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La Fundación Poma conmemora 40 años de trabajo en El Salvador

Una de las fundaciones más conocidas y respetadas de El Salvador lleva cuatro décadas trabajando por mejorar las condiciones sociales y económicas.

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La Fundación Poma celebró este 12 de septiembre sus 40 años de trabajo en favor del desarrollo económico y social de El Salvador.
En un evento rodeado de empresarios, amigos y familiares, Ricardo Poma, presidente de la institución, rindió homenaje a sus seres queridos que han fallecido, quienes fueron fundamentales en la construcción de uno de los conglomerados empresariales más sólidos de la región.

«Nuestra visión primordial es trabajar incansablemente para que las aspiraciones y el esfuerzo de las personas encuentren un entorno fértil, lleno de oportunidades. Es lo que quienes ya no están con nosotros hicieron, y es lo que seguiremos haciendo», afirmó Poma, ante la ovación de los presentes.
Fundada en 1984, en medio del conflicto armado salvadoreño, la Fundación Poma nació poco después del asesinato de Roberto Poma, hermano de Ricardo y padre de Alejandro Poma, actual vicepresidente de la fundación. La tragedia marcó a la familia y sirvió como inspiración para crear una organización dedicada a mejorar la calidad de vida en el país.

«La creación de la Fundación es el resultado de resignificar una época dolorosa para nuestra familia y la historia de El Salvador», agregó Ricardo Poma.
Durante las últimas cuatro décadas, la Fundación Poma ha liderado programas en áreas clave como educación, salud y cultura, promoviendo valores como la integridad, excelencia y solidaridad.

«Estamos convencidos de que actuar con fidelidad a nuestros valores fomenta una sociedad más armoniosa, equitativa y justa», subrayó el empresario.
Entre las primeras iniciativas de la fundación estuvieron las contribuciones a organizaciones que buscaban aliviar las necesidades de comunidades vulnerables, como la Cruz Roja Salvadoreña y la Asociación Pro Casa Maternal.
En 1996, la familia Poma se unió a otros empresarios para crear la Fundación Salvadoreña para la Salud y el Desarrollo Humano (FUSAL), que desde entonces ha entregado donaciones valoradas en $856 millones y lanzado programas como Libras de Amor, enfocados en erradicar la desnutrición infantil.

En el ámbito educativo, la creación de la Escuela Superior de Economía y Negocios (ESEN) en 1994 ha sido uno de sus mayores logros. A lo largo de 30 años, más de 2,650 estudiantes han egresado de esta institución. La Fundación también ha financiado becas para jóvenes de bajos recursos, beneficiando a más de 3,000 salvadoreños.
El apoyo cultural también ha sido fundamental, destacando la creación del Teatro Luis Poma en 2003, que ha marcado un antes y un después en la escena teatral salvadoreña al ofrecer una programación continua y accesible.

En 2014, la Fundación Poma se asoció con ESEN y la iniciativa estadounidense Social Progress Imperative para medir el Índice de Progreso Social (IPS), lo que permitió evaluar la prosperidad de las comunidades salvadoreñas, reafirmando el compromiso de la institución con el bienestar social del país.

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