Diálogo con Expertos
Conversando sobre Justicia Digital en El Salvador con Doris Luz Rivas
Conversamos con la actual Magistrada de la Sala de lo Penal, Lcda. Doris Luz Rivas Galindo, sobre la situación de la aplicación actual de la justicia digital en El Salvador; así también, conversamos sobre la evolución que la aplicación de la tecnología ha tenido en El Salvador en la rama judicial.
En términos generales, ¿qué debemos entender por justicia digital? Y ¿Cuáles son sus consideraciones sobre esta?
Yo creo que hay que partir de todo un contexto histórico, sobre todo en el tema de ser congruentes con el desarrollo de la humanidad, el desarrollo de las sociedades y que nosotros como salvadoreños no estamos ajenos o no podemos ser indiferentes a todo esto.
Y creo que ha sido importante reconocer que, en primer lugar, nos encontramos en la era digital.Y, si no queremos aceptarlo, realmente nos vamos a quedarnos rezagados. Pienso que es importante caminar en esa línea, en esa ruta, de poder ir buscando como se presta el servicio esencial de la justicia.
Obviamente, cuidando y protegiendo sobre todo el tema de la seguridad informática. Entonces es necesario avanzar en los TIC’s. Es algo que, a mí al principio, cuando oía decir eso, decía ¿eso no sé cómo se digiere?
Pero, la verdad es que, la necesidad de poder avanzar y no quedarnos atrás, nos ha ido, digamos, llevando a estas dinámicas de transformación y primero reconociendo que nos encontramos en la era digital. Segundo lugar, pienso que la tecnología, así como puede tener sus dificultades, también, si es bien administrada, si es bien aprovechada, nosotros podemos avanzar y también en tener cuidado de la protección, digamos de los derechos fundamentales, derechos humanos de las personas.
Por otra parte, también tener claro que, por ejemplo, el derecho al Internet como una herramienta para la para el acceso a la justicia también es un derecho humano. Ya las Naciones Unidas ha reconocido que estamos centrados en la dinámica de los derechos de cuarta generación y uno de ellos es este el derecho al Internet.
Ya no digamos también que la pandemia ha obligado a los que no querían, pese a lo doloroso y lo triste que ha significado para la humanidad, también nos ha permitido desarrollar nuevas prácticas, nos ha permitido ir reconstruyendo y repensando nuevas formas de convivencia, nuevas formas de poder administrar justicia sin perder, digamos, aspectos que son fundamentales, como es la condición del ser humano.
Así es que, considero que el mismo COVID nos vino poner al descubierto que, primero no estamos preparados, como seres humanos, como familia, como sociedad, como institución, no estábamos preparados. Sin embargo, pasó con nosotros aquí en la Sala Penal un detalle bien importante, y es que, las exigencias y los compromisos que uno tiene con el país, con una institucionalidad, le permiten a uno el ir buscando la mejor manera de realizar una gestión, buscar las alternativas para ser garante del acceso a la justicia.
Y, por otra parte, también el cómo garantizar una justicia de calidad y cumplir el famoso discurso de la pronta y cumplida justicia. Que de repente se queda ahí en el discurso y los procesos guardando el sueño de los justos.
Háblenos un poco del proyecto Proteus
Cuando me incorporo a la Sala de lo Penal en el 2012, venía de la carrera judicial y de gestionar un tribunal que lo he mantenido al día, que no ha habido problemas de retraso laboral y cuando vengo aquí en la casa de la Justicia, me encuentro que había una gran mora judicial de aproximadamente 2000 casos.
Y bueno, creo que el trabajo en colectivo de los tres magistrados, me permitió que cuando asumo la presidencia pudiera presentar algunos esfuerzos para poder poner al día la Sala de lo Penal y, por otra parte, al ponerlo al día yo siempre decía que nos va a permitir mejorar la calidad de la justicia penal, mejorar la calidad de la sentencia.
