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Reforma a Ley de Superintendencia de Regulación Sanitaria sancionada por Presidencia
En el Diario Oficial del ocho de julio ha sido publicada el paquete de reformas a la Ley de Superintendencia de Regulación Sanitaria (SRS), con el objetivo de optimizar la eficiencia administrativa y reducir la burocracia en la regulación de productos de consumo humano y animal.
La SRS asumirá funciones clave como el registro sanitario y la autorización para la comercialización de medicamentos, cosméticos, alimentos, bebidas e insumos agropecuarios.
La finalidad de la SRS es convertirse en una institución ágil y eficaz, encargada de vigilar, registrar y certificar diversos productos. La reestructuración busca evitar trámites engorrosos y asegurar una administración más eficiente.
Entre las modificaciones, se incluye la adición del periodo de disolución de la Dirección Nacional de Medicamentos (DNM) para garantizar la continuidad de los trámites y servicios en curso, permitiendo una transición fluida de sus funciones a la nueva superintendencia.
Hasta ahora, estas regulaciones estaban distribuidas entre el Ministerio de Salud (MINSAL), el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), la DNM y el Consejo Superior de Salud Pública (CSSP).
La SRS tendrá la autoridad para regular productos farmacéuticos, suplementos nutricionales, dispositivos médicos, cosméticos, productos higiénicos, alimentos, bebidas alcohólicas y no alcohólicas, tabaco, y productos veterinarios, entre otros. La reforma busca fomentar un clima de negocios favorable, mejorando la competitividad y atrayendo inversiones, mientras se garantiza la salud pública mediante la regulación de la calidad, seguridad y disponibilidad de los productos.
Recientemente la DNM comunicó que a partir del 7 de agosto se transformará en la Superintendencia de Regulación Sanitaria (SRS).
Esta entidad será la nueva autoridad reguladora nacional de una amplia gama de productos, incluidos medicamentos, suplementos nutricionales, dispositivos y equipos médicos, otras tecnologías sanitarias, cosméticos, productos higiénicos de uso humano y veterinario, productos químicos, alimentos, bebidas en general, alcohol, tabaco, y dispositivos de liberación de nicotina, entre otros.