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El tesoro más valioso de mi negocio llamado marca
Escrito por: Lorena Cruz Heredia de Amaya | Especialista en Registros y Marcas | Despacho Heredia y Asociados
Todos vivimos en un mundo donde desde el momento en que nacemos nos reconocen por un nombre, un número de identificación, que nos hace únicos y diferentes a los demás; donde no cabe duda, que te identifican y te reconocen por eso, y sobre todo, porque somos dueños de lo que nos hace diferente a los demás y como consecuencia nos obligan a registrarnos, reconociendo la identidad como algo de carácter universal, en donde el registro tiene un papel muy importante que jugar en el día a día de todos desde el momento en que nacemos.
Así y ya entrando en materia, las marcas y un signos que utilicemos dentro de nuestras relaciones sean estas comerciales, culturales, entre otras, son importantes; podemos decir que es un mecanismo que ocupamos para distinguir o diferenciar de la competencia de otros lo que hacen, venden, o realizan tareas similares a las nuestras y que debemos de proteger, para evitar una confusión y que nuestros clientes no se equivoquen a la hora de elegir, comprar y usar.
Pocas veces nos ponemos a pensar que nuestra marca forma parte del patrimonio de nuestro negocio, de un activo importante, que debemos de cuidar y para ello, saber, que existen mecanismos de protección para que nadie utilice algo que nos pertenece y lo que conlleva a la identidad y al éxito de un producto dentro del mercado específicamente en el área que lo utilizamos.
Mi artículo va para aquellos emprendedores, aquellos artesanos y productores, que dan todo lo mejor en sus productos y servicios, en lo que
deben de cuidar no solo la calidad, sino también, el nombre bajo el cual se han distinguido y han crecido dentro del mundo comercial y al cual le deben de dar toda la protección legal necesaria, para que nadie se apropie del mercado de consumidores que les ha costado conquistar, específicamente del esfuerzo intelectual creativo y del cual se tiene propiedad e importa proteger comercialmente hablando.
La creación siempre ha sido importante y es en materia legal llamada Propiedad Intelectual, donde se protege y donde cada día lo vemos más necesario, ahora en pleno siglo XXI podemos afirmar que la Propiedad Intelectual se ha convertido en esa caja fuerte donde protegemos el tesoro de nuestros negocios y al cual denominamos Marca.
El ser humano, que ofrece productos y servicios, se ha convertido en un verdadero inventor; en donde el ingenio, idea, creación, sentimiento, inspiración, iniciativa, nos sorprende todos los días en el quehacer comercial, cultural entre otros. Nos obligan a cuidarlos, hacen que debamos legalmente protegerlos de los demás competidores, cuidar, de lo que para ellos se convierte en su creación y al cual le dan el valor más preciado de su negocio, no solo porque los hace únicos y distintos dentro del comercio sino porque los identifica de los demás y a lo que con pasión le llaman “MI MARCA”.
De la importancia que esto tiene debemos decirles a los emprendedores y a los dueños de negocios de productos y servicios, que existen Convenios Internacionales como el de Paris y el de Berna que buscan proteger la Propiedad Intelectual y para ello se ha creado la Organización Mundial de Propiedad Intelectual, a la que abreviamos como OMPI.
Es necesario, que entendamos que el registro de nuestra Marca, nos traerá hoy en día, una ventaja económicamente hablando, ya que debemos de tener claro, que la marca del negocio, es un despegue comercial ante la sociedad y sobre todo ante los consumidores; sean estos comerciantes
pequeños o sociedades mercantiles, que buscan tener una identidad propia en un un espacio comercial que los distinga no solo a nivel nacional sino también porque no decirlo internacional también.
Dos aspectos que debemos de tener claro al momento de registrar nuestra marca y quizás me atrevería a decir al momento de crearla para ser únicos son:
La marca DEBE ser distintiva
La marca NO DEBE inducir a engaño al consumidor
Cuando hablamos de distintiva, quiere decir, que la marca debe de distinguirse de otras, es decir, permitir al consumidor reconocerla y diferenciarla de los demás. Recordemos que aquí juega un papel muy importante los nombres, palabras, dibujos, objetos, colores, entre otros, con el único objetivo de identidad ante los consumidores.
Y al decir, que la marca no debe inducir a engaño al consumidor, quiere decir que la misma, no debe de ofrecer o dar a entender al cliente características que no ofrezcan o que no tengan sus productos o servicios, porque de lo contrario estaríamos engañando a nuestro cliente.
El registro de una marca se realiza en el país donde se va a comercializar el producto o donde se va a prestar el servicio, es decir en el país de origen y también puede realizarse en el extranjero; recordando que se hace para proteger y tener el uso exclusivo de la misma.
Es importante recordar, que antes de iniciar el proceso de registro de una marca, debemos cerciorarnos que la marca que deseamos ocupar no este previamente registrada por otra persona.