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El paradigmático camino de un despacho de abogados en la maraña de negocios global – Edición # 87
Por: Antonio Tejeda, presidente Tejeda & Encinas Group (España).
Corría el año 2010 y desde el Consejo General de la Abogacía española (CGAE) fuimos uno de los pocos despachos de abogados invitados a participar en un encuentro empresarial en Estambul y Ankara (Turquía). Organizado conjuntamente con el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX) y la Oficina Comercial de la Embajada de España en Turquía.
Si bien no era nuestra primera inmersión empresarial en el exterior, ya que contábamos con un primer despacho y empresa fuera de España -de nacionalidad portuguesa- instalada en nuestro país vecino. La lejanía, pero sobre todo, la situación estratégica geopolítica de Turquía: a las puertas de Europa, desde Estambul; y de Asia -en el resto del país, le daba un plus de morbo empresarial que nos atrajo y después de la misión comercial con el CGAE nos inclinamos por constituir nuestra segunda firma internacional.
No éramos parte del MagicCircle ni tampoco un gran despacho. Entonces, ¿por qué un despacho de abogados -una boutique jurídica- decide dar un paso hacia el exterior, cuando la legislación del país de destino es completamente distinta a la nuestra y presuntamente no podremos dar un servicio legal a los clientes extranjeros y tampoco a los clientes expatriados?
Tradicionalmente, una empresa de sector no legal, decide salir al exterior para crecer, para ser más competitivo, diversificar mercados, asegurarse suministros…en definitiva aprovechar las ventajas del entorno globalizado.
La complejidad del proceso en sí mismo o la incertidumbre del mercado global que plantea la conquista de nuevos mercados, es uno de los principales miedos a los que se enfrenta la empresa tradicional y eso mismo, es lo que nos ha situado a nosotros en el exterior. Ese efecto arrastre que nos dice que “si mi cliente es una empresa, la deslocalización del despacho no es una opción, es una obligación” aunque no se trata de poner en manos de nuestro cliente nuestro futuro, según el devenir de su gestión en el país de destino. Nosotros optamos, generalmente por crear demanda desde cero ya que también es un modelo de entrada competitivo y de crecimiento.
Las empresas del Grupo Tejeda & Encinas, la mayoría jurídicas y consultoras, aunque también contamos con mayoristas de turismo y de nuevas tecnologías seguimos, por tanto, con la expansión directa, huyendo, en la medida de lo posible, de la solución ad hoc, ya que entendemos que no da las garantías suficientes a nuestros clientes y queda fuera del círculo de calidad que nos hemos propuesto. Y es que si el despacho es considerado como un comisionista es un mal mensaje dirigido a los clientes.
La clave/s de la internacionalización y deslocalización, por tanto, pueden ser varias y no unitarias y cada empresa se hace una composición de lugar sobre ello, en un contexto general de transformación en las pautas de ubicación espacial de las actividades productivas, y en concreto de la industria, así como en las estrategias de inversión seguidas por las grandes empresas transnacionales y las PYMEs.
Empresas, que además de los servicios legales, también ofrecen la consultoría estratégica de internacionalización en la que se elabora un completo “plan” a medida que incluye también la gestión. De ese tipo son muchas de las jurídicas o de profesionales que se pueden instalar en el exterior.
Es mucho lo que se podría hablar sobre otros motivos que dan lugar a la Inversión extranjera Directa como uno de los motores de desarrollo de las economías receptoras y es que el tanto criticado como alabado Consenso de Washington consolidó la “clave” de globalización dominante en la actualidad, que, cada vez más, da paso a las fusiones y adquisiciones transfronterizas en detrimento de la IED y aumento del pulmón productivo.
Pero en el devenir estratégico de cada empresa, lo que nuestro despacho -cualquier despacho- tiene que decir, es justo lo que el cliente necesita resolver y es que no estamos para dar problemas, sino para ofrecer soluciones.
Tenemos ejemplos contrarios, como las “multilatinas” pero, desde el lado de los medianos despachos o empresas latinoamericanas, se olvida que sus países no son ya sólo receptores de inversión, sino que grandes economías se van creando al albur de incrementar sus inversiones internacionales y en igual manera, el despacho legal local tiene que acompañarlos.
Pero volviendo a lo supra referido: las membresías, alianzas estratégicas, o cualquier otra estrategia cooperativa debe ser exigua. La internacionalización real se impone creando demanda de sus servicios, tanto en el país de destino como en el de origen. Todo es cuestión de estrategia creo pensamos más en lo que se logra que en los que se pierde y así lo transmitimos a los clientes.
En cuanto a la unión de los conceptos Legal y Technology, da lugar a la definición de LegalTechy, por tanto, va unida a la incorporación de la tecnología al ámbito legal a través del uso de las TIC para proporcionar soluciones legales. Estamos ante un nuevo paso dentro del concepto de transformación digital.