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Competencia y mercados digitales: Todos estamos en el mismo barco

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Por: Juan David Gutiérrez , socio de Avante Abogados (Colombia).

Ha habido una transformación mundial en los últimos 20 años en términos de penetración del internet y de su disponibilidad en dispositivos móviles. Ahora la mayor parte de la población mundial tiene acceso a internet y El Salvador no es ajeno a esta realidad. Según Hootsuite, al menos el 59% de los salvadoreños son usuarios activos de internet. Tienen acceso a millones de aplicaciones, casi todos se comunican a través de redes sociales y muchos adquieren bienes y servicios a través de plataformas digitales.

Tiene razón Frédéric Jenny, presidente del comité de competencia de la OCDE, quien manifestó en la última edición del Foro Latinoamericano y del Caribe de Competencia que, en lo atinente a los mercados digitales, todas las autoridades de competencia del mundo “están en el mismo barco”. El auge de empresas cuyos modelos de negocios se centran en las plataformas digitales y su interacción con millones de compradores es un fenómeno global. Estemos en El Salvador, Senegal Singapur o Suiza, las autoridades de competencia tienen unos retos muy similares respecto de estos mercados. Las economías digitales y particularmente las plataformas usadas por los comercios ofrecen muchas ventajas para los consumidores y generan muchas oportunidades para hacer negocios, pero al mismo tiempo también implican nuevos retos por abordar.

Toda autoridad de competencia debe velar porque las reglas de juego del mercado se cumplan. Como ocurre en los deportes, no se puede competir de cualquier manera para ganar. La ley busca que haya una libertad de acceso al mercado y que los consumidores puedan beneficiarse del sistema económico. Entonces preservar y promover la rivalidad en el mercado es lo que busca una autoridad como la Superintendencia de Competencia de El Salvador. En los mercados digitales no puede ser diferente, por el contario, los consumidores aspiramos a que los mercados digitales funcionen y ofrezcan los beneficios prometidos por la economía de mercado. Además, es deseable contar con un ecosistema de innovación que permita la emergencia de nuevas empresas y nuevos productos y servicios.

Teniendo en cuenta este panorama, ¿cuáles son los retos que tiene la Superintendencia de Competencia en relación con los mercados digitales? La autoridad necesita nuevas herramientas para poder investigar prácticas anticompetitivas que pueden tener lugar en esos mercados digitales. ¿Por qué nuevas herramientas?

Porque estos mercados digitales en algunos aspectos funcionan de manera diferente a los mercados del mundo análogo. Un ejemplo: las plataformas digitales pueden recoger millones de datos de personas y muchos datos de cada persona. Esos datos personales requieren una protección especial por parte de las autoridades para tutelar los derechos de sus titulares, pero al mismo tiempo son un activo indispensable para las empresas que pueden accederlos y tratarlos.

Las empresas que tienen acceso exclusivo a esta información pueden llegar a obtener una posición de dominio en uno o más mercados. Algunas autoridades de la competencia de Europa ya han llegado a esta conclusión respecto de empresas como Facebook. El reto de la autoridad no es evitar ese poder de mercado, pero sí vigilar que no se abuse del mismo.

Cuando afirmo que la autoridad debe remozar su caja de herramientas no estoy aludiendo a reformas legales en materia de libre competencia. Me refiero a adoptar nuevos conceptos, nuevas metodologías de investigación, capacitar a los funcionarios sobre cómo funcionan los mercados digitales y organizar laboratorios forenses para que ingenieros expertos puedan obtener pruebas digitales. La buena noticia es que los directivos de la Superintendencia de Competencia de El Salvador son conscientes de las oportunidades y retos que ofrecen los mercados digitales. En Colombia, los campesinos tienen un dicho: “el principio son las ganas”. La Superintendencia dejó claro que tiene ganas de zarpar en el barco de la “cuarta revolución industrial”, término acuñado por Klaus Schwab, director ejecutivo del Foro Económico Mundial (WEF). Con los eventos que realizó la autoridad durante la semana de competencia y las recientes capacitaciones que han recibido sus funcionarios en estas materias, quedó demostrado que la autoridad tiene voluntad de sacar adelante una agenda digital y de incorporar nuevas herramientas para abordar retos de las economías digitales.

Aprovecho esta oportunidad para advertir que en todo caso sí existen algunas normas que hacen falta en El Salvador para el debido funcionamiento de los mercados digitales. Puntualmente, una legislación integral de protección de datos personales que resguarde la privacidad y seguridad de los datos y que al mismo tiempo trace reglas de juego claras para las empresas que están interesadas en tratar dichos datos. Hoy en día, la protección de la privacidad y de los datos personales son considerados por varios países de América Latina como un derecho fundamental. Una buena regulación y su efectiva implementación son necesarios para proteger la intimidad de las personas, pero también son importantes para que la economía funcione plenamente.

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