Entrevista principal con Félix Ulloa, vicepresidente de la República de El Salvador

Entrevistamos a Félix Ulloa, vicepresidente de la República de El Salvador para el periodo 2019-2024. Él Nos habla sobre su trayectoria como abogado y cuáles serán sus funciones en la nueva gestión. Félix Ulloa, es un abogado que cuenta con estudios en Políticas Públicas, Administración Política,  Banca y finanzas.

¿Qué fue lo que lo motivó a estudiar derecho?

Había algunas series de televisión en esa época en los cuales se perseguía hacer justicia y las víctimas eran personas vulnerables, personas que no tenían recursos. Eso me motivó a considerar que era en la carrera de abogado se podía ayudar a la gente que estaba en ese estado de necesidad.

De hecho, desde el inicio de la carrera pude hacer realidad esos sueños, a través del socorro jurídico que creamos ahí con Roberto Cuéllar en el Externado San José. Después se hizo en la oficina de tutela legal del arzobispado y en la Facultad de Derecho teníamos un socorro jurídico.

Háblenos de su padre, ¿Cómo ha impactado en su vida el legado de su padre?

Desde los años 70, cuando yo ingresé a la universidad mi padre era un funcionario importante en la universidad, en 1970 lo eligieron decano de la Facultad de Ingeniería y a la vez tenía una participación política, era uno de los fundadores del Movimiento Nacional Revolucionario (MNR). Y justamente en 1970 fue postulado para acompañar en la Alcaldía de San Salvador al Dr. Melitón Barba que iba de alcalde por el MNR.  Entonces, miraba una dualidad en mi padre como un académico, un profesional, alguien dedicado al estudio de la ciencia, pero también tenía una participación política, pues estaba sirviendo como decano de la facultad, pero también estaba trabajando en el MNR.

Cuando volví de España, a mi padre lo nombraron rector de la Universidad de El Salvador, así que se volvió a generar ese ejemplo o esa figura de una persona que asume las responsabilidades en momentos muy difíciles, porque la universidad en ese momento era el único espacio seguro donde el movimiento político-social de oposición se podía reunir por la situación de violencia y persecución que se vivía, los movimientos más emblemáticos se realizaban en la facultad de derecho.

Para mi padre, la Universidad de El Salvador era un lugar para expresar ideas, o sea la libre expresión, la libertad de cátedra está garantizada en una universidad, pero otras acciones como grupos armados no era permitido.

En su rol de vicepresidente, ¿Qué mensaje les puede mandar a los abogados?

Generalmente, el gremio de abogados ha tenido un papel protagónico en los hechos relevantes del país, han sido muchos los abogados los que han jugado papeles importantes en momentos de crisis, de transformación, fundacionales. Ahora tengo la expectativa de que en estos cinco años vamos a poder generar un nuevo pensamiento jurídico actualizado, conforme a los tiempos modernos.

Las agendas actuales que la sociedad nos está planteando, no son las mismas que tuvieron los abogados y estudiantes de derecho que redactaron la Constitución de la República de 1950 que prácticamente es la que está vigente ahora. La materia constitucional es la misma, no ha cambiado.

Ellos vieron un futuro en el cual el Estado iba a tener un papel relevante, por eso doctrinalmente la constitución de 1950 fue la que configuró el estado social y de derecho en El Salvador. Fue en esta que se crearon los derechos económicos, el derecho al trabajo, a la salud, a la seguridad social. Se creó el concepto de respeto a la propiedad privada en función social.

En los cambios que hubo en la constitución de 1983, se cambió un poco esa visión, ahora con las sentencias de la Sala de lo Constitucional en las que se determinó la vuelta a un doctrina más humanista e individualista, entonces, se le da al individuo el centro de toda la actuación del Estado.

Bajo ese esquema tenemos que pensar cual es el rol del individuo en el siglo XXI, porque tenemos una constitución que fue redactada hace 60 años, si bien en aquella época sirvió para modernizar el Estado, ahora ya queda obsoleta, hay que actualizar según las nuevas agendas, tenemos temas que antes no se podían prever.

Como vicepresidente, ¿qué rol espera desempeñar?

Lo que hemos hablado con el presidente Bukele es que el vicepresidente constitucionalmente no tiene ninguna función determinada, más que sustituir al presidente. Y la experiencia de otros vicepresidentes ha sido asignarles una cartera de Estado. En este caso, he decidido no tener ninguna responsabilidad en un ministerio o cartera de Estado.

Queremos tener la visión global de toda la administración y no estar amarrado a una cartera, porque eso quita la visión global. Tener esa posibilidad de estar repensando el país, de ver cómo trabajar las áreas de la integración centroamericana, para ver si al final de los 200 años que tenemos de independencia que será en el 2021, tengamos una república madura para ver el futuro. No podemos seguir pensando de una manera provinciana, de ver las cinco provincias de manera aisladas. Cada una de ellas son irrelevantes en el concierto internacional, pero unidas seríamos una nación importante en la región latinoamericana e internacional.