Nosotros ya estábamos revisando como era en primer lugar el control de los expedientes. Segundo, cuáles eran los puntos críticos de la ruta que tiene en tribunal un expediente. Me parece que eso permitió poner al descubierto dónde estaban los puntos críticos para irlos superando y hacer una propuesta de sustanciación mucho más efectiva y obvio, con un mayor control que nos permitiese controlar los plazos, que nos permitiesen controlar el vencimiento de la detención provisional, y todo lo que tenga que ver con la sustanciación del proceso.
Es así como intentamos hacer con un sistema, lastimosamente el que teníamos aquí no era suficiente, sobre todo por el tema de seguridad de la información, y, por otra parte, del control mismo, que no se podía verificar si había alguna alteración sobre alguna decisión que ya se había tomado. Y es que comenzamos a trabajar con una propuesta que nos permitiese tener un control mucho más efectivo de lo que son los procesos.
Comenzamos a trabajar con la participación del equipo, participación de los colaboradores y con el secretario de la sala. Y así logramos montar, tardamos como un año, nuestro propio sistema, que es un producto de construcción nuestra. También tuvimos el apoyo de la cooperación internacional, vino un técnico, un doctor informático que también es abogado, y con el apoyo del Departamento de Desarrollo Tecnológico logramos crear Proteus y al mismo tiempo también pudimos contar con nuestro propio archivo.
El archivo de la Sala donde los colaboradores no tenían los expedientes en su control, sino que para dar mayor seguridad en el archivo de la sala. Y se creó todo un sistema de control de expedientes. Es así como tenemos Proteus, que nos permitió acelerar y controlar los expedientes, controlar y verificar la carga laboral de cada uno de los colaboradores, tratar de ser más equitativos para no generar desigualdades en la distribución del trabajo.
Y, por otra parte, también que sea la distribución objetiva y que ellos pudiesen ser más efectivos, si no les damos las herramientas tampoco les podemos exigir.
Y luego, el contar con el sistema de alerta del control del vencimiento de los plazos. Eso nos permitió, digamos, avanzar. Eso, por una parte, por otra, antes nos pasaban a nosotros todo un juego de documentos para poder estudiar los casos, ahora no, ahora nos llega a la computadora y ahí hacemos las observaciones, y solo si es necesario, si el caso presenta dificultad y no logramos ponernos de acuerdo en los tres ministramos se llama a Sala y ahí nosotros nos sentamos y nos ponemos de acuerdo.
Y hay todo un control de seguridad informática que nadie puede verlo y si yo como magistrada le incorporo algo indebido, lo deja registrado. Entonces hay toda una, digamos, una garantía de esto.
Entonces con Proteus, y sin nosotros quererlo, estábamos preparados para la pandemia, porque nuestros colaboradores se quedan en casa con el teletrabajo y el proceso de retorno que la Corte ha creado, al menos nosotros no hemos dejado de producir en la cantidad de trabajo que siempre hemos estado haciendo.
Lejos de eso, ha habido colaboradores que han producido más sentencias y han perdido menos el tiempo. Como cada quien hace su tiempo, su espacio en su casa y lo hace. Creo que pandemia no nos afectó en ese sentido. Algunos casos si se quedan en el retraso por la complejidad que presenta la cantidad de imputados, la cantidad de recursos o también casos que los tienen los magistrados suplentes.
¿Cómo avanza su aplicación a los tribunales de primera y segunda instancia?
En el tema de la de la tecnología pienso que la Corte está dando pasos mucho más profundos, fortaleciendo el Departamento de Desarrollo Tecnológico, y este esfuerzo de Proteus también se está haciendo en las otras salas. Cada sala está haciendo lo suyo por volver más dinámico el trabajo y tratar de ponerse al día.
Y en esa ruta, también nosotros comenzamos tanto con la cooperación como con nuestros propios recursos. El poder ir buscando el piloteo en algunos tribunales también que tienen carga laboral. Hemos comenzado con las cámaras, luego con los juzgados en materia penal, para que ellos pueden tener también con su propio sistema y ajustarlo, obvio, a su propia competencia.
Un tribunal de sentencia tendrá que verse de otra manera hasta que llegue a la vista pública, en un juzgado de instrucción de igual forma, entonces lo importante es cómo se va diseñando para ajustarse a los tribunales que tienen otro estándar que de acuerdo a su propia naturaleza.
Entonces nos encontramos en ese proceso. No es fácil, porque el tema presupuestario es bastante complejo, pero ya en el presupuesto para este año se ha focalizado bastante en la parte tecnológica, precisamente porque estamos en la era digital y ya luego en los tribunales.
Eso nos ha permitido el ir por el libro, convertir el trabajo de la sala en mucho más eficaz, con mucha mayor eficiencia. Siempre hay cosas que hay que ir revisando, corrigiendo, pues hay que hacerlo. Pero por hoy hemos estamos avanzando.
¿En qué planes trabaja actualmente la Corte Suprema de Justicia en lo relacionado en favorecer la digitalización de la justicia?
Cuando estamos hablando de la era digital, estamos hablando de cómo aprovechar la tecnología en todas sus esferas, en la comunicación, en información, entonces aquí todo el órgano judicial, a raíz incluso de la pandemia, hemos tenido que dar pasos trascendentales, por ejemplo, convertir a las audiencias en virtualidad.
Ya se plantearon unas reformas y se aprobaron el Código Procesal Civil y Mercantil, que sirve de proceso transversal a otros procesos, entonces ya hay como una regulación que es congruente con esta mirada de la justicia digital con los avances de la tecnología.
Necesitamos entrar en la digitalización de la justicia o tecnificar la justicia en la era digital que nos permita, por una parte, ser congruentes con las exigencias de la realidad y, por otra, también ir buscando la mejor forma de garantizar el acceso a la justicia, prestar de mejor forma el servicio esencial de la justicia y también, digamos, mejorar su calidad.
Con el tema de la pandemia tuvimos que improvisar mucho, tuvimos que reasignar fondos, tuvimos que hacer tantas cosas para entrar en esta dinámica del teletrabajo o del trabajo en casa, y todo esto sin dejar d prestar el servicio. Yo pienso que además de reconocer que nos encontramos en la era digital, también la pandemia nos ha dejado una oportunidad para desarrollar buenas prácticas e ir avanzando.
Por eso, el tema virtual está previsto para todas las jurisdicciones, no sólo para materia penal, y esto requiere también potenciar toda la parte de tecnología del Órgano Judicial. Y yo creo que eso es sumamente importante, hay que dar pasos, y es una oportunidad.
¿Cómo desformalizar el acceso a la justicia? o ¿qué utilidad le podemos dar al WhatsApp? Hay cosas que no se pueden, pero hay otras que sí se pueden ver. Por otra parte, si me parece importante que para que la justicia sea en igualdad de condiciones, no sólo para los que tienen internet tenemos, hay otros elementos que se tienen que realizar.
Por parte del Estado, se debe de garantizar también el derecho al internet de las usuarias y los usuarios del sistema de justicia para que estos puedan hacer también sus peticiones y pueda ser una herramienta que les permita tener acceso a la justicia dondequiera que se encuentren y tener un acercamiento para la población.
La era digital no debe generar brechas en la población, debemos de contar con políticas inclusivas, que significa que hacer acopio, por ejemplo, la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas en el 2012, en la que se reconoció el acceso al Internet como un derecho humano autónomo, como parte de la cuarta generación de derechos humanos.
En el tema de la tecnología, pues se le está apostando bastante a nivel presupuestario para poder responder a estas necesidades, pero también hay que advertir los riesgos, los riesgos de la seguridad informática. Esto es indispensable. Y, por otra parte, que esto no se convierta en una justicia selectiva, sino que debe de garantizarse a la a la población el derecho al Internet como un derecho humano. Porque es parte de la transformación que las sociedades vienen presentando y de las necesidades que la población tiene.
Por ello, es importante, digamos que el sistema justicia desmonte los ritualismos y volverla mucho más accesible a la población.
¿Cómo la justicia digital puede afectar presupuestariamente al Órgano Judicial?
Yo creo que es el ser congruentes con una necesidad y con una realidad no es una afectación, lo vería como una responsabilidad y un compromiso para responder y ser congruentes con la realidad y las necesidades de la sociedad. Significa que debe detenerse una buena mirada acerca del presupuesto, y saber que, si vamos a implementar esto, es porque vamos a ahorrar en esto.
Y lo importante es como garantizar el acceso a la justicia, cómo dar una pronta y cumplida justicia, y si esto va a depender de un esfuerzo de potenciar la parte de tecnología institucional. Yo creo que hay que hacerlo, pero hay que hacerlo responsablemente. Y ahí es donde se requiere un buen presupuesto para dar avances de calidad y de seguridad.
Es sumamente importante que les llegue a todos los tribunales del país, que todos los tribunales puedan entrar en esta era digital. Entonces me parece que eso representa un avance y una transformación para el Órgano Judicial y a lo mejor podrá afectar algunos otros esfuerzos, pero si vamos a avanzar en este, yo creo que ahí es donde se requiere una buena gestión y una buena administración del presupuesto, que yo creo se ha hecho.
En el tiempo de la pandemia sí nos afectó presupuestariamente porque tuvo que hacerse transferencia de algunas partidas, de algunos rubros a otros para poder mantener las medidas de seguridad. El equipo de la Corte, y el señor presidente, ha tenido que hacer grandes esfuerzos para poder dar cumplimiento a las exigencias de la seguridad ocupacional, también de salud para la protección del COVID-19. Entonces, creo que se juntan esas necesidades, y también la conciencia y el compromiso institucional de ser congruente con esas realidades.
Pienso que esto también nos ha enseñado que tenemos que abrir la puerta, por ejemplo, en las audiencias virtuales, a otras jurisdicciones, a otras competencias y poder ser más congruentes con la era digital.
Entonces pienso yo que, si es para mejorar y facilitar el acceso a la justicia, para eso es el presupuesto, para lo único que hay. Yo siempre he dicho ser austero y administrarlo responsablemente.
Yo les decía vamos a comprar equipo para un mes o para dos meses y hay que comprar equipo con especificaciones que permitan dar sostenibilidad a la prestación del equipo y dar seguridad informática, tener las condiciones todos los tribunales del país para poder prestar el servicio de la justicia dentro de los TIC’s.
Con una cada vez más alta demanda de los “servicios judiciales”, ¿es posible disminuir la carga de trabajo con la implementación de tecnologías? Y ¿Cómo?
Puede favorecer el acceso a la justicia, porque una persona que no puede venir, porque no tiene pasaje o está lejos del juzgado por Internet puede presentar una pretensión o hacer una solicitud o buscar formas.
Eso, por una parte, por otra parte, al tener un mejor control del trabajo de los expedientes nosotros podemos ver cuál es el comportamiento de cada colaborador. Si viene un Hábeas Corpus ya hay instrucciones de trabajo que nos permite la sustanciación de los procesos, controlar los plazos procesales, y superar la mora, porque pienso que esto nos permite una mejor gestión de los del Tribunal del Trabajo, de la distribución del trabajo, del control de los procesos y en la medida en que nosotros hagamos eso, vamos a avanzar con el tema de la del retraso laboral y por otra parte, el acceso a la justicia, volverla mucho más expedita, porque nosotros nos vamos poniendo al día.
Volvemos el servicio más accesible, la pronta y cumplida justicia si se materializa, pero si vamos nosotros archivando y dejando ahí en el sueño de los justos los procesos, comenzamos con la dinámica del retraso laboral que al final se convierte en una mora judicial.
¿Qué experiencias ha dejado la implementación de las audiencias virtuales al Órgano Judicial?
Avances, pero también que hay que hacer mejoras. Cuando uno comienza con las transformaciones, siempre hay que ir evaluando, hay que ir revisando porque no se construye de manera perfecta. Siempre hay cosas que mejorar. Nosotros seguimos mejorando Proteus y cuánto tiempo tenemos de tenerlo. Pero, de repente, aparece una cuestión circunstancial y hay que sentarnos a resolverlo, pero ya es más fácil.
Pienso que de igual manera se va corrigiendo. Se van avanzando, pero al mismo tiempo mejorando y evaluando. La idea es el avance que estamos teniendo y estos tiene, digamos, también esas implicaciones que hay que ir mejorando. A veces no todo se puede prever, pero si estamos en esa ruta de ir evaluando y hacer los ajustes que sean necesarios para para ser más eficientes, entonces todo es perfectible.
La rama penal ya cuenta con varios años desde que se comenzaron a implementar las audiencias virtuales con los reos, ¿Cómo fue la evolución de este proyecto? Y ¿Cuáles son sus consideraciones sobre su actual situación?
Bien me recuerdo las reuniones que tuvimos en la presidencia, que yo tenía la presidencia de la Sala, había unas necesidades, sobre todo de los tribunales de crimen organizado y delitos de realización compleja de oriente, había un caso macro de no sé cuántos imputados y mire, buscamos hotel, buscamos el cuartel, qué no buscamos.
Venían los jueces, una jueza también de instrucción y el juez de sentencia y no hallábamos cómo hacer y se estaban comenzando a implementar las medidas de seguridad también en los centros penales, las medidas especiales por el incremento que había en ese entonces de las extorsiones y los homicidios que se dispararon y comenzaron a tomarse restricciones dentro de los dentro de los penales.
En este caso no hallábamos cómo hacer y había varios imputados en diferentes centros penales, tratamos de ser recursivos y ya había habido un esfuerzo con antelación de las audiencias virtuales para, pero para los juzgados de vigilancia penitenciaria, pero ya ese proyecto pues se fue quedando ahí y de repente alguien nos dijo que estaban unas cámaras.
Fuimos a buscarlas, a buscar televisores y todo, y sentarse con centros penales. Una de las lecciones aprendidas es que hay que articular, hay que articular, sobre todo en materia penal, con centros penales.
Así es que se logró hacer la primera audiencia virtual, con lo que teníamos y nos pasó igual que en el COVID-19 que no estaba presupuestado, se buscó cooperación, hubo una buena sinergia con el Ministerio de Justicia y con centros penales para que ellos buscaran por sus medios también como alternativa, porque también no salían los reos de las cárceles y había preocupación desde la judicatura, porque se vencen las detenciones provisionales, y pues no queda más que dejar en libertad a una persona o con medidas sustitutivas.
Es así como logramos hacer proyectos, hacer inversión también y la corte con sus propios recursos, también hacer lo suyo. Es así que se convirtió ya en una en una realidad el desarrollo de las audiencias virtuales, que en la medida en que nosotros avanzábamos también tenía que avanzar ser centros penales, porque hay audiencias que se realizan con reos que están en San Miguel, que están en Mariona.
Ha sido una labor bastante titánica de articulación para poder ser efectivos y pienso que hay que reconocer el esfuerzo desde la Presidencia, y de la parte del equipo de tecnología, que se le requirió bastante esfuerzo, aquí entró planificación, y eso es lo bueno del trabajo en colectivo, la planificación, que la gerencia, que buscar la parte legal, que sea un equipo que tiene todas las miradas.
Tuvimos que sentarnos con centros penales, con el ministerio de Justicia y buscar un puente de entendimiento para poder avanzar en esto y no atrasarnos verdad. Y en el respeto de las funciones de cada órgano de Estado. Creo que esto no hubiese sido efectivo, si no nos sumamos todos, porque no todo depende del órgano judicial, depende de lo que hagan otros actores del sistema de justicia.
Lo interesante ha sido también que a estas alturas estamos avanzando en que, por ejemplo, en Medicina Legal ya comienza a tener sus audiencias. Los peritos aquí en San Salvador comienzan a dar ya sus peritajes a las vistas pública vía virtual.