle y la compra de equipos de carga. En la segunda fase, se invertirán $659 millones en la construcción de un nuevo muelle y mejoras adicionales en la infraestructura de Acajutla, mientras que $75 millones serán dirigidos a la modernización del puerto de La Unión, con proyectos como el dragado del puerto y la adquisición de grúas.

Finalmente, en la tercera fase se prevé una inversión de $906 millones para la construcción de un segundo muelle en Acajutla, la compra de nuevos equipos, la creación de un nuevo patio de contenedores, y el desarrollo de tecnología, almacenes y bodegas.

Este ambicioso plan de modernización y expansión se perfila como un factor clave para el desarrollo económico de El Salvador, mejorando su conectividad y competitividad en el comercio internacional.

El Salvador se perfila como un destino clave para las inversiones en 2025, gracias a un entorno económico más abierto y favorable, impulsado por nuevas negociaciones comerciales y un enfoque en sectores estratégicos como la tecnología y la construcción.
Según la ministra de Economía, María Luisa Hayem, el país está dando pasos firmes hacia un desarrollo económico más robusto, con el objetivo de fortalecer su comercio exterior y atraer inversión internacional.

Nuevas oportunidades en el mercado internacional
Una de las principales apuestas del gobierno salvadoreño es expandir su presencia en mercados clave a través de acuerdos comerciales.
Hayem destacó este martes en una entrevista televisiva que en el primer trimestre de 2025, El Salvador iniciará negociaciones para promover la exportación de productos nacionales hacia el mercado de Mercosur, una de las economías más dinámicas de América Latina.
“El plan que tenemos es que en el primer trimestre del próximo año tener negociaciones para nuestras empresas, oportunidades de exportación de productos salvadoreños al mercado de Mercosur», afirmó la ministra.
Estos esfuerzos están dirigidos a abrir nuevas puertas para las empresas salvadoreñas, especialmente en países como Perú, donde ya se han dado los primeros pasos para establecer una agenda de cooperación con el sector empresarial. «Ahora podemos generar este ambiente de negociación con varios países como, por ejemplo, Perú», añadió Hayem.

Fortalecimiento de tratados y facilitación de libre comercio
El Salvador ha mantenido una política de apertura económica, que ha sido clave para atraer inversiones extranjeras. La ministra destacó que, aunque el país ya contaba con acuerdos comerciales con la Unión Europea, el objetivo es ir más allá, convirtiendo estos tratados en verdaderos motores de desarrollo económico.
“La idea es que se convierta en un desarrollo económico. Es una herramienta importante para facilitar el comercio», explicó.
Además, Hayem subrayó que los Tratados de Libre Comercio (TLC) son esenciales, pero el éxito de la política económica del país también depende de otros factores, como la facilitación de procesos comerciales.
“Lo que estamos haciendo en paralelo, como la facilitación del comercio, también es crucial para que los inversionistas puedan operar de manera eficiente y sin barreras burocráticas», detalló.
El entorno económico de El Salvador ha experimentado una transformación notable en los últimos años, convirtiéndose en un destino cada vez más atractivo para los inversionistas. Aparte de la apertura comercial, el país ha trabajado para mejorar su seguridad y estabilidad, aspectos fundamentales para fomentar la inversión.
“Cada día tenemos más inversionistas interesados en El Salvador, ya que ahora es un país seguro», indicó la ministra.
Destacó, además, que sector de la tecnología es otro de los pilares en los que El Salvador está poniendo énfasis para su crecimiento en 2025.
Según la ministra, este sector proyecta un gran potencial de crecimiento y demanda de empleo en los próximos años.
“Estamos impulsando el sector de tecnología porque se proyecta que tendrá una gran demanda de empleo», señaló Hayem.
Con iniciativas para atraer empresas tecnológicas y fomentar la innovación, El Salvador busca diversificar su economía y posicionarse como un centro regional para la industria digital.

El director ejecutivo de la COAMSS-OPAMSS, Luis Rodríguez, destacó que El Salvador espera un aumento en la inversión privada para 2025, gracias a la implementación de varios proyectos estratégicos.
En declaraciones a la prensa, Rodríguez resaltó que la eficiencia de los procesos ha mejorado considerablemente, lo que ha contribuido a un entorno favorable para las inversiones en el país.
“Hemos logrado eficientar nuestros procesos en un 60%. Todo es mejorable y estamos trabajando en ello”, afirmó Rodríguez, subrayando que el esfuerzo constante para agilizar los trámites administrativos han sido clave para atraer más inversión.
Además, informó que hasta la fecha se han liberado $2,034 millones sólo en inversión privada, lo que refleja la confianza del sector privado en el país.
Rodríguez también adelantó que la tendencia continuará al alza en 2025, especialmente en el sector turístico, con proyectos de gran envergadura en el municipio de La Libertad Costa, una de las zonas más dinámicas del país. «Eso evidentemente nos deja muy preparados para asumir, junto al Ministerio de Turismo, la inversión en el municipio de La Libertad Costa, que es una zona muy pujante”, agregó, destacando el potencial turístico de la región.

Las remesas continúan siendo el principal motor de la economía salvadoreña, representando una fuente clave de divisas para el país. Según el Banco Central de Reserva (BCR), más del 74% de las que reciben los hogares salvadoreños corresponden a montos inferiores a los $500, lo que refleja una tendencia hacia envíos pequeños, pero frecuentes.
De enero a octubre de este año, los hogares salvadoreños recibieron más de $6,857.6 millones en remesas. De esta cantidad, $2,890.1 millones fueron enviados en montos que oscilan entre los $1 y los $499, lo que representa un 74.8 % del total de las remesas recibidas. Por otro lado, un 9.1 % de las remesas fueron de entre $500 y $999, sumando un total de más de $1,373 millones.
El BCR también detalla que un 4.4 % de las remesas recibidas correspondieron a envíos de entre $1,000 y $1,999, mientras que un 1.5 % fueron de entre $2,000 y $2,999. El restante 10.2 % de las remesas se distribuyó en montos mayores, de entre $3,000 y más de $10,000.
En cuanto a los canales a través de los cuales se cobran las remesas, el BCR informa que un 48.3 % de los envíos se canalizan a través de agentes remesadores y bancos. Mientras tanto, un 21.7 % se reciben a través de cajas de crédito, el Banco de los Trabajadores y cooperativas. Además, un 14.9 % de las remesas se gestionan mediante subagentes, que son instituciones financieras o personas naturales dedicadas al pago de remesas.
El resto de los envíos se canalizan a través de corresponsales financieros (11.2 %), remesas de bolsillo (2.6%), recargas a teléfonos (0.2 %) y billeteras de criptomonedas (1 %).

✅César Addario Soljancic, vicepresidente de EXOR Estructuradores Financieros, explicó en el foro Patriots Network que en Sudamérica la influencia será mínima.

OTRAS NOTICIAS:
➡️ El riesgo soberano es un factor clave en las decisiones de inversión internacional, según se explica en un artículo publicado en la web de EXOR Estructuradores Financieros.

➡️ Los mercados globales cerraron en alza la semana pasada, impulsados por las crecientes expectativas de un recorte en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos.

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