La idea es que El Salvador empiece a trabajar y convocar al resto de países en Centroamérica para fortalecer y reiniciar un proceso de integración fortaleciendo las instituciones actuales del sistema y ver si se puede llegar a tener una constitución centroamericana como tienen los europeos.

Hemos visto que usted ha estado en el trabajo de cooperación internacional con otros países, ¿va a seguir desarrollando esa área?

En lo que quepa sí, porque esa función la hace generalmente los ministerios de manera bilateral con sus contrapartes o la cancillería a nombre del Estado en general.  Estamos platicando con la Organización de Naciones Unidas, para recibir asistencia técnica y  crear la CICIES. Esta comisión internacional contra la corrupción y la impunidad que creemos que debe ser parte de esa asistencia que los organismos multilaterales dan para garantizar su fortalecimiento, su independencia y su efectividad.

¿En cuánto tiempo cree usted que puedan implementar la CICIES en El Salvador?

Nosotros queremos empezar desde la primera semana. Hay una posibilidad que el presidente Nayib Bukele emita un decreto presidencial para crear esta comisión ya, y que comience a trabajar y  hacer todos estos convenios internacionales. Cuando todo estos convenios estén aprobados, firmados por el ejecutivo, pasen a la Asamblea Legislativa y sean ratificados y serán parte del orden jurídico interno.

¿Cuál es el principal objetivo como Gobierno? y ¿cuál es la apuesta que ustedes están haciendo?

Bueno, hay varias, sobre todo a partir de los problemas que hemos identificado como los problemas más urgentes y de la que la población está demandando solución inmediata. Tenemos el caso de la inseguridad, la delincuencia, la acción de los grupos de crimen organizado. También el tema del crecimiento económico, porque hay una migración forzada. Todos los días alrededor de 300 personas, sobre todo jóvenes salen del país.

Para combatir los temas de las pandillas y de la violencia hay unas líneas de acción que se van a implementar desde la recuperación de territorios, hasta el tema más importante en ese enfoque que es la prevención. Quitarle a las pandillas ese vivero que son los niños con programas de asistencia para la niñez, para la juventud, luego al que sale de la cárcel darle la oportunidad de reinsertarse. Hay programas para prepararlos para darles formación mientras guardan prisión y luego puedan integrarse a la población.

En el caso de la reactivación económica, tenemos la decisión de trabajar de la mano con el sector privado, atraer mayor inversión extranjera, darle a la economía dinero fresco. El presidente ha ofrecido una inyección económica de varios miles de millones en los primeros días.

De hecho, mi última visita en Houston era para visitar empresarios salvadoreños que tienen interés en invertir en proyectos de desarrollo en las comunidades, lo que le dará a la economía una sustentabilidad al ser dinero y fondos que van a ir a fortaleces las MYPES, que son las que pueden sostener la economía desde las bases. Con las grandes empresas hay conversaciones, se van a mantener los beneficios que hasta ahora se han dado. No hay ninguna visión de poner más impuesto, creemos que lo que hay que mejorar es la captación. El país deja de percibir un aproximado de dos mil millones de dólares cada año en deducción y evasión; y esta no es una cifra inventada está Global Financial Integrity.

Además, la corrupción que es otro factor la vamos a combatir de entrada. No vamos permitir corrupción porque los corruptos están en el gobierno, son los funcionarios, pero los corruptores están fuera y es ahí donde está la mayor pérdida del Estado.

Este nuevo gobierno no tiene muchos diputados, ¿cómo lograrán realizar cambios legislativos con el apoyo de la mayoría de diputados?

Yo creo que las relaciones van a ser institucionales entre órganos, que están integggggrados por personas y las personas tienen opciones políticas.

En el caso de la Asamblea Legislativa, es el escenario político por excelencia. La visión es buscar la creación de consensos, mantener un diálogo permanente y asegurar que cada propuesta que se lleve a la Asamblea Legislativa, será consensuada con los sectores interesados.

Por ejemplo, si una propuesta va a impactar la industria, discutirla con los industriales, si es algo que va a impactar las exportaciones, discutirla con los exportadores. De esta manera, los diputados no le van a decir que no a una propuesta, porque eso estaría afectando a amplios sectores de la población y eso le daría una descalificación a la Asamblea Legislativa, que en el 2021, el pueblo pasará la factura.

¿Qué le diría a la población salvadoreña?

 Que ha llegado el momento de las soluciones para El Salvador y vamos a trabajar juntos para generar las oportunidades que se les negaron a muchas generaciones. Nos hemos comprometido a Gobernar con transparencia y bajo el principio de rendición de cuentas.

El pueblo será testigo de que nuestro país será un ejemplo para todos, porque vamos a garantizar la modernización y eficiencia de la nueva administración pública.  El pueblo quiere cambios profundos y haremos nuestro mayor esfuerzo para cumplirles. Su mandato de combatir la corrupción y la violencia que les agobia día a día, será cumplido.