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Perspectivas del COVID-19 en El Salvador
Es en este momento, que debemos hacer un llamado a trabajar unidos por el restablecimiento de la seguridad social y de salubridad para la población para que consulten de manera inmediata y el manejo de la enfermedad se haga en el menor tiempo posible ya que las primeras horas son cruciales en el pronóstico o evolución de todas las enfermedades que aquejan a los seres humanos
Karla Verónica Juárez, miembro del Observatorio Médico COVID-19 del Colegio Médico de El Salvador.
Es necesario hacer énfasis en que esta pandemia por COVID-19, es global, lo cual ha generado miedo, pánico y ansiedad en todas las sociedades del planeta, esto nos concierne a todos por igual, de ahí radica la importancia de poder acceder a información precisa, en tiempo real, que permitan la toma certera de decisiones, y de planes específicos por región y país, para paliar la actual situación.
Ante esta nueva realidad se necesitan mensajes de certidumbre. Datos que muestren la solides de nuestras instituciones al frente de esta emergencia, que justifiquen las acciones necesarias para contrarrestar la amenaza en salud, como sucedió en el combate contra la viruela, el cólera al inicio de los años 90´s, y más reciente contra el AH1N1 en el 2009.
La población ya no necesita que se le continúe recordando lo trágico de todo esto, ya lo saben, se necesita que con ética y responsabilidad social se definan objetivos mutuos y transparentes para combatir el COVID-19; respetando los derechos de resguardar su propia seguridad y la de los demás estimulando y fomentando su compromiso de cuidar su salud en otras palabras, planes de educación en salud y medidas preventivas claras sobre cómo combatir la enfermedad.
Para lograr todo eso, urge recobrar la confianza de la población hacia los principales actores en primera línea: instituciones del gobierno, asociaciones civiles y especializadas, y otros líderes de opinión que ayuden a construir un estado de certeza. Utilizando todos los medios posibles de comunicación donde se abran espacios de consultas y preguntas sobre la enfermedad, salud biológica y mental entre otros y se obtengan respuestas de profesionales de la salud debidamente acreditados por sus respectivas Juntas de Vigilancia de la Profesión.
Es importante en este momento, crear una atmósfera de seguridad y de trabajo en conjunto con el objetivo de que la población en general, expuesta o no al COVID-19 encuentre refugio en las autoridades de salud en cualquiera de los niveles de atención. Así como en los demás actores involucrados en el combate a la pandemia. Se debe generar certidumbre sobre los tratamientos y manejos adecuados de la enfermedad, haciendo que la población consulte de forma oportuna y se le brinde un diagnóstico oportuno. Es en este momento, en donde todos los esfuerzos deben fortalecerse utilizando todas las herramientas e instituciones que se tengan a la mano y estén interesadas en colaborar por el bienestar de las familias salvadoreñas.
En cuanto a la educación en salud, es importante poner en práctica las medidas que se han mencionado con anterioridad, con las cuales se ha evidenciado en países golpeados más fuertemente por esta enfermedad y que contribuyen de manera significativa a que disminuyan las probabilidades de contacto y de transmisión, logrando de esta manera disminuir el numero de contagios y los tiempos de recuperación.
Es en este momento, que debemos hacer un llamado a trabajar unidos por el restablecimiento de la seguridad social y de salubridad para la población para que consulten de manera inmediata y el manejo de la enfermedad se haga en el menor tiempo posible ya que las primeras horas son cruciales en el pronóstico o evolución de todas las enfermedades que aquejan a los seres humanos.
Para ganar la lucha contra el COVID-19 es necesario que entre todos tomemos el control de la situación fomentando y practicando en todo momento los hábitos personales y familiares que previenen y evitan el contagio con el virus, construyendo una cultura en emergencia:
– Protegiendo a la población más frágil (adultos mayores y menores de edad)
– Uso de mascarillas
– Lavado de manos con agua y jabón de forma frecuente y/o desinfectándonos las manos con alcohol gel
– Guardando la distancia social (dos metros de distancia entre cada persona)
– Evitando acudir a eventos o sitios donde se presenten aglomeraciones y salir de su casa solo cuando sea estrictamente necesario
Ante todo, hay que reconstruir el diálogo que como sociedad hemos venido perdiendo, debemos escuchar a los expertos, reorganizarnos y se debe llegar a consensos que nos ayuden a cuidarnos entre nosotros mismos. Todos necesitamos sobrevivir.