Economía
S&P Global Ratings mejora perspectiva de El Salvador luego de declarar impago
La agencia S&P Global Ratings ha mejorado la calificación de El Salvador de ‘SD/SD’ a ‘CCC+/C’ después de declarar un impago selectivo por un día. Aunque el cambio de calificación no es significativo, ya que es la misma que se mantenía antes de este evento, sí se ha mejorado la perspectiva de negativa a positiva.
La perspectiva estable refleja «nuestra visión de riesgos equilibrados» entre las limitadas opciones de financiamiento del gobierno de Nayib Bukele y la reducción de las necesidades de financiamiento debido a «resultados fiscales mejores de lo esperado». También influyen el reciente intercambio de la deuda de pensiones y las dos compras de bonos realizadas durante el último año.
Anoche, la agencia declaró un impago selectivo para El Salvador debido al cambio en las condiciones de la deuda de pensiones, considerándolo un incumplimiento, pero advirtió que cambiaría su calificación el 10 de mayo.
Fitch Ratings realizó la misma operación la semana pasada: primero redujo la calificación de riesgo y luego la mejoró a ‘CCC+’.
En su nuevo análisis, S&P Global Ratings señala que el canje de los títulos de pensiones «es un problema y no una oportunidad» debido a las «pronunciadas vulnerabilidades macroeconómicas» del país y las limitadas opciones de financiamiento del gobierno. Además, indica que «refleja la dependencia del país de condiciones comerciales, financieras y económicas favorables para cumplir con sus compromisos financieros, los cuales parecen ser insostenibles a largo plazo». Sin embargo, no esperan un incumplimiento en los próximos meses.
Por otro lado, Fitch argumentó que su mejora en la calificación se debe a la «finalización exitosa» del intercambio y pago de los bonos de enero de 2023, una emisión polémica que generó incertidumbre sobre la capacidad del gobierno para cumplir con sus obligaciones.
Sin embargo, S&P Global Ratings advierte que podría reducir su calificación en los próximos seis a 18 meses si percibe un debilitamiento en la capacidad del gobierno para ajustar el déficit fiscal y reducir el peso de la deuda.