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El Salvador en tiempos del COVID-19: Impactos esperados y propuestas de Políticas Públicas
Óscar Cabrera Melgar, presidente de la Fundación para el Desarrollo de Centroamérica (FUDECEN).
El COVID-19 provocará una profunda recesión en la economía global. Oxford Economics (2020) estima que la economía decrecerá durante el primer semestre de 2020 en -7% y se estima mejoras al segundo semestre. Sin embargo, la severidad de la crisis provocará pérdidas permanentes en la economía global. Se prevé que el PIB mundial para 2020 disminuya -2.8%. Estados Unidos, decrecerá -8%, la eurozona se contraerá y China en -12%, durante el primer trimestre de 2020. Esta desaceleración conducirá a la reducción del comercio, inversión extranjera directa, flujos de turismo, remesas y exportaciones agrícolas clave de la región centroamericana.
El FMI (2020) sostiene que el COVID-19 está infringiendo elevados costos humanos en todo el mundo y tendrá efectos graves en la actividad económica mundial de -3% en 2020, mucho peor que durante la crisis financiera de 2008–09 y una recuperación de la economía mundial en 2021 al crecer 5.8%. Impactos esperados en la situación social de la población y en la demanda y oferta agregada.
FUDECEN (2020, a) presentó en febrero, que la economía salvadoreña presentaba síntomas de desaceleración desde el segundo semestre de 2019 y que crecería 2.1% por debajo del crecimiento potencial (2.2%) en este año. Los factores que explicaban esta ralentización están: (i) La reducción de la demanda externa de nuestros bienes y servicios; (ii) Desaceleración en la demanda de inversión y gasto de la economía; (iii) Un ciclo electoral presidencial; (iv) La ausencia de una transición de la gestión pública; (v) Elevada incertidumbre por la ausencia de las políticas públicas; (vi) Falta de un acuerdo nacional que defina una política pública para el mediano plazo.
Impactos esperados en la situación social de la población y en la demanda y oferta agregada
FUDECEN (2020, a) estima que a economía salvadoreña entrará en recesión con una caída de -4.3% y una recuperación en 2021 de 4.7% en línea con las previsiones del FMI. Las necesidades de financiación aumentarán en alrededor US$4,000 millones que implicará un ensanchamiento del déficit fiscal del 12% del PIB y una ratio de deuda/PIB de aproximadamente 87%. Los impactos que prevemos en la situación social de la población salvadoreña se recogen en la ilustración 3.
Los impactos negativos en la demanda y oferta agregada son:
- Reducción de las exportaciones de bienes y servicios en -15% y el turismo.
- Reducción en el precio del petróleo en aproximadamente un 50% y una caída en las importaciones de -24%.
- Reducción del consumo de los hogares (-7%), por pérdidas de empleo, contracción del crédito al consumo y menos remesas familiares (-10%), dada la caída o estancamiento de la economía de Estados Unidos (-5.9%).
- Una caída de los ingresos de los ingresos tributarios de $400 millones y un mayor costo para financiar las necesidades de financiamiento dado el mayor diferencial en el EMBI+ de 10.17% (al 23 de abril).
- Disminución de la inversión privada (-28.5%): baja en las ventas y las utilidades de las empresas, cierre de empresas y daño a las empresas exportadoras.
- Caída en la actividad económica de los sectores: turismo, restaurantes y hoteles, transporte, centros de llamadas, servicios financieros, etc.
Medidas sociales y económicas para atenuar los impactos de la pandemia
La ilustración 4 resumen las principales medidas implantadas por el Gobierno de la República de El Salvador que resultan insuficientes para atenuar los impactos de la recesión mundial.
El FMI aprobó una línea de crédito por US$389 millones, aunque el gobierno estima un paquete de medidas alrededor del 3½ por ciento del PIB ($916 millones) de los US$2,000 aprobados por la Asamblea Legislativa con la finalidad de aumentar el gasto en saluden salud y proporcionar un alivio temporal a la economía.
FUDECEN (2020, b) y la Asociación de Profesionales por la Transformación de El Salvador (PROES) publicaron un comunicado donde se proponían un conjunto de medidas económicas y sociales para atenuar los impactos del COVID-19 en la población salvadoreña que están contenidas en las ilustraciones 5 y 6.
Las medidas económicas en el corto y mediano plazos propuestas van dirigidos a fortalecer el gasto de los
hogares, las MIPYMES y las empresas, así como fortalecer la capacidad del gasto y la inversión pública (Véase
ilustraciones 7 y 8).
Una vez se aplane la curva de contagios del COVID-19, se requiere establecer un diálogo con las diversas fuerzas sociales de cómo transitar desde un modelo de desarrollo que ha provocado grandes brechas de desigualdad territorial, falta de oportunidades humanas y exclusión social hacia un nuevo modelo con una sociedad del conocimiento, diversificada y moderna que transforme la estructura productiva a bienes y servicios complejos, genere empleo digno y sus ciudadanos gocen de una calidad de vida.