Migración y desarrollo económico: Un potencial inexplorado en América Latina y el Caribe

Un nuevo informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) destaca el potencial sin explotar de las ciudades en América Latina y el Caribe para impulsar sus economías mediante una integración más efectiva de los migrantes. Bajo el título «Repensar la migración urbana: opciones de políticas para las ciudades de América Latina y el Caribe», el informe ofrece perspectivas frescas centradas en cómo la migración puede ser un motor para el crecimiento económico en lugar de solo un desafío.

El informe identifica dos áreas clave de enfoque para las políticas: promover la contribución de los migrantes a la productividad local y abordar las limitaciones en la vivienda. Propone una variedad de intervenciones, desde inversiones en transporte y políticas de zonificación hasta servicios públicos de empleo y asistencia para el cuidado de los niños.

La migración urbana, según el informe, presenta oportunidades significativas para el crecimiento económico. Los migrantes tienden a ser más jóvenes y con menos personas a su cargo, lo que, junto con una capacitación generalmente más alta, los convierte en activos valiosos para las economías locales. Además, al integrar de manera más efectiva a los migrantes, las ciudades pueden beneficiarse de una mano de obra diversa que impulsa la innovación y la productividad.

El informe aborda la migración tanto a nivel interno como internacional y destaca que las ciudades, donde vive el 82% de la población total en la región, son fundamentales para el desarrollo económico. Si bien reconoce los desafíos, como la vivienda y el empleo, enfatiza que los beneficios económicos a largo plazo de la integración de los migrantes no deben pasarse por alto.

Este informe ofrece una nueva perspectiva sobre la migración urbana en la región, invitando a considerarla como una oportunidad para aprovechar, más que como un desafío para gestionar. Además, sugiere que las estrategias políticas deben ir más allá de abordar preocupaciones inmediatas y centrarse en maximizar las contribuciones económicas de los migrantes.

Entre las conclusiones destacadas se encuentra el impacto del cambio climático en los patrones de migración, con fenómenos climáticos extremos impulsando importantes flujos migratorios. Además, el informe señala que tanto las grandes ciudades como las más pequeñas experimentan una migración sustancial, y destaca que los migrantes internacionales constituyen el 2,6% de la población urbana total de la región.