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Documento electrónico tributario: oportunidades y desafíos para la recaudación de los tributos.

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Escrito por: Luis José Samayoa Rodríguez | Master en Tributación Internacional y Asesoría Jurídica de Empresas | Decano de la Universidad Nueva San Salvador

A finales de 2019 e inicios de 2020, el Ministerio de Hacienda de El Salvador daba los primeros pasos informando sobre un plan piloto de implementación de un sistema de facturación electrónica, como parte de la optimización, actualización, control y mejora recaudatoria de los impuestos.

Esta herramienta puede llegar a ser una ayuda importante en la relación del fisco y los contribuyentes, siempre y cuando se tomen algunas consideraciones a lo largo del tiempo que conlleva la implementación de este sistema novedoso que ya ha sido implementado y se ha ido consolidando en países a lo largo del mundo, en especial en países de Latinoamérica como Chile, México, Brasil, Guatemala, entre otros. 

Recientemente el Ministerio de Hacienda ha implementado un programa que forma parte del plan de gobierno que actualmente impulsa el ejecutivo, con el objeto de modernizar y coordinar de manera más actualizada y eficaz los sistemas tributarios en El Salvador.

Para ello, se ha ejecutado un plan piloto en donde se han sumado algunas empresas catalogadas por la Dirección General de Impuestos Internos como grandes contribuyentes, quienes han iniciado a dar los primeros pasos con la emisión de los documentos electrónicos tributarios (DTE).

El DTE es un documento electrónico que respalda las operaciones tributarias, generando un archivo electrónico por el emisor, quien lo transmite a la Administración Tributaria, la cual lo recibe y almacena en su base de datos, para luego validarla y emitir una autorización digital por cada documento (factura de consumidor final, comprobante de crédito fiscal, etc.) que los contribuyentes emitan en sus transacciones diarias de entrega de bienes o prestaciones de servicios, generando una autorización en tiempo real, es decir, en el momento que se realice la transacción. 

Con base a las experiencias que otros países han tenido en el tema a lo largo del tiempo y lo manifestado por parte del Ministerio de Hacienda, dentro de los beneficios más importantes que puede traer consigo la implementación de un sistema de facturación electrónica se pueden mencionar: 

  1. Erradicación del papel, ya que se desmaterializan los documentos tributarios (a priori), impactando de manera positiva el medio ambiente. 
  2. Disminución de costos operativos. 
  3. Disponibilidad inmediata del documento.
  4. Minoración del margen de error en elaboración, registro, contabilización y declaración de documentos.
  5. Seguridad gracias a la firma digital del emisor, la cual iría incorporada en el documento que se emite. 
  6. Mejora en los mecanismos de control y cumplimiento de obligaciones tributarias. 
  7. Dinámica en la economía y los comercios que se generan en canales digitales. 

Sin embargo, como todo mecanismo nuevo y de innovación, este sistema trae consigo algunos desafíos que deberán irse analizando y solventando a lo largo del tiempo por parte de los actores que están involucrados en esto. Algunos indicadores que deberán ser tomados a consideración e ir siendo solventados son los siguientes:

  1. Reformas sustanciales a las normativas tributarias y armonización de leyes supletorias que se vinculen a este sistema de facturación electrónica. Para la automatización de la facturación en El Salvador, es necesario conocer todos los aspectos legales que la involucran, partiendo desde lo que dice de manera expresa la Constitución de la República en su artículo 101 referente al orden económico, respondiendo el estado a principios de justicia social en la búsqueda de la mejora productiva y uso racional de los recursos.

En ese sentido, deberán implementarse reformas desde cambios a lo que reza el Código Tributario en su artículo 113 y 114 referentes a las obligaciones formales de emisión de documentos, en el sentido de que si se implementa en un momento dado un sistema de facturación electrónica obligatorio, se deba eliminar cualquier requisito que conlleve a mantener resguardo de documentos en papel, como parte de los cumplimientos formales en materia tributaria, en especial para que el contribuyente pueda tener una normativa clara y estar debidamente preparado para poder atender requerimientos administrativos en procesos de control como fiscalizaciones y verificaciones que realiza la Administración Tributaria.

  1. Documentos apócrifos. Significa estar preparadas para el tratamiento a seguir en caso que se generen documentos falsos que carezcan de legalidad y autenticidad. Para ello, el armonizar las normativas supletorias del Derecho Tributario como la ley de firma electrónica, ley sobre el comercio electrónico, será de vital ayuda para erradicar este desafío. Tipificar conductas de esta naturaleza y penalizarlas, pueden sumar significativamente para que se fomente una cultura y educación fiscal a lo largo del tiempo. 
  2. Calidad de los datos. Estar preparados ante posibles inconsistencias que surjan en la parte informática, las cuales deberán ser subsanadas con prontitud o deberán establecerse planes de acción de riesgo para poder ejecutarse en caso que pueda haber problemas de esta naturaleza, especialmente cuando se masifique el sistema de facturación para el resto de contribuyentes. 
  3. Riesgo de inactividad. Si la administración falla por períodos largos en reaccionar ante situaciones concretas se corre el riesgo de perder el efecto subjetivo sobre el comportamiento voluntario.
  4. Conectividad. Este indicador es sin duda de los más importantes ya que se requiere que los involucrados cuenten con un servicio de internet lo suficientemente apto para poder ejecutar el uso y cumplimiento de los procesos que conlleva el sistema de emisión de documentos electrónicos tributarios. 
  5. Cultura y educación fiscal. La voluntariedad y la posterior obligatoriedad a la que este proceso será sometido de cara a la población, deberá proyectarse de manera consciente, bajo las buenas prácticas y la transparencia para poder motivar a los contribuyentes a sumarse en la actualización del sistema tributario, convirtiéndose en una práctica cotidiana que permita a la población la importancia de la tributación, el manejo transparente y palpable de los recursos que se obtienen gracias a la tributación y la búsqueda del desarrollo sostenible, gracias a la implementación de sistemas innovadores que apoyen la recaudación de recursos para atender las necesidades que posee el país. 

No cabe duda que un sistema de facturación electrónica en El Salvador puede traer grandes oportunidades de mejora. Sin embargo, el compromiso y la voluntariedad de las partes involucradas en este proceso, serán claves para que esto pueda funcionar y ayude en el control y recaudación de los tributos, bajo una hoja de ruta que incorpore esos objetivos y metas para la mejora continua y el desarrollo económico y social en El Salvador.

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