Artículo
Encuesta sobre Corrupción en América Latina 2020: la perspectiva de El Salvador
Escrito por: Julio Vargas y Óscar Torres – socios de García & Bodán.
Recientemente se llevó a cabo la “Encuesta sobre corrupción de América Latina 2020”, realizada y publicada por Miller & Chevalier Chartered y 14 firmas legales asociadas.
Los resultados de la encuesta han llegado a la conclusión, que a pesar del reciente progreso en normativas anticorrupción en América Latina y sucesos positivos sobre dichos temas, el riesgo de corrupción está en su punto más alto en toda la región, con relación a lo reportado en los últimos años.
COVID-19 y corrupción
Los resultados de la encuesta, que se realizó justo antes del brote de COVID-19, ofrece importante información para comprender los desafíos actuales de la región.
Los esfuerzos de cumplimiento corporativo crecen
La encuesta revela que más compañías, tanto compañías locales/regionales como multinacionales, están adoptando los estándares corporativos de cumplimiento de anticorrupción, una tendencia que ha aumentado constantemente en la última década.
Aspectos destacados de la encuesta adicional
Cerca de 1,000 oficiales de cumplimiento, altos ejecutivos, directores y abogados internos participaron en la encuesta, quienes evaluaron la familiaridad de los encuestados con las leyes de anticorrupción locales, la investigación de los gobiernos locales y los esfuerzos de cumplimiento y los pasos que sus propias compañías están tomando para combatir la corrupción.
• Los encuestados de compañías multinacionales tienen la misma probabilidad que las compañías locales/regionales de pensar que han perdido negocios por competidores corruptos. Un cambio desde 2012 y 2016, cuando las compañías locales/regionales percibieron más negocios perdidos debido a la corrupción.
• Mientras que al menos el 70% de los encuestados en toda la región clasifican a los partidos políticos (77%) y al poder legislativo (70%), como las dos áreas de gobierno en las que existe «corrupción significativa», otras áreas gubernamentales también registran un alto riesgo. Entre el 60% y el 70% de los encuestados clasifican al poder ejecutivo, el poder judicial, la policía, los gobiernos municipales/locales y las empresas estatales como significativamente corruptos.
En lo que respecta a nuestro país, resaltan los siguientes datos:
• En el entorno de Compliance nos encontramos dentro de la categoría de países “menos desarrollados”
• 72% de los encuestados considera que las leyes locales anticorrupción son ineficaces
• El 80% de los encuestados tiene políticas anticorrupción
• Solo un 20% tiene mecanismos de reportes anónimos
• También un 20% conduce procedimientos de diligencia debida en fusión societaria
Se ve un claro contraste, entre los esfuerzos del sector privado por implementar y capacitarse en materia de anticorrupción, con una preocupante mala percepción y pesimismo de los encuestados, sobre la efectividad de las instituciones públicas en el combate a este mal que tanto aqueja nuestra región.
La desconfianza en el sistema y que los casos que se denuncien, lleguen efectivamente a ser procesados y condenados, es un grave desalentador de la inversión extranjera en cada uno de los países. Nadie querrá ir a competir a un mercado donde no se tiene certeza que las reglas sean iguales para todos, o que los recursos que se inviertan para entrar a un mercado, en donde se sabe que se tiene la capacidad y calificación para iniciar negocios de manera exitosa, se vean desbalanceados por la corrupción.
Nuestro país todavía se encuentra en un letargo en materia de anticorrupción, y las encuestas son un claro ejemplo de lo que se vive día a día. No podemos obviar el gran esfuerzo de muchas empresas del sector privado. Pero sin un esfuerzo concreto del sector público este flagelo persistirá y no podremos ver cambios significativos a corto plazo.
Nuestro país todavía se encuentra en un letargo en materia de anticorrupción, y las encuestas son un claro ejemplo de lo que se vive día a día. No podemos obviar el gran esfuerzo de muchas empresas del sector privado. Pero sin un esfuerzo concreto del sector público este flagelo persistirá y no podremos ver cambios significativos a corto plazo