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La banca en el mercado de valores – Especial Banca Salvadoreña
Los mercados de valores y el sistema bancario de un país ofrecen opciones complementarias y eficientes de financiamiento para empresas de diversos sectores de la economía.
Los productos bancarios y los bursátiles son complementarios en muchos casos, si combinamos las características de un formato con las del otro, ambos tienen como objetivo definir una estructura financiera optimizada y diversificada en cuanto a fuentes de financiamiento.
En la actualidad, las empresas se reinventan y se vuelven cada vez más creativas e innovadoras respecto a sus opciones de financiamiento, al buscar alternativas que se adapten mejor a sus necesidades. Con el tiempo y la aplicación del ingenio de los financistas, estas estructuras han evolucionado, se han diversificado y han adoptado sofisticadas formas.
El mercado de valores es una de ellas al ofrecer condiciones favorables y atractivas como: tasas de interés competitivas, alta demanda por parte de inversionistas individuales e institucionales; y la posibilidad de diseñar el financiamiento en función de la necesidad concreta de cada proyecto o empresa.
La decisión de cuál alternativa financiera tomar estará en función de la estrategia de crecimiento y la estructura de capital que optimice el costo.
El financiamiento bursátil es una oportunidad que al igual que cualquier otra empresa, es también aprovechada por la banca, permitiéndoles acceder a capital fresco para ampliar su oferta de financiamiento a clientes, generando las condiciones para maximizar su competitividad, y como ya lo hemos mencionado antes, consolidar y fortalecer su estructura de fondeo, sobre todo cuando estas entidades financieras, dependen de un financiamiento principal a través de la captación de depósitos.
Es indiscutible que la actividad de la banca en el mercado de valores está cobrando cada vez mayor importancia. En El Salvador estos actores representan el 30% del total de emisores inscritos en la Bolsa de Valores. (Bancos, asociaciones de ahorro y crédito y bancos cooperativos).
Históricamente la Banca ha utilizado los Certificados de Inversión, y recientemente la Titularización, ambas figuras bursátiles cuentan con la versatilidad para adecuarse a las necesidades de cada una de las empresas.
Como dato histórico, la primera emisión de Certificados de Inversión en el mercado de valores se realizó en el año 1995 por Banco Cuscatlán, emisión por un monto de USD5,7 MM; este evento dio paso a una dinámica importante de emisiones de este tipo por parte del sector financiero, alcanzando desde 1996 hasta diciembre de 2018 un monto acumulado de USD 2,929 MM.
Es clave para las empresas e instituciones bancarias que diversifiquen sus fuentes de financiamiento, buscando generar siempre una ventaja competitiva y la creación de valor, aprovechando los beneficios que les ofrece el mercado de valores salvadoreño.
Es nuestro compromiso continuar apoyando a los diversos sectores de nuestra economía, aportando más y mejores oportunidades de inversión y financiamiento.
¿Por qué decidirse por el mercado de valores?
Financiamiento a la medida: mayor flexibilidad en cuanto a los términos del financiamiento, como montos, plazos, tasas de interés, tipos de interés, garantías, entre otros.
Mayor monto de financiamiento: acceso a montos importantes de financiamiento, debido a la demanda potencial de inversionistas institucionales (Fondos de Inversión, Fondos de Pensión).
Liquidez: dependiendo del entorno, la posibilidad de acceder a un mercado con alto nivel de liquidez (demanda), lo que facilita la colocación y las transacciones de los valores. Reforzado por la estructura de inversionistas que forman parte del mercado de valores integrado.
Estrategia de financiamiento: la posibilidad de crear programas de emisiones que permitan establecer estrategias de fondeo en el corto, mediano y largo plazo.
Imagen corporativa: las empresas ganan mayor credibilidad financiera al cumplir con los requisitos de información y transparencia requeridas.
Aplicación de mejores prácticas: inclusión de buenas prácticas de Gobierno Corporativo, cumpliendo así con requerimientos y estándares internacionales.