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QUÉ TANTO APOSTAMOS POR EL TURISMO – EDICIÓN # 93
Por: Guillermo López, asociado junior de la firma Hominid Abogados.
Uno de los mayores aciertos que se ha tenido como país en la última década es la apuesta al turismo como un pilar para la inversión extranjera, y porque no, también local. Desde la implementación a inicios del 2009 con la marca “EL SALVADOR IMPRESIONANTE” las cifras relacionadas al turismo han tenido un crecimiento exponencial; según números del Ministerio de Turismo del 2009 al 2018 el número de turistas ha crecido un 54%, excursionistas 219%; el sector empleo a aumentado en casi 15,000 empleados (un 33.5% respecto al 2009) y los ingresos por turismo han pasado de $516.6 millones a $1,537.3 millones en tan solo 10 años, pasando con ello del 2.9% del PIB al 5.9%, tendencia que sigue al alza.
Pero siempre hay un inconveniente y es que, actualmente nos colocamos en la posición número 85 para la Inversión Extranjera según el Banco Mundial, de un total de 190 países evaluados; siendo la alta tramitología en las instituciones gubernamentales, el tiempo de estos y sus elevados costos, factores que desalientan que nos posicionemos en mejor escala para la inversión.
La industria hotelera no es la excepción, si bien, en el año 2018 por parte del sector privado se han invertido cerca de $92 millones de dólares en proyectos de remodelación y construcción de nuevos hoteles, se estima que solo en el 2016 se dejó de percibir cerca de $ 100 millones en inversión por falta de agilización de trámites en las instituciones gubernamentales.
Aún y cuando se han creado leyes como la “Ley especial de agilización de trámites para el Fomento de Proyectos de Construcción”, que en teoría ayudan a facilitar permisos para el inicio de los proyectos, como el medio ambiental, otorgado por el Ministerio de Medio Ambiente, la calificación y aprobación de la Oficina de Planificación del área metropolitana de San Salvador OPAMSS, y la autorización sobre el sistema de disposición de aguas negras, emitido por ANDA, la realidad a la que los inversionistas se enfrentan y a la que nos enfrentamos los Abogados que asesoramos a nuestros clientes es diferente”
Si bien es cierto son permisos, licencias, autorizaciones, que es comprensible que requieran estudios técnicos previos, al igual que resoluciones fundamentadas, no es viable que los mismos excedan los plazos establecidos en la Ley para ser otorgados.
Por otro lado, no se puede dejar de mencionar que, concluido el proceso de construcción de un hotel, y previo a su apertura, tenemos los permisos, licencias, y autorizaciones que son requeridos para el funcionamiento del día a día de un hotel; donde y actualmente es necesario obtener más de diez permisos, de diferentes instituciones, tales como el Ministerio de Economía, Hacienda, Municipales, Turismo, Salud, los que, en su mayoría, habrá que renovar anualmente.
Así pues, hay permisos como el Sanitario, otorgado por las Direcciones Regionales de Salud, que son esenciales para el funcionamiento de un establecimiento, puesto, que estos acreditan que se cumplen con los requerimientos mínimos de salud del lugar y del personal; hay otros, como las autorizaciones que emiten las alcaldías, a manera de ejemplo , que llegan a ser más de la mitad de los permisos que se requieren; como la inscripción de la Sociedad, inscripción del negocio, permiso de funcionamiento, entre otros, esto sin tomar en cuenta si se apertura un restaurante dentro del hotel, se adicionaran una serie de permisos y requisitos, los cuales desearíamos las firmas que nos dedicamos a asesorar a los inversionistas en esta industria, se pudieran englobar dentro de un solo permiso, y porque no, establecer una mejora en los tiempos de respuesta de las instituciones involucradas en estos procesos.
Creemos fielmente que existirán avances en un futuro, la nueva Ley de Procedimientos Administrativos; enuncia en su artículo cuatro “ La administración pública, con el fin de facilitar a los ciudadanos el acceso a ésta, mejorar su eficacia y reducir costos, no podrá exigir documentos emitidos por la institución que los solicita ni requisitos relativos a información que dicha institución posea o deba poseer”; en este sentido, las instituciones deberán adaptarse poco a poco a estos cambios, y obligarse a reducir costos, tiempos, exceso de documentos. Por lo que siempre me he preguntado, si, así como estamos, se logran estos niveles de inversión. ¿Qué pasaría si realmente facilitáramos la inversión?