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¿Cómo funciona el Deducible de sus Pólizas de Seguros?

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POR: FELIX RAUL BETANCOURT MENENDEZ – Especialista en Derecho de Empresa y Derecho de Seguros | Ex Presidente del Capítulo El Salvador de la ASOCIACION INTERNACIONAL DE DERECHO DE SEGUROS (AIDA)

Dicho de manera básica, el deducible es la parte que se “sustrae” del pago que hace la aseguradora por la pérdida sufrida por el asegurado. Es una forma de “cuota de responsabilidad” que se reparte al asegurado como mecanismo para garantizar el interés asegurable, es decir, el íntimo interés del contratante, tomador o asegurado de que el riesgo asegurado no ocurra, garantizando su mejor “conservación”.

Es decir, en el contrato de los seguros, los deducibles tienen la función de repartir el riesgo entre los asegurados (el cliente) y las aseguradoras. De esa forma, cuando ocurre un siniestro, el asegurado paga una porción de este de su bolsillo, siendo esa porción lo que se conoce precisamente como deducible.

El deducible puede ser un monto específico, es decir, una cantidad específica, o puede ser un porcentaje de la suma asegurada dentro de la póliza. La cantidad del deducible se encuentra establecida comúnmente en las condiciones especiales de la póliza.

Así es cómo funciona un deducible: Si tiene un deducible determinado como una cantidad específica, digamos que $250, ese monto, los $250 son la porción de la cifra a indemnizar que el asegurado absorberá de su cuenta. El seguro pagará la cantidad por encima de esos $250 que resulte sujeta a indemnización. Si el seguro determina que su pérdida es de $5,000, entonces el monto de la indemnización o del cheque que el asegurado recibirá será de $4,750 ($5,000 del daño sufrido menos $250 del deducible).

Los deducibles expresados en porcentajes se calculan basados en el monto de la suma asegurada total dentro de la póliza. Por ejemplo, una edificación se encuentra asegurada por una suma de $150.000 y la póliza establece un deducible equivalente al 2% de esa suma en caso de terremoto, es decir, $3,000 será el deducible. Si hay una reclamación por ocurrencia del riesgo de terremoto, los $3,000 serán “deducidos” de la reclamación o del cheque de indemnización que el asegurado vaya a recibir. En el caso de una pérdida de $8,000, un deducible del 2% significa $3,000 menos. Es decir, el cheque indemnizatorio sería por $5,000 ($8,000 del daño sufrido menos $3,000 del deducible).

Sucede en muchos países, que los deducibles han ido paulatinamente en aumento. Esto se da en particular en aquellos lugares o zonas geográficas propensas a sufrir huracanes, es decir, donde hay mayor riesgo de que ocurra un evento catastrófico es posible que se apliquen deducibles especiales ante eventuales reclamaciones de los seguros que dan cobertura a tales riegos. También aunque en menor consideración, son considerables para un deducible especial, aquellas edificaciones que por sus características o ubicación podrían estimarse mayormente expuestas a riegos como el de incendio o actos vandálicos. Sin

embargo, por lo general los deducibles conocidos como deducibles de huracanes son más altos y casi siempre están expresados como un porcentaje, no como un monto específico.

Los deducibles en una póliza de seguros de daños funcionan diferentes que los deducibles de otros seguros, por ejemplo, de los deducibles de los seguros de gastos médicos. En una póliza de gastos médicos existe un deducible que se acumula por el año. Con una póliza de seguros de auto o de residencia, el deducible funciona diferente: se aplica con cada reclamación que se presente. Una excepción a esta regla es la forma de cómo se aplican los deducibles de huracanes en lugares regularmente vulnerables a los mismos (cada temporada). Los deducibles de huracanes en esas locaciones no se restan con cada tormenta o huracán, sino se acumulan por la temporada.

El abordaje del tema del deducible, y en particular del deducible catastrófico, no puede entenderse sin la participación del reaseguro que brinda la capacidad necesaria a las aseguradoras para hacer frente al cúmulo de reclamaciones ocasionadas por la ocurrencia de los riesgos catastróficos.

Ante la ocurrencia del terremoto (riesgo catastrófico por excelencia en nuestro país, aunque el cambio climático ha ido generando tormentas que hoy en día provocan mayor número reclamaciones del tipo catastrófico) en el año 2001, la industria de seguros salvadoreña indemnizó $367 millones, de los cuales un 97% provinieron, léase, fueron cubiertos o pagados por las compañías de reaseguro. Razón suficiente para comprender la incidencia que estas compañías poseen en la fijación de deducibles, y porqué se vuelve determinante.

La actividad de las aseguradoras está regulada por la Ley de Sociedades de Seguros vigente desde 1997, el Contrato de Seguros está contenido dentro del Código de Comercio, asimismo, las aseguradoras están fiscalizadas y también reguladas contable y prudencialmente conforme el marco normativo dispuesto en la Ley de Supervisión y Regulación del Sistema Financiero vigente desde 2011, todo lo cual se cumple de forma muy estricta. Dentro de ese marco normativo, se estructuran los deducibles incorporados en las pólizas de seguros con reglas específicas y descripciones concretas de cómo funcionan y cómo se implementan; pólizas de seguros previamente depositadas ante la Superintendencia del Sistema Financiero previo a su comercialización. Estos deducibles pueden variar entre las distintas aseguradoras por consideraciones técnicas, financieras y en ocasiones incluso, comerciales.

Así las cosas, resulta importante para quienes contratan pólizas de seguros, y ante eventuales reclamaciones, conocer qué es y cómo funciona la figura del deducible en las pólizas de seguro.

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