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Los desaparecidos que no cuadran. La versión de quienes los buscan – Parte II

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 A pesar que la FGR no cuenta con las mejores herramientas para encontrar culpables en el caso de los desaparecidos, en el caso de la privación de libertad, ya han habido casos de condena para las personas involucradas que han sido pandilleros.

Los involucrados han sido condenados porque uno de ellos los entregó. No ha sido porque la fiscalía encontró a un culpable por su investigación directa. No. A estos mareros los entregó un amigo, un compañero, alguien que estuvo allí cuando llevaron, mataron y enterraron a una víctima. Un testigo criteriado.

Mural que está en el cuarto de evidencias de la oficina del criminalista, Israel Ticas

 

Una fiscalía con brazos cortos

El problema de la FGR no solo es el desfase de datos, sino también el poco personal a cargo de las investigaciones y exhumación de cuerpos. 

Solo hay dos criminalistas forenses en el país: Israel Ticas y su asistente Orlando Molina de la FGR y dos médicos forenses Saúl Quijada y Óscar Quijano de Medicina Legal. Esto según los datos brindados por la fiscal Guadalupe de Echeverría, jefa de la Unidad Antipandillas de la FGR. Solo cuatro expertos que llegan a fosas clandestinas a sacar los cuerpos enterrados y a evaluar las condiciones de la víctima.

Israel Ticas, ingeniero criminalista e investigador forense, como él mismo se describe,  lleva 20 años trabajando en la FGR. Asegura que es el único experto en realizar exhumaciones. Para él, los demás solo sacan cuerpos.

Su oficina está ubicada en la Unidad Antipandillas de la FGR y es imposible ignorar todo lo que le rodea. Esqueletos, libros, muchas fotos,  escenarios y una pistola. Él se emociona cada vez que habla de lo que le gusta, cuerpos encontrados que se reportaron como desaparecidos, cuerpos que los mareros quisieron esconder para que él no los encontrara…

 En su oficina tiene un cuarto aparte donde guarda y expone fotografías de muchos cuerpos que ha encontrado. Cuál fue la causa de muerte, cuánto tiempo llevaban enterrados, cuál fue la táctica para sacarlos… La felicidad que sintió al entregarle a una madre, las osamentas de su hijo desaparecido… cinco años atrás.

 

Osamenta de hombre encontrada en San Marcos, Lempa. Llevaba 3 años enterrado

Por la saturación de personas desaparecidas y de fosas clandestinas que se encuentran, el experto en desenterrar cuerpos, Ticas y su  asistente no dan los resultados que quisieran. Los procesos toca hacerlos de la manera más común. La única manera de fortalecer esta área de la FGR, es que se capaciten a policías, médicos y técnicos, afirma Ticas.

“Las personas que realizan una exhumación desconocen los modus operandis y no tienen métodos idóneos de búsqueda de fosas clandestinas. Cuando se trata de cementerios clandestinos, los casos los abre la fiscalía y van estas otras personas a hacer la búsqueda y no encuentran los cadáveres. En ocasiones, de 12 casos tres se resuelven y los nueve restantes no tienen seguimiento y quedan para toda la vida porque el caso se cierra”, explicó.

A Ticas, testigos criteriados le han contado  que los asesinos cuando van a enterrar a sus víctimas mencionan “metámoslo bien para que no lo encuentre Ticas”, “abrámosle el estómago para que no se infle, y así que no encuentre los hoyos Ticas”, “metámoslo a un lado como gavetas dentro de la fosa para que Ticas no los encuentre”. 

Ellos conocen la capacidad del ingeniero Ticas, pero con los demás que van a exhumar cuerpos,  ¿sucede lo mismo?

Para el experto, enterrar un cuerpo es el modo operativo más efectivo que están teniendo los delincuentes. Es una de las metodologías más efectivas y así hay miles y miles de salvadoreños inhumados en fosas clandestinas o pozos que jamás se van a encontrar.

“Siempre he deseado que existan unas cuatro oficinas más y por lo menos seis criminalistas capacitados para este tipo de procedimientos y eso ayudaría a encontrar más evidencia, más indicios de las escenas de crímenes. Porque nosotros no vamos a exhumar, sino que vamos a procesar escenas, tanto la supraescena como la infraescena. De esta manera se pudiesen identificar con prueba científica, la participación de los culpables. Lastimosamente en las metodologías que se están utilizando quizá el 80% de los casos que se están trabajando los están haciendo sin conocimiento de prueba científica”, manifestó preocupado el especialista.

Cuando los especialistas recuperan un cadáver, lo logran identificar y tal vez la identidad de él, pero hasta ahí. Solo dan la causa de muerte, por estrangulación, por decapitamiento o murió por “x” razón. “Estamos cayendo en un círculo vicioso donde ellos matan y nosotros sacamos los cadáveres. La gran mayoría quedan enterrados y desaparecidos para toda la vida”, agregó. 

Israel Ticas, criminalista forense del la FGR

“Las personas que realizan una exhumación desconocen los modus operandis y no tienen métodos idóneos de búsqueda de fosas clandestinas. Cuando se trata de cementerios clandestinos, los casos los abre la fiscalía y van estas otras personas a hacer la búsqueda y no encuentran los cadáveres. En ocasiones, de 12 casos tres se resuelven y los nueve restantes no tienen seguimiento y quedan para toda la vida porque el caso se cierra”

Cuerpo de mujer encontrada en Ilopango. Tenía 5 días de haber sido enterrada

“Estamos cayendo en un círculo vicioso donde ellos matan y nosotros sacamos los cadáveres. La gran mayoría quedan enterrados y desaparecidos para toda la vida”

“Si la fiscalía estuviera preparada para contrarrestar las inhumaciones de las pandillas, utilizarían otra metodología, y les serviría a  la FGR, a nosotros porque no se inhumarían los cadáveres, ya que sabrían que tenemos la capacidad para poder encontrar los cuerpos”, enfatiza Ticas.

Ricardo Sosa, criminalista privado

“Una fiscalía diseñada para perder”

Ricardo Sosa ha estado estudiando el fenómeno de los desaparecidos desde el 2011 y lo ha catalogado como el “nuevo drama humano de la sociedad salvadoreña”, ya que en palabras de él, “es un fenómeno criminal que está afectando a los más desprotegidos”.

En sus estudios, manifiesta que ha encontrado fuertes y grandes diferencias en la denuncia en sede fiscal y policial, “hay un segmento de la población que no va ni a la Fiscalía ni a la Policía, pero sí va al Instituto de Medicina Legal, que es otro grupo de denuncias que no son consideradas porque el Instituto de Medicina Legal no tiene facultad para recibir denuncias, sino que quedan a nivel de avisos”.

Según sus investigaciones, las personas prefieren denunciar en las delegaciones de la PNC, él manifiesta que ellos tienen un protocolo de actuación, que durante las primeras  24 horas no toman denuncias porque se suponen que dan un espacio para que la persona “regrese”. Esto permite ventaja a las pandillas y crimen organizado.

Osamenta de mujer encontrada en Ilopango. Tenía 2 años de haber sido enterrada.Habían introducido una botella de cerveza en su vagina

Para el criminólogo la base de esta problemática es de fondo y de tipo presupuestario. Dice que “a la FGR se le asigna un presupuesto paupérrimo y se le exigen resultados, se le demanda que no tenga impunidad y que el 100 % de los casos se revuelvan con condenas, pero no se le dan los instrumentos”.

“Soy de la opinión que desde la creación FGR en 1984 ha sido diseñada para perder y eso pareciera duro. El sistema salvadoreño ha preparado y creó una fiscalía complicando su labor desde el inicio”.

Uno de los problemas que ha detectado Sosa, es que la FGR dirige la investigación pero no tiene investigadores propios, como son conocidos en otros países como ‘policías fiscales’. La FGR no tiene instalaciones propias.

“Soy de la opinión que desde la creación FGR en 1984 ha sido diseñada para perder y eso pareciera duro. El sistema salvadoreño ha preparado y creó una fiscalía complicando su labor desde el inicio”

La esperanza puesta en testigos criteriados

A pesar que la FGR no cuenta con las mejores herramientas para encontrar culpables en el caso de los desaparecidos, en el caso de la privación de libertad, ya han habido casos de condena para las personas involucradas que han sido pandilleros.

Los involucrados han sido condenados porque uno de ellos los entregó. No ha sido porque la fiscalía encontró a un culpable por su investigación directa. No. A estos mareros los entregó un amigo, un compañero, alguien que estuvo allí cuando llevaron, mataron y enterraron a una víctima. Un testigo criteriado.

Caso de la finca El Limón, en Lourdes, Colón:

Dos  testigos