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Las criptomonedas, el nuevo capítulo en la historia de la evolución monetaria
Escrito por: Karen Vanessa Gómez Escobar | Abogada especialista en derecho bancario y financiero nuevas tecnologías y criptodivisas
La innovación nunca se detiene, y cada día la tecnología como instrumento para solucionar problemas o necesidades se desarrolla a gran velocidad en esta cuarta revolución industrial, la cual ha llevado a replantearnos las formas tradicionales de hacer negocios y su marco regulatorio, y “salirnos de la caja” para estructurar un nuevo panorama abriendo espacios con más oportunidades en el sector financiero, en el sector inmobiliario, entretenimiento, seguros, entre otros; el cielo es límite.
La revolución tecnológica que blockchain trajo consigo, no se limita únicamente a la creación de Bitcoin que, si bien es la criptomoneda más famosa, es solo el punto de partida en una cadena de cambios que ha creado nuevos conceptos y activos, no solo cambiando las reglas del juego sino creando uno nuevo; ha replanteado las oportunidades y los paradigmas actuales, especialmente en la forma en que se hacen los registros, los cuales pueden ayudar a que estos sean más eficientes en el manejo de la información contable o en procesos de auditoría y, por lo tanto, mejorar la experiencia de los usuarios al interactuar con las plataformas tecnológicas.
La creación de Satoshi Nakamoto en 2008 ha revolucionado la forma en que vemos el dinero, no solo se limitó a un acto de mera rebeldía de ir en contra del sistema, para crear descentralización respecto a transacciones de valores en Internet, sino que trajo al escenario un nuevo concepto: digitalizar el dinero, y con ello, los criptoactivos y las criptomonedas o criptodivisas.
Hoy día, la revolución monetaria es tan grande que cuando hablamos de criptomonedas, no podemos dejar de mencionar a las finanzas descentralizadas, las inversiones de bienes raíces que ya se realizan en el Metaverso, criptoactivos como tokens no fungibles (NTFs por sus siglas en inglés), tokens basados en memes o mascotas como Doge coin o Shiba Inu coin, que podrían utilizarse en un corto plazo como moneda para adquirir bienes y servicios, desde autos eléctricos hasta un sándwich y, esto es solo el comienzo; la desmaterialización de monedas soberanas como el yuan digital en China cada día se vuelven una realidad.
Cualquiera podría pensar que la Banca estaría opuesta a este tipo de tecnología, sin embargo, contrario a ello, han sido las instituciones financieras a nivel mundial las que se han adaptado rápidamente, gracias a su natural transformación digital e innovación, especialmente participando de forma activa con aportes para crear lineamientos de regulación y trabajar de la mano con todos los sectores como FINTECH. Tal es el caso del gigante JP Morgan que recientemente creó ONIX, una red privada basada en blockchain para agilizar las transferencias electrónicas de pago y Onix Virtual Lounge en el metaverso.
Al retroceder en el tiempo, todo comenzó con el trueque que se conoce como el primer medio de pago en un sistema de comercio, pasando por la Antigua Roma, en donde vemos cómo evolucionó al acuñamiento de monedas hechas con materiales como el oro, plata y bronce en el Templo sagrado de la diosa MONETA, creando procesos especiales para su custodia (las primeras actividades bancarias de la historia) hasta la Antigua Florencia, Italia en donde aparecieron los certificados de deuda, como el papel moneda, junto con los primeros banqueros en el siglo XVI con la familia Medici.
De ahí, más recientemente, la regulación de la moneda como dinero que pasó de estar respaldada en patrón oro a lo que actualmente conocemos como el dinero fiduciario o dinero fiat, que es el dinero por decreto, luego de haberse replanteado la política monetaria internacional y hacer propuestas que terminaron en perfeccionarlo.
Si reflexionamos un momento en la historia, en contexto con la avalancha de cambios que está en pleno desarrollo y los retos regulatorios que esto conlleva, es curioso observar que aun cuando el mundo ha cambiado tanto, el concepto de dinero como el medio de pago de curso legal con poder liberatorio ilimitado que extingue obligaciones, no ha variado mucho; la necesidad del comercio sigue siendo la misma: transacciones ágiles y eficientes que generen confianza.
Respecto a la regulación mundial de las criptomonedas y criptoactivos como evolución del dinero, se tienen varias posturas y propuestas que van desde la prohibición expresa, declararlas como monedas de curso legal, unificar en una sola moneda o simplemente considerarlas como instrumentos financieros que requieren una supervisión de una autoridad, posibilitando el intercambio digital libre de valores en Internet.
En ese orden de ideas, no debe perderse de vista que las bases del derecho poseen esa característica de adaptación que puede y debe evolucionar a las necesidades actuales y lo más importante, que las criptomonedas o criptodivisas sean estas consideradas como medio de pago o un instrumento financiero, actualmente son activos de alto riesgo para quienes pueden invertir en ellas.
Asimismo, aun cuando no exista una regulación específica, toda actividad financiera con criptomonedas no deben ir en contra del orden público preestablecido o bien, ser instrumento para materializar actividades ilícitas. Por lo que, antes que prohibir, lo recomendable es regular de una manera inteligente y eficiente para mitigar riesgos de todo tipo, especialmente riesgos de lavado de activos y financiamiento del terrorismo, riesgos operacionales y jurídicos.
Debemos hacer notar que el derecho como el orden jurídico de toda sociedad, tiene una gran responsabilidad de producir una regulación dinámica que sea de fácil adaptación, acompañada de educación financiera, para que exista una innovación equilibrada que permita crear nuevas formas de hacer las cosas, brindando seguridad jurídica para todos, en lo que definitivamente ya está revolucionando lo que hoy conocemos como “dinero”.
Lo cierto es que, en este nuevo capítulo en la historia, la evolución regulatoria tiene un impacto no solo en las finanzas, sino en todos los rubros: revolucionado y replanteando los conceptos de arquitectura e ingeniería en el metaverso, la prestación de servicios profesionales y, sobre todo, es clave para la creación de más oportunidades.