Litigio estratégico: Mecanismo de protección de derechos humanos

Escrito por: Emma Patricia Muñoz Zepeda | Abogada y Notario.

Los antecedentes del litigio estratégico se remontan a Jerome Frank, quién publicó en el año 1931 su artículo denominado Why not a clinical lawyer-school y Gary Bellow y Be Moulton en 1978 con su artículo The Lawyering process. De acuerdo a las referidas publicaciones, las clínicas jurídicas se orientan en dos vertientes, la primera de ellas, en posicionar el estudio y análisis reflexivo a través de casos reales que requieren de una respuesta por parte del operador de justicia y son del conocimiento de estudiantes del derecho quienes conocen de un caso determinado que presenta vulneraciones a los derechos humanos.

La segunda vertiente tiene como finalidad que la población que acuda a las clínicas jurídicas o socorros jurídicos, como son denominadas en algunas universidades, las personas que soliciten el apoyo jurídico ejerzan su derecho de acceso a la justicia con todas sus aristas, tales como: igualdad de condiciones y garantías reguladas en el ordenamiento jurídico interno como él corpus iuris de derechos humanos, presentar sus peticiones, entre otros. De acuerdo a lo regulado en el artículo 8 de la Declaración de los Derechos Humanos, artículo 1, 8, 24 y 25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, por mencionar algunos instrumentos internacionales.

El Centro Europeo para los Derechos Constitucionales y Humanos define el litigio estratégico como «el litigio que tiene como objetivo utilizar medios legales para hacer frente a injusticias que no se han abordado adecuadamente en la ley o la política. Brinda una plataforma para que las personas afectadas por las violaciones de derechos sean vistas y escuchadas, desencadena la discusión de estas violaciones y destaca las debilidades y lagunas en la ley». Es decir, un litigio público que retoma un caso que afecta a determinados sectores de la población y el accionar del sistema judicial es con la finalidad de obtener una sentencia significativa que presente cambios estructurales que pueden consistir en: concientización del tema, análisis de la sentencia emitida, creación de programas, políticas públicas, normativa, por mencionar algunas acciones.

Como lo señala Sandra Carvalho y Eduardo Baker, el litigio estratégico es relevante, sitúa a los derechos humanos en la premisa máxima para la creación de cambios necesarios en la sociedad que permitan a mujeres, niñas, niños, adolescentes, adultos mayores, personas con discapacidad, personas de pueblos originarios por acotar algunos sectores de la población que han presentado vulneraciones de derechos y requieren ser escuchados a través del oportuno acceso a la justicia. Los autores señalan que «el litigio estratégico debe ser capaz de llamar la atención hacia los abusos y violaciones de derechos humanos y resaltar la obligación del Estado de cumplir con sus obligaciones nacionales e internacionales».

Los efectos que se buscan con este mecanismo en materia de derechos humanos deben tomar en consideración determinados elementos como los señala Marta Villarreal, pues bien, el litigio estratégico no es aplicable para todos los casos, deben reunirse cuatro condiciones, las cuales son: «el derecho no es observable (en lo sustantivo o en lo procedimental), hay discordancia entre el derecho interno y los estándares internacionales, no hay claridad en el derecho existente y la ley se aplica reiteradamente de manera inexacta o arbitraria».

 A partir de lo antes mencionado, es insoslayable señalar los pasos para la consolidación de un litigio estratégico, en primer lugar, construir una red o coalición, es decir, un grupo de personas identificadas con un determinado tema de vulneración de derechos que se encuentre siendo víctima directa o indirecta de esta situación. Al contar con los apoyos necesarios a través de esta red, procede seleccionar el caso que será sometido a las autoridades judiciales.

Desde la visión del litigio estratégico, el caso debe permitir la creación de cambios significativos como los señalados en líneas anteriores y presentar el apoyo de la sociedad civil, verbigracia, el caso del campo algodonero en Ciudad Juárez, México. Todo ello, permitirá obtener los elementos probatorios que sustenten el caso y garanticen la protección de los participantes.

A partir de los elementos mencionados, debe realizarse la selección del fórum, es decir, la instancia judicial ante quién se presentará el litigio ya sea nacional o internacional y en consecuencia debe proceder la preparación del brief legal, la estrategia que se utilizará para posicionar el caso en el conocimiento de la sociedad y culminar con la campaña de publicidad, a través de los medios de comunicación masivos que permitirán hacerlo del conocimiento de la sociedad y colocar el caso en la agenda pública. Los pasos señalados para la cristalización del litigio estratégico son esenciales para la garantía de los derechos humanos que están siendo vulnerados, contrarían estándares internacionales reconocidos por los Estados a partir de su ratificación y se han agotado las instancias en el sistema judicial nacional, en consecuencia, no se obtendrá una sentencia.

La visión integral del litigio estratégico comprende a las personas que están siendo vulneradas en sus derechos y en el caso de agotar las instancias nacionales requieren de una respuesta de un organismo internacional como la Corte Interamericana de Derechos Humanos, pero sus efectos o acciones de reparación se logran transversalizar en diferentes áreas que benefician a toda la sociedad y tiene como objetivo central posicionar a los derechos humanos como línea transversal que debe regir las diferentes acciones del Estado.

Es oportuno señalar que las y los profesionales del derecho deben conocer los estándares internacionales, reflexionar e interpretarlos adecuadamente, tomando en consideración los casos de poblaciones en condición de vulnerabilidad como niñas, niños y adolescentes, es indispensable el dominio de los principios en materia de niñez y adolescencia, doctrina de protección y un enfoque multidisciplinario que permitan el adecuado ejercicio de los derechos de las niñas, niños y adolescentes.

En consecuencia, la visibilización de los derechos humanos de los diferentes sectores de la población que en un caso determinado están presentando vulneraciones requiere de atención y la sociedad desarrolla un rol fundamental. Pero deben considerarse los factores enunciados en líneas previas, por qué son elementos a considerar al momento de identificar el litigio estratégico como mecanismo para la defensa de los derechos humanos y aportar en los cambios legales, estructurales, políticos y sociales.