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El cumplimiento de las leyes, clave en el éxito de las políticas de seguridad en El Salvador
El congresista Andy Biggs, abogado, político y miembro de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, aseguró que la aplicación de la ley ha sido vital para la reducción de la violencia.
Andrew Steven Biggs es un abogado y político estadounidense que representa el 5.º distrito congresional de Arizona en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Republicano.
El respeto y cumplimiento de las leyes en El Salvador ha sido un factor determinante en el éxito de las políticas de seguridad implementadas por el presidente Nayib Bukele, reconoció el legislador estadounidense Andy Biggs, representante por Arizona, durante una sesión del Comité Judicial del Congreso de Estados Unidos.
En su intervención, Biggs destacó que uno de los pilares del Plan Control Territorial y la guerra contra las pandillas ha sido la efectiva aplicación de la ley, en particular contra los grupos criminales. Según el congresista, el funcionamiento coordinado de policías, militares, jueces, fiscales y custodios en centros penales ha sido fundamental para desarticular a las pandillas que durante décadas sembraron el terror en El Salvador.
«Acabamos de estar en El Salvador. Vimos cómo funcionan las leyes. Arrestaron a 70,000 pandilleros y ahora tienen el país más seguro del hemisferio occidental. Es interesante ver a El Salvador cuando se trata de hacer cumplir las leyes», afirmó Biggs ante el Comité Judicial, el cual examina cómo los crímenes violentos están afectando a los negocios en Estados Unidos, especialmente en aquellos estados con leyes más permisivas.
El cumplimiento estricto de las leyes en El Salvador contrasta con las décadas anteriores, cuando las pandillas se fortalecieron bajo un sistema judicial que, influenciado por agendas internacionales, a menudo favorecía la impunidad.
Durante los años 90, organizaciones no gubernamentales y algunos gobiernos promovieron leyes que se alejaban de la realidad salvadoreña, en lo que muchos críticos llamaron “leyes para suizos”, porque su aplicación contrastaba con las necesidades coyunturales.
Este contexto permitió que las pandillas reclutaran a menores de edad para cometer crímenes atroces. Muchos jueces, influenciados por abogados defensores, justificaban la liberación de delincuentes mediante interpretaciones ambiguas de la ley o aprovechando vacíos legales, lo que prolongaba el clima de inseguridad.
La aplicación de la ley y las reformas institucionales en El Salvador han resultado en la captura de miles de pandilleros y la reducción significativa de la violencia, posicionando al país como uno de los más seguros del hemisferio, de acuerdo al gobierno.