Legal
Debate legal en Estados Unidos por contradictorio indulto de Joe Biden a su hijo
Cuando Joe Biden asumió la presidencia de Estados Unidos en 2021, uno de los principios que subrayó en múltiples ocasiones fue su compromiso con la imparcialidad de la justicia. Aseguró que, bajo su mandato, nadie estaría por encima de la ley, incluyendo su propia familia. Sin embargo, al borde de su salida del poder, el presidente rompió con su palabra al conceder un indulto “total e incondicional” a su hijo, Hunter Biden, quien había sido condenado por delitos fiscales y por mentir en un formulario para adquirir un arma.
Esta decisión ha provocado un aluvión de críticas, tanto desde el interior de su propio partido como desde la oposición republicana, que ya había señalado con insistencia los vínculos sospechosos entre el joven Biden y las empresas extranjeras.
El anuncio fue realizado por la Casa Blanca el domingo por la noche, y detalló que Hunter Biden sería perdonado no sólo por los cargos ya establecidos, sino también por cualquier otro presunto delito cometido entre 2014 y 2024. Este amplio perdón ha sido calificado como uno de los más extensos que se hayan otorgado en la historia reciente de Estados Unidos, y deja claro que cualquier futuro proceso judicial relacionado con su vida personal y profesional está cerrado.
Biden justificó su decisión alegando que su hijo fue “señalado únicamente por ser mi hijo”, insinuando que las acusaciones contra él fueron instigadas por intereses políticos para dañar su presidencia.
Este giro de Biden ha dejado perplejos a muchos, especialmente cuando el presidente había afirmado en el pasado que no intervendría en los casos judiciales que involucraran a su familia.
De hecho, en junio de este año, Biden había declarado de manera enfática: “Acato la decisión del jurado. No lo indultaré”.
Sin embargo, la reciente decisión del mandatario ha dado un giro inesperado, lo que alimenta las críticas sobre el uso del indulto como herramienta política, algo que no es nuevo en la historia de la Casa Blanca, pero que hasta ahora no había llegado tan cerca del núcleo familiar del presidente.
Uno de los argumentos más fuertes utilizados por Biden para justificar el perdón fue el de la politización de la justicia. El presidente alegó que la persecución judicial contra su hijo no fue una cuestión de legalidad, sino de “política cruda”.
En su comunicado, Biden señaló que los cargos que enfrentaba Hunter surgieron por presiones de sus oponentes políticos en el Congreso, quienes buscaron usar a su hijo como una herramienta para atacarlo.
Este razonamiento ha sido similar al esgrimido en el pasado por Donald Trump, quien también denunció el uso de la justicia con fines políticos durante su mandato.
Las críticas
Diferentes medios estadounidenses, como Los Angeles Times y The New York Times, y otros importantes de diferentes países, han recogido diferentes reacciones contrarias a la decisión del presidente.
La respuesta republicana no se hizo esperar. Los líderes de la oposición no tardaron en acusar a Biden de hipocresía, argumentando que al indultar a su hijo, el presidente no solo rompió su promesa de no interferir en la justicia, sino que además utilizó el poder presidencial para proteger a su familia de las consecuencias legales. James Comer, presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, fue uno de los primeros en condenar la medida, tachando a Biden de mentiroso y acusando a la Casa Blanca de usar su influencia para evitar que Hunter enfrentara las consecuencias de sus actos.
Dentro del propio partido demócrata también surgieron voces críticas. De acuerdo a la BBC, el gobernador demócrata de Colorado, Jared Polis, expresó su decepción por la decisión de Biden, argumentando que el presidente había puesto los intereses de su familia por encima de los del país.
“Este es un mal precedente”, afirmó Polis, sugiriendo que este tipo de decisiones podrían ser abusadas por futuros presidentes y empañar la reputación de Biden, especialmente cuando se considera su historial de lucha por la justicia y la transparencia.
Hunter Biden, de 54 años, ha sido una figura controvertida en la política estadounidense desde que su nombre comenzó a asociarse con negocios en Ucrania y China, lo que le valió las constantes acusaciones de corrupción por parte de los republicanos.
La situación se complicó aún más cuando, en 2018, se descubrió que Hunter había mentido en un formulario para comprar un arma, lo que le habría valido hasta 25 años de prisión.
Además, su implicación en un caso de evasión fiscal le exponía a una condena de 17 años adicionales.
El indulto de Biden no solo lo exonera de estos cargos, sino que lo protege de cualquier posible acusación futura durante la próxima década.
Este acto de perdón no es el primero en la historia de Estados Unidos, pero sí es uno de los más llamativos debido a la relación directa entre el presidente y el beneficiario del indulto. Bill Clinton perdonó a su medio hermano Roger Clinton, condenado por posesión de cocaína, y Donald Trump concedió un indulto a su consuegro, Charles Kushner, involucrado en un escándalo de fraude y manipulación de testigos.
Sin embargo, el indulto de Biden a su hijo ha sido percibido como una decisión que pone en riesgo la integridad del sistema judicial, ya que subraya la fragilidad de las promesas presidenciales de imparcialidad.
Los expertos en derecho constitucional han señalado que el uso de los indultos presidenciales a familiares cercanos podría sentar un peligroso precedente. Aunque el poder de conceder indultos está otorgado por la Constitución, su uso para beneficiar a miembros directos de la familia presidencial podría normalizar el abuso de esta prerrogativa, creando un sistema de “justicia para algunos”.
Como recordó la historiadora Alexis Coe, la intención de los redactores de la Constitución nunca fue que el indulto se convirtiera en una carta de salida para las familias presidenciales en apuros legales.
En El Salvador también hay indulto
En la ley salvadoreña, el indulto es una facultad del presidente de la República que le permite perdonar parcial o totalmente la pena impuesta a una persona condenada por un delito, eximiéndola de cumplir la sanción penal.
La Ley Especial de Ocursos de Gracia es la que rige esta facultad presidencial, además de las amnistías y la conmutación de penas.
El indulto es un perdón o gracia de la condena que impone una sentencia firme ejecutoriada.
El indulto no puede ser otorgado en ciertos casos, como cuando la persona condenada ha incurrido en delitos de lesa humanidad, genocidio, tortura, desapariciones forzadas o aquellos relacionados con crímenes graves que atentan contra los derechos humanos. Además, la Constitución establece que el indulto debe ser aprobado en los términos y condiciones establecidos por la ley, y su otorgamiento no puede menoscabar el orden público ni las disposiciones constitucionales relacionadas con los derechos fundamentales.
En cuanto al procedimiento, el indulto puede ser solicitado por el condenado o por terceras personas en su nombre, y el Presidente de la República tiene la potestad de concederlo de manera discrecional.