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Blockchain y el problema del doble gasto
Escrito por: Juan José Domínguez Ochoa | Co-Founder & Growth Lead de CINCEL
Seguro muchos de nosotros hemos escuchado el término de “bitcoin” o “criptomoneda”. También es muy probable que en el pensamiento colectivo, lo relacionemos con hackers, lavado de dinero, financiamiento al terrorismo o pornografía.
Es por eso que quisiera relatar brevemente por qué ha molestado tanto a reguladores, gobiernos y bancos centrales. Pero también justo ahora, están implementando esta tecnología en varios bancos centrales como Estados Unidos, China o la Unión Europea y empresas multinacionales como IBM, JP Morgan, Twitter o Microsoft.
Transformación digital
Es un hecho que la pandemia ha adelantado la transformación digital de una forma disruptiva y obligatoria para todas las empresas del mundo que han sobrevivido a esta situación. También sabemos que esta era de la digitalización, inició hace pocos lustros desde que tuvimos acceso al internet.
También es importante mencionar, que dentro de la transformación digital, hay tecnologías que han permitido evolucionar la manera en que hacemos negocios, creamos valor, nos comunicamos y crecemos como seres humanos. Sin embargo, dentro de todas estas tecnologías, hay una que está siendo la más importante en cuestión de la evolución tecnológica desde el punto de vista técnico, ideológico, económico y hasta político.
No son las redes sociales, tampoco el internet de las cosas, ni la tecnología en la nube. Tampoco es el big data, ni la inteligencia artificial. Es la tecnología subyacente que da impulso al bitcoin y las criptomonedas. Es blockchain.
Blockchain (cadena de bloques en inglés) es un término acuñado desde hace ya una década que hace alusión a ciertas características que lo hacen diferente. Hay decenas de conceptos que definen blockchain, sin embargo quisiera resumirlo a lo siguiente:
“Blockchain, es un mecanismo de consenso distribuido con una cadena de bloques, transparente por naturaleza, que registra transacciones inmutables con marcas de tiempo de forma verificable, segura y permanente. Las blockchain públicas no tienen autoridad central ni son propiedades de nadie, los bloques están protegidos y vinculados entre sí mediante principios criptográficos.”
En esta era de digitalización, es que cada segundo tenemos millones de nuevos datos en el internet. Esto ya lo sabemos. Sin embargo, está llegando a ser un reto el de cómo poder resguardar, transferir y crear la información o los activos que ya están siendo digitalizados sin que sean robados, hackeados o clonados.
El problema
Seguro no nos molestaría que alguien de nuestro equipo de trabajo copie nuestro archivo PDF, Word o Excel. Pero seguro sí habrá problemas si alguien nos clona algún archivo MP3 de música o MP4 de video, considerando que están protegidos por derechos de autor. O peor aún, que pudieran tener la factura de mi coche, mi estado de cuenta del banco o mi e.firma del SAT.
En esta era de democratización y de “internet para todos”, estamos viendo como sociedad que intermediarios que hemos tenido como bancos, gobiernos o empresas, no están teniendo las mejores prácticas o implementando la mejor tecnología para la calidad del servicio y seguridad de sus clientes o ciudadanos. Es por eso que vemos cómo ha ido incrementando los hackeos a instituciones o la corrupción en ciertas dependencias de gobierno.
Justamente esta es la razón principal de la existencia de bitcoin y blockchain. El problema del doble gasto. Ya que desde el siglo pasado, expertos en criptografía, matemáticos e incluso contadores buscaban solucionar este problema.
Ejemplo del problema del doble gasto
Imaginemos que A es una persona o empresa y B es otra persona o empresa. Ambos no se conocen, no se tienen confianza entre sí, pero necesitan realizar una transacción de 1 millón de dólares por la compra-venta de unos productos o servicios.
¿Cómo nos aseguramos que al hacer la transacción, A ya no tenga ese monto de valor en su cuenta y que B lo reciba de la manera más inmediata y segura posible?
Para eso hemos tenido contacto con los bancos e instituciones financieras. Sin embargo, muchas veces este tipo de transacciones han sido hackeadas, modificadas y retardadas. Con tan solo mencionar que una transacción internacional en un banco tradicional tarda alrededor de una semana. Esto sin haber mencionado que el 46% de los adultos en Latinoamérica no tiene acceso a servicios financieros como una cuenta bancaria o de ahorro. ¿Cómo es posible esto?, ¿Por qué es tan ineficiente?
Todas las empresas, instituciones, bancos y gobiernos tienen su propia contabilidad, ahora imagínense que en lugar de tener varias contabilidades distintas, hay una contabilidad distribuida pública e incensurable, que por más poderoso sea un gobierno o empresa, no podrá bloquear o alterar alguna transacción y en caso de que lo hiciera, quedará registrado.
Un dato interesante, es que al inicio del desarrollo del internet, también había una propaganda generada de considerar al internet como peligroso y que era usado para narcotráfico, pornografía y terrorismo. En el fondo, eran intereses que no querían hacer que el internet fuera para todos y que no sucediera la democratización de la información.
Esa es la razón principal por la que instituciones y gobiernos están en jaque. Las tecnologías de contabilidad distribuida o blockchain están adquiriendo funciones clave que tenían empresas, instituciones y gobiernos. Siendo esta tecnología como un bien común sin importar la nacionalidad o ideología. Inclusive en creer en organizaciones descentralizadas como Bitcoin o Ethereum, que tienen más nodos que Microsoft, Amazon o Google juntos y que además no tienen presencia física (No puedes ir a una oficina de Bitcoin o Ethereum, no existe).
Por eso decimos que blockchain es la evolución tecnológica, porque la confianza ya no es principalmente al intermediario, ahora se traslada al código, a las matemáticas.