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El Futuro de la Industria de ALD
Juan Carlos Ariza, CAMS-FCI*
En 1970 Estados Unidos promulgó la Ley de Secreto Bancario, conocida por sus siglas en ingles como “BSA”, que marcó el inicio de la lucha contra el blanqueamiento de capitales. Más de 50 años después, todavía queda un largo camino por recorrer, ya que, el éxito del esfuerzo por prevenir el lavado de dinero es cercano al 1% del monto total del dinero ilegitimo integrado al sistema financiero global.
Según un estudio publicado por LexisNexis® Risk Solutions el costo de ALD para el sector financiero en los Estados Unidos se ubicó alrededor de 25.3 millardos de dólares anuales, siendo las pequeñas y mediana entidades las mas impactadas por los estrictos y costosos controles exigidos por las leyes y regulaciones aplicables.
Igualmente, el impacto de los estándares internaciones para ALD afectan mas a países en desarrollo con economías mas pequeñas y con menor población, toda vez que las exigencias son muy similares globalmente, independientemente de los recursos y del tamaño de la economía.
Por otra parte, de acuerdo a la Organización Naciones Unidas, la cantidad de dinero lavado anualmente es cercano al 2,5% del PIB global, o alrededor de 2 billones dólares ($2.000.000.000.000).
Comparando el alto costo de ALD con los modestos resultados a nivel global, definitivamente queda mucho trabajo por hacer; y ¿que significa esto? ¡La respuesta es muy simple, OPORTUNIDAD!
Las obligaciones de ALD impuestas a las entidades financieras y a algunas no financieras, crearon una industria conexa al sector financiero, la de ALD. En las décadas de los 70, 80 y 90’s, hubo importantes esfuerzos, pero no fue sino después de los ataques del 11 de Septiembre de 2001 que esta industria tomo mayor relevancia, principalmente como consecuencia de la promulgación de la ley conocida por su acrónimo en ingles como “PATRIOT ACT”, la cual aumenta los controles exigidos a las instituciones financieras y además incluye las tipologías de financiamiento de actividades terroristas como parte del concepto de crimen financiero, y en consecuencia también sujeto a diversos controles.
A pesar del rápido e inmenso crecimiento de la industria de ALD a nivel global, es evidente de acuerdo a las estadísticas que hay mucho por hacer para mejorar de forma significativa la eficacia del esfuerzo de ALD en el mundo entero.
En los últimos 5 años se ha hablado mucho de los beneficios de la inteligencia artificial para
optimizar el esfuerzo de ALD y reducir costos. Adicionalmente, la pandemia del COVID-19 aceleró el desarrollo y mejoramiento de tecnologías, y su implementación en muchas industrias, incluida la financiera y ALD.
Aunque estas nuevas tecnologías traerán grandes beneficios en términos de eficacia y costos, por si sola no es mas que parte de lo que hay por hacer. A pesar de lo que muchos piensan, el factor humano seguirá siendo un factor primordial en la lucha contra el lavado de dinero y en el mejoramiento del esfuerzo realizado por el sector financiero.
Muchos empleos serán reemplazados por estas nuevas tecnologías, pero otros nuevos y muy probablemente de mayor calificación serán necesarios. Es una transformación mas que un reemplazo del factor humano. Aquellos quienes trabajan en ALD tienen el reto de transformarse y evolucionar para adaptarse a los nuevos tiempos, en los que no es suficiente tener un instinto investigativo y entender tipologías, flujos de capitales, estructuras legales, sanciones internaciones, regulaciones, etc. La industria ha ido cada vez más hacia la administración de riesgo, mediante el uso de modelos dinámicos, cualitativos y cuantitativos, que requieren personal calificado para su desarrollo, administración e implementación.
Los profesionales de ALD deben adaptarse también a estos cambios. No basta un titulo universitario o técnico, quienes aprovechen la gran variedad de herramientas educativas como certificaciones, congresos, talleres, seminarios, licencias, entre otra, estarán en posición ventajosa, ya que, la verdadera especialización será la que marque la diferencia entre dos candidatos a un empleo, en todos lo niveles.
Por otra parte, nuevos negocios, pequeñas y medianas empresas han nacido como respuesta a la necesidad de abaratar los costos para tener acceso a estas nuevas tecnologías, de forma tal que no solo las principales instituciones financieras del mundo se beneficien sino todas en general. Proveedores de tecnología, firmas de abogados, consultores de riesgo, son solo algunos ejemplos de sectores que se están beneficiando de esta transformación.
ALD debe ser una de las industrias más dinámicas si de verdad se quiere una lucha mucho más productiva contra el lavado de dinero, ya que, a medida que se van implementando nuevos controles, los criminales van desarrollando nuevas tipologías. ALD debe dejar de ser un proceso reactivo para ser más proactivo y cerrar espacios a los criminales, la innovación y la especialización son elementos fundamentales para aumentar ese 1% de eficacia exponencialmente.
Estamos viviendo tiempos de conceptos e ideas muy novedosas, inteligencia artificial, cripto-monedas, “blockchain”, “machine learning”, trabajo remoto, reuniones virtuales, son solo ejemplos de lo que viene, Los siguientes 10 años son de reinvertirse, de ideas novedosas que un cambio fundamental de cómo se hacen las cosas. Si no, estaremos atascados en ese 1% de eficacia por muchos años más.
* Juan Carlos Ariza es abogado especialista en derecho mercantil con 25 años de experiencia en
el área corporativa y de cumplimiento, y cuenta con mas de 16 años de trayectoria en la industria financiera como especialista en anti-lavado de dinero y sanciones internacionales. Actualmente Juan Carlos es Vicepresidente Senior, Jefe de Cumplimiento y Anti-lavado de Dinero de la División de Gestión de Patrimonios de Amerant Bank, EE.UU., y cuenta con la certificación de anti-lavado de dinero “CAMS”, una certificación avanzada en investigación de crímenes financieros “FCI”, ambas de la Asociación de Especialistas Certificados en Anti-lavado de Dinero (ACAMS por sus siglas en inglés). Adicionalmente cuenta con la certificación de la Sociedad de Practicantes de Fideicomisos y Sucesiones (STEP por sus siglas en inglés). Juan Carlos es autor de diversos artículos y trabajos en temas de anti-lavado de dinero y ha sido orador en su condición de experto en anti-lavado de dinero en diversas conferencias internacionales en México, Panamá y los Estados Unidos.
El presente artículo refleja puntos de vista estrictamente personales de su autor y no representan la posición o política oficial de su empleador. Adicionalmente, este artículo no contiene ni pretende hacer ofertas o recomendaciones en productos de inversión de ninguna especie.