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Reformas a la normativa de deportes, una necesidad imperante para garantizar los estímulos a los atletas salvadoreños
Por: Enrique Martínez, pasante internacional del Observatorio de Políticas Públicas de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Francisco Gavidia.
El Salvador en el pasado tenía la reputación de una de las mayores potencias del deporte a nivel centroamericano. Segundo en la tabla histórica de medallas en juegos centroamericanos con más de 2,000 preseas y décimo en la historia de justas en el Caribe, el pulgarcito de américa se demostraba cómo un feroz oponente al iniciar la batalla por el podium. Sin embargo, los juegos centroamericanos de Managua 2017 marcaron un período trágico para el deporte salvadoreño con una quinta posición en el medallero general, el peor desempeño en la historia de El Salvador en competencias de este nivel, no obstante, es importante aclarar que no fue culpa exclusiva de los atletas, sino que la deficiencia por parte del organismo que funge como rector del deporte salvadoreño al momento de brindar apoyo fue un factor muy incidente.
De acuerdo a la Ley General de los Deportes de El Salvador aprobada en 1980, el Instituto Nacional de los Deportes (INDES) es el responsable de manejar todo el ámbito deportivo dentro de El Salvador, y a pesar de las varias reformas realizadas a dicha ley desde su creación, las críticas continúan para la institución de deportes en la que recientemente asumió el mando Yamil Bukele.
El anterior presidente del INDES, Jorge Alberto Quezada (2014-2019), deja las riendas como una de administraciones más cuestionadas en la historia de la institución. Quezada optó por reforzar la base deportiva estudiantil y desplazó la responsabilidad del atleta de alto rendimiento exclusivamente a las federaciones.
La responsabilidad y libertades fueron demasiado para algunas federaciones, lo que contribuyó al mal manejo de fondos que finalizó afectando al ente más importante de dicha institución: el atleta.
En consecuencia, los atletas de alto rendimiento sufren por varias razones al no recibir de manera adecuada sus estímulos económicos, y pese a existir el Instructivo Para el Otorgamiento de Estímulos al Mérito Deportivo, el cual se encuentra en concordancia con los artículos 83 y 84 de la Ley General de los Deportes de El Salvador, se siguen mostrando ciertos defectos administrativos al momento de facilitar los estímulos a los atletas.
Entre los defectos más resaltados se encuentra la tardanza al hacer efectiva la entrega del beneficio económico al atleta. Periodos hasta de seis meses han pasado sin que se le pague al deportista, a pesar de que el INDES reconoce que el ser atleta de alto rendimiento es equivalente a tener trabajo de tiempo completo, y aun así no se agiliza esta entrega. Pasar meses sin apoyo constituye una falta de motivación para el atleta que se ve forzado a buscar otros medios de ingreso dedicando menos concentración y horas a sus entrenos o, de manera extrema, tener que retirarse del deporte.
Para lograr solventar la crisis que enfrentan los varios atletas merecedores de estímulos económicos, se propone la creación de mecanismos de denuncia por incumplimientos en la entrega de los estímulos a los atletas, así como también sanciones administrativas e incluso penales, dependiendo de la gravedad y el dolo en el caso, para aquellos funcionarios que incumplan con la entrega oportuna de los estímulos, especialmente los de índole económica. Para ello, debe contarse además con una base de transparencia donde todo ente pueda comprobar que el dinero va directo al beneficio del atleta y se cumpla el pago en tiempo razonable, siempre en concordancia al Instructivo Para el Otorgamiento de Estímulos al Mérito Deportivo vigente desde el 2015, el cual también puede ser mejorado.
De tal manera que, siempre se trabajará en conjunto con las federaciones deportivas para facilitar la información de cuales atletas cumplen con los requisitos para recibir incentivos económicos. Con estas propuestas se asegurará que los fondos deportivos en realidad beneficien de manera directa a los deportistas merecedores, y no a los dirigentes o entes administrativos que en ocasiones se lucran de lo que en realidad le pertenece al atleta de alto rendimiento.
Finalmente, para asegurar el estímulo a los atletas, otra medida clave será dotar al INDES del presupuesto suficiente y necesario para disponer de fondos líquidos para otorgarlos de manera oportuna, ya que, si bien el presupuesto del INDES ronda alrededor de los 13 millones de dólares, se critica que no es suficiente para el desarrollo adecuado del deporte nacional.
Si bien, estas medidas no darán solución a todas las aristas de la problemática del deporte, no cabe duda de que las ideas de reforma planteadas contribuirían de manera significativa a motivar realmente al atleta salvadoreño y con ello además a impulsar el desarrollo del deporte en El Salvador.