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Cinco años menos cien días – Edición #94
Por: Antonieta Portillo, investigadora auxiliar del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Francisco Gavidia.
El pasado lunes 9 de septiembre se cumplieron los primeros 100 días de Nayib Bukele como presidente de El Salvador, y mientras ha estado como es usual en él, muy activo en su cuenta de Twitter, surge la duda: ¿ha puesto la misma dedicación al cumplimiento de sus promesas electorales? Si bien es cierto que 100 días es un marco de tiempo relativamente corto para responder esta pregunta, y por ende no una aproximación certera del progreso del señor presidente, estos podrían establecer la pauta para lo que resta de los cinco años que permanecerá en el poder.
Entre los ejes principales del plan de gobierno del señor Bukele se encuentran la eliminación de la partida secreta, la creación de la CICIES, el mejoramiento del sector salud, el Plan Control Territorial y la extradición de uno de los expresidentes, Mauricio Funes.
Nayib Bukele aseguró que eliminaría los gastos reservados, mejor conocidos como la partida secreta, o la “fuente de tentación” de los pasados gobiernos que desviaron millones de dólares para su propio enriquecimiento. A pesar de su promesa, en estos 100 días el presidente no solo ha gastado más de 2 millones de la billetera secreta de la presidencia, sino que también se ha dado a conocer que la actual presidencia dispone de 2 millones de dólares más de lo aprobado por la Asamblea Legislativa en el 2019.
En luz de las críticas acerca de cómo esto va en contra, no solo del eje que promete la eliminación de los gastos reservados, sino que también el que tiene como objetivo demandar la transparencia en el manejo de fondos públicos, el presidente ha asegurado que 3 millones de dólares de los gastos reservados han sido destinados al Organismo de Inteligencia del Estado (OIE) en virtud de lo que ha denominado como “secretos de estado”. Dada la trayectoria de otros gobiernos con la partida secreta, es de esperarse que este término “secretos” preocupe a la población.
Haciendo falta dos días para el cumplimiento de los primeros 100 días de gobierno, el señor presidente anunció la firma del convenio para la creación de la CICIES, la Comisión internacional Contra la Impunidad de El Salvador, la cual será implementada por orden ejecutiva en conjunto con la Organización de Estados Americanos (OEA), desligándose del órgano legislativo y judicial. Dicha comisión tiene como propósito primordial la investigación de actos de corrupción dentro de las 105 instituciones del Órgano Ejecutivo y solamente el Órgano Ejecutivo, lo cual hace surgir algunas interrogantes: ¿Qué ocurre entonces con los casos de corrupción del Órgano Legislativo, del Judicial, de la Corte de Cuentas o de instituciones no dependientes del Ejecutivo? Ya que la CICIES no estará vinculada a la Fiscalía General de la República y será la Policía Nacional Civil la que se encargará de investigar los delitos ¿Cómo se desarrollan dichas investigaciones? Y ¿cómo planea el presidente llevar estos casos a tribunales?
En cuanto al mejoramiento del sector salud, el presidente anunció en agosto el Plan Nacional de Salud el cual pretende evaluar los defectos del sistema nacional de salud y hacer las gestiones internacionales necesarias para adquirir los medicamentos de los que carecen las instituciones de salud pública, así como medicamentos para pacientes con cáncer. Hasta ahora el Ministerio de Salud afirma que ha abastecido el 100% de medicamentos de los hospitales y se pretende seguir mejorando la cobertura.
En lo referente a la implementación del Plan Control Territorial, el presidente asegura que ha bajado la tasa de homicidios, a pesar de que la de secuestros y desapariciones se mantiene. El presidente ha elegido hablar más de sus victorias haciendo énfasis en el aumento del despliegue policial y militar en zonas identificadas como conflictivas o de alto riesgo. Asimismo, ha hecho efectivo el bloqueo completo de señal telefónica en los centros penales. También ha transferido a alrededor de mil pandilleros de cárceles a prisiones de alta seguridad para ralentizar su poder de dar órdenes a compañeros en libertad.
Finalmente, en lo que concierne a la extradición del expresidente Mauricio Funes, su plan fue frustrado en el momento en que Funes adquirió la ciudadanía nicaragüense tras haber permanecido bajo asilo por el gobierno de Daniel Ortega.
Retomando lo mencionado al comienzo de este artículo, 100 días es un marco de tiempo relativamente corto y por ende no una aproximación certera del progreso del presidente. Por lo que se ha dado a conocer a la población, se puede tener la impresión que el presidente está avanzando en sus proyectos, sin embargo, siempre queda la duda sobre la información reservada, siendo una vez más, los secretos de estado y la partida secreta que presuntamente eliminará en el 2020. Queda la duda si estos logros se mantendrán habiendo pasado los 100 días o si simplemente fueron un espejismo para diferenciarse de gobiernos pasados.