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FESPAD: Hubo una política clara de detenciones arbitrarias, ordenadas con abuso de poder
La Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (FESPAD) brindó un informe sobre la evaluación de Derechos Humanos en el país durante el 2020. La investigación analiza la situación de la defensa y respeto de los derechos humanos durante el año.
Según el informe, durante el estudio se hace principal énfasis en la gestión del gobierno central, en atención a la innegable influencia que tiene todo su gabinete de gobierno en la satisfacción o no, de los derechos humanos de la población.
Se explica que se tiene como punto de partida la situación de los derechos humanos del pueblo salvadoreño y de los avances democráticos, al momento de la instauración del gobierno del presidente Nayib Bukele. Así también, las relaciones inter-órganos, sus mutuas influencias y los impactos que esa nueva forma de relacionamiento tiene en la mayoría de la población.
Entre las conclusiones del informe se señala que el 2020 ha sido de una evidente falta de respeto a la Constitución y todo el orden jurídico vigente. Así como, una falta de respeto a la separación y división de poderes, pilar fundamental de la democracia.
FESPAD señala que durante el 2020 existieron graves retrocesos a derechos humanos, de graves violaciones a la dignidad de las personas. Y una política clara de detenciones arbitrarias, ordenadas con abuso de poder, en violencia a la Constitución y a leyes vigentes; el debido proceso legal fue totalmente desconocido por los agresores estatales.
“Se ha marcado un retroceso histórico en los avances democráticos y el respeto a los derechos humanos que se habían logrado con la firma de los Acuerdos de Paz; un retroceso autoritario donde se ha otorgado mucho poder a la fuerza armada, trascendiendo las funciones constitucionales a otras que no le son propias, como es la seguridad pública y se ha militarizado la PNC”, se lee en el informe.
Por último, se señala que se ha profundizado la precariedad de la vida de la mayoría de las y los salvadoreños; en especial, los siempre excluidos y vulnerables, pero también se han incrementado las cifras de pobreza y de extrema pobreza.