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Estabilidad del mercado financiero salvadoreño y la protección de los usuarios
La supervisión del sistema financiero salvadoreño, que incluye a los bancos comerciales y estatales, bancos cooperativos, seguros, mercado de valores, fondos de pensiones y otras entidades financieras que refieren las leyes especiales, es realizada por la Superintendencia del Sistema Financiero (SSF).
Actualmente la SSF supervisa a 10,418 personas naturales, 2,519 personas jurídicas y 308 registros que son patrimonios, sin personalidad jurídica (Registro de Emisores de Valores, Registro de Fondos de Inversión Abiertos), haciendo un total de 13,245 registros.
La SSF trabaja bajo un modelo de Supervisión con base en riesgos desarrollando acciones que garanticen que las entidades supervisadas cuenten con adecuados mecanismos de gestión de los riesgos a los que se exponen. Estos mecanismos cuentan con niveles de solvencia y liquidez, que reflejan una estabilidad del sistema y por ende mayor tranquilidad y beneficio para los inversionistas y los usuarios.
¿En qué consiste la supervisión basada en riesgos?
Anteriormente, la supervisión del sistema financiero se realizaba bajo un enfoque de cumplimiento en la que se verificaba la aplicación de la normativa legal y sus reglamentos, principalmente aquella relacionada con la cartera de créditos, liquidez, solvencia y solidez patrimonial.
Actualmente, en adición a la supervisión de cumplimiento, se ha adoptado la Supervisión Basada en Riesgos (SBR) que permite al supervisor evaluar y dar seguimiento a los diversos riesgos, financieros y no financieros. Riesgos que son inherentes a las actividades que desarrollan las entidades supervisadas, considerando su tamaño, volumen de operaciones y complejidad; de una forma prospectiva, que permita anticiparse a situaciones que afecten su desempeño financiero y operativo.
Para medir los diferentes riesgos (crédito, mercado, liquidez, operacional y de lavado de dinero) se cuenta con modelos de medición que permiten monitorear las operaciones y los flujos de operaciones de efectivo y el flujo diario de remesas: todo lo que ingresa, quién lo remite, y a quién lo recibe.
Lo anterior es posible realizarlo a través de la supervisión de las tesorerías de las entidades; lo que ha permitido impulsar medidas que lleven a las entidades supervisadas a fortalecer los procesos de debida diligencia, y que afinen sus procesos operativos, garantizando de esta forma una mejor gestión y mitigación de los riesgos.
SSF trabaja por la protección a los usuarios
Para proteger a los clientes y usuarios de abusos por parte de los proveedores de servicios y productos financieros, la SSF cuenta con un Programa de Educación Financiera, a través del cual mantiene una campaña permanente realizando charlas y difundiendo mensajes, tanto en medios tradicionales como en redes sociales. El objetivo es informar a los usuarios sobre sus derechos y deberes y que estos además, puedan tener la información necesaria que les permita tomar buenas decisiones financieras.
Por la importancia que el tema de la Educación Financiera tiene para la población, la Superintendencia trabaja en alianza con las entidades e instituciones supervisadas, quienes apoyan el programa en las diferentes acciones que se realizan a nivel nacional. Además, ha firmado cartas de entendimiento que le han permitido beneficiar a microempresarios, jóvenes emprendedores, empleados de instituciones públicas. Las entidades firmantes se han comprometido en capacitar a sus usuarios en temas financieros.
Para quienes ya son clientes financieros y desean realizan consultas por posibles abusos o simplemente para despejar dudas, la SSF brinda asesorías y atiende las denuncias en su Unidad de Atención al Usuario, a través de la cual, de enero a diciembre de 2017, se recibieron un total de 9,909 usuarios, quienes hicieron uso de los diferentes canales de comunicación que ha puesto a disposición la Superintendencia.
Las denuncias atendidas en la Oficina de Atención al Usuario son analizadas por especialistas quienes, de ser necesario, abren procesos de investigación para resolver si la entidad involucrada ha cometido algún tipo de abuso y debe rectificar su error, responsabilizándose del daño o perjuicio de un mal cobro, mal cálculo de tasa o cualquiera que sea la ilegalidad cometida.
Todo lo anterior, son esfuerzos que realiza la SSF con el propósito de que los usuarios del sistema financiero, tengan confianza de que la Superintendencia trabaja para cuidar sus intereses, velando porque el sistema financiero se mantenga sólido, estable y confiable.