Nacional
Propietario de populares talleres pasa de ser estrella en redes sociales al reo del momento tras ser condenado
Su nombre es Gerardo Quijada Orellana, propietario de los prósperos talleres de autos GQ. Su apodo es “Mr. Miyagi” y fue condenado a 6 años de prisión y tras de él habría una trama de estafa que involucra a su familia.
Del “estrellato” en las redes sociales en El Salvador, Gerardo Quijada Orellana, popularmente conocido como “Mr. Miyagi”, ha pasado a ser el “reo del momento”, tras ser condenado a poco más de 6 años de prisión por una trama que montó para estafar a propietarios de inmuebles que él rentaba y que dejaba de pagar.
Los allanamientos en los talleres de vehículo GQ Racing Sports continúan este viernes, después que las autoridades irrumpieran, la noche del jueves, en las viviendas del Quijada y en las de sus hijos y algunos colaboradores, quienes tendrían participación en la “red de estafadores” a ser testaferros.
La Fiscalía General y la Policía Nacional Civil (PNC) registraban este 20 de septiembre la sucursal del taller ubicada en el Paseo Escalón de San Salvador.
El ministro de Gobernación, Gustavo Villatoro, destacó que “la cultura del más vivo que muchos intentan seguir es insostenible; son lobos con piel de oveja que creen poder eludir la ley, pero nosotros siempre estamos un paso adelante”.
Los allanamientos del jueves se desarrollaron en diversas propiedades en Santa Tecla, La Libertad, y la colonia San Francisco, en San Salvador.
Se investiga que Quijada Orellana lideraba una estructura que arrendaba locales en áreas de alta demanda, pagando algunos meses y posteriormente evadiendo el pago. Cuando los propietarios intentaban contactar a la sociedad, esta ya no existía, apareciendo con un nuevo representante legal.
Las víctimas, al intentar recuperar sus pérdidas, se encontraron con la dilatación de procesos judiciales, gracias a los abogados contratados por Quijada Orellana, quienes obstaculizaron la justicia.
Los imputados, entre los que se incluyen familiares y representantes legales de la red de estafa, enfrentan cargos por estafa agravada, amenazas, cohecho y agrupaciones ilícitas.
“Mr. Miyagi” cobró notoriedad por el florecimiento de sus talleres y porque era habitual que externara su opinión en redes sociales sobre diferentes temas, pero en cada abordaje buscaba polémica contra sus críticos o los arrendantes de los locales que ocupaba, a quienes acusaba de aumentos indebidos de los cánones y hasta los acusaba de valerse de artilugios para afectarlo.
Con el ruido que provocaba, lograba muchas interacciones y sus contenidos eran replicados con comentarios a favor y en contra.