FUSADES señala que desigualdades entre las zonas urbana y rural incrementaron

El Departamento de Estudios Sociales de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), emitió su Informe de Coyuntura Social del 2020-2021 en la que advierte la necesidad de asegurar el acceso equitativo de las personas a bienes y servicios ante crisis para garantizar una recuperación inclusiva y sostenible.

El informe se centra en responder las preguntas: ¿qué efectos tuvo la emergencia del COVID-19 en la calidad de vida de diferentes grupos poblacionales?, ¿qué elementos están limitando el desarrollo de capacidades en la primera infancia?, y ¿cómo la continuidad educativa aumenta la probabilidad de acceso a oportunidades de desarrollo de las personas?

El informe señala que en el país la pandemia por COVID-19 no ha afectado a todas las personas por igual y ha hecho evidente la necesidad de reforzar la capacidad de respuesta y resiliencia de los salvadoreños, en especial de las personas en situación de vulnerabilidad.

Señalan los datos de las Encuestas de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) de 2019 y 2020 que evidencian, a su consideración, que la población rural enfrenta mayores retos que la urbana para desarrollar su potencial, ya que cuenta con mayor dificultad de acceso a bienes y servicios básicos.

«Las principales desigualdades que persisten entre ambas zonas son el acceso a internet y a agua por cañerías en los hogares, así como las personas que tienen seguro de salud», considera FUSADES.

Explican que de cada 100 hogares urbanos, 39 poseen internet; mientras que de cada 100 en el área rural, lo poseen 7. Agregan que en el área urbana el 97% de los hogares disponen de agua por cañerías, el acceso disminuye en la zona rural a un 77%.

Consideran que las desigualdades entre las zonas urbana y rural incrementaron entre 2019 y 2020, la diferencia en el acceso a internet entre las áreas cambió de 30.6 a 32.6, y en acceso a agua por cañerías de 17.9 a 19.6.

De forma similar, la brecha entre ambas zonas se amplió al considerar los hogares en situación de pobreza por ingresos y los niños que asistieron al nivel educativo adecuado para su edad.

No obstante, en el caso del seguro de salud hubo un retroceso en el acceso en la zona urbana, y la inseguridad alimentaria empeoró de forma generalizada, así como los hogares en situación de pobreza por ingresos.