Moody’s mantiene calificación B3 para el país

El pasado 31 de mayo, la calificadora de riesgos Moody’s Investors Service emitió un informe sobre la situación de las finanzas de El Salvador, advirtió el limitado acceso al financiamiento externo y la poca representación en la Asamblea Legislativa como los obstáculos que deberá enfrentar la nueva administración.

Moody’s ha mantenido una calificación de “B3 con perspectiva estable» para la deuda salvadoreña. Moody’s otorga calificación “B” a las economías especulativa y con riesgo de sufrir un impago.

Moody’s advierte en su informe que en caso de existir confrontaciones políticas que restrinjan el acceso del Gobierno a crédito de largo plazo la calificación o en caso de existir señales de un deterioro en las tendencias fiscales y se mantenga el aumento de la deuda pública, la calificación podría bajar.

Para Moody’s, el riesgo político del país se mantendrá elevado hasta que se consoliden más los acuerdos legislativos, así como el historial de mejores relaciones políticas entre los principales interesados.

«Los indicadores de deuda (…) son y probablemente permanecerán en el extremo inferior de la categoría de calificación ‘B’ durante los próximos dos a tres años”, vaticinó Moody’s.

«El acceso a financiamiento de largo plazo y la mejora en las dinámicas políticas deberían permitirle al gobierno reducir su exposición a Letes (Letras del Tesoro Público, deuda de corto plazo) de alto costo, que tienen altas tasas de interés”, explica la calificadora de riesgo.

Debido a las tendencias fiscales adversas que enfrenta el país, la calificadora estima que la deuda del Gobierno se acelerará paulatinamente y en el 2020 el PIB llegará a cerca del 71 %

En el pasado Moody’s redujo la categoría de El Salvador a C, el nivel más bajo de la calificadora, después que el país no pagará a tiempo una deuda previsional.