Sala suspende reformas a Ley Especial de Extinción de Dominio

Este tarde, la Sala de lo Constitucional suspendió la vigencia de las reformas a la Ley Especial de Extinción de Dominio y de la Administración de los Bienes de Origen y Destinación Ilícita (LEDAB), aprobadas el mes pasado por el pleno legislativo.

Las reformas recién aprobadas alteran el análisis de inconstitucionalidad ya que en muchos casos establecen regulaciones opuestas a las que se encontraban vigentes en el momento de la presentación de la demanda. Razón por la cual, la Sala señala que existe una incoherencia institucional por parte de la Asamblea Legislativa en el presente proceso, lo que podría ser considerado como fraude a la Constitución, ya que según la Sala hay una patente contradicción de las posturas institucionales que la Asamblea Legislativa ha sostenido al aprobar la LEDAB, al rendir su informe justificativo y al reformar dicha ley.

La Asamblea ha tenido dos posturas ante esta ley, por un lado defiende la constitucionalidad de la ley aprobada en el año 2013, que según la Constitución, persigue la adquisición o destinación ilícita de los bienes, y por otra parte, ha adoptado las reformas a la misma en un sentido totalmente opuesto, anulando parcial o totalmente, las herramientas legales de las que pueden disponer tanto la FGR como los tribunales competentes para combatir el crimen organizado y la corrupción.

La Sala de lo Constitucional suspende la entrada de vigencia de las reformas LEDAB ya que podrían entrar en contradicción con disposiciones constitucionales al restringir el ámbito de aplicación de dicha ley y reduce la persecución de la criminalidad individual u organizada, la cual favorecería la impunidad. Además, genera un daño irreparable, debido que al ser aplicada en casos concretos por las autoridades competentes como la Fiscalía General de la República y Juez de Extinción de Dominio, podrían también producir situaciones jurídicas consolidadas contrarias a los intereses de la justicia en la persecución del crimen organizado y la corrupción.

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