Economía
BID reporta caída en exportaciones de América Latina en el primer semestre de 2023
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha informado que el valor de las exportaciones de bienes en América Latina y el Caribe disminuyó un 2,7% interanual durante el primer semestre de 2023, en comparación con el crecimiento del 17% registrado en 2022. Este declive se atribuye a la disminución de los precios y al menor crecimiento de los volúmenes.
El comercio mundial también experimentó una reversión, pasando de una expansión del 11,9% a una caída del 5,0% interanual durante el mismo período. Este deterioro se atribuye a varios factores, incluidos conflictos geopolíticos, políticas monetarias más estrictas, eventos climáticos adversos y la desaceleración del crecimiento económico global.
El informe anual Monitor de Comercio e Integración señala que las proyecciones para el resto del año confirman la tendencia contractiva de las exportaciones. Aunque las exportaciones de servicios de la región experimentaron una leve desaceleración en el primer trimestre de 2023, continuaron creciendo a un ritmo superior al promedio global.
Paolo Giordano, economista principal del Sector de Integración y Comercio del BID, destacó que, a pesar de los desafíos, existen oportunidades. Con políticas dirigidas a mejorar la competitividad del sector agropecuario, la región podría dinamizar las exportaciones y contribuir a la seguridad alimentaria global.
En el primer semestre de 2023, los precios de las exportaciones de la región disminuyeron un 4,7% interanual, mientras que las cantidades exportadas aumentaron un 2,9%. Los precios de las importaciones bajaron menos (-1,5%), deteriorando los términos de intercambio y los saldos comerciales de la región.
Aunque la caída de las exportaciones de bienes afectó a todos los destinos, las ventas intrarregionales disminuyeron menos (-0,6%) que las extrarregionales (-2,2%), y la participación del comercio intrarregional aumentó al 15,2%.
El informe concluye que la región enfrenta un entorno externo desafiante debido al menor dinamismo de la demanda, mayor fragmentación geopolítica y nuevas exigencias regulatorias. Destaca la oportunidad de que la región, siendo la principal exportadora neta mundial de productos agropecuarios, contribuya a la seguridad alimentaria global mediante la ampliación de la oferta. Para lograrlo, se insta a reimpulsar la productividad y recuperar la competitividad con políticas públicas integradas y la colaboración del sector privado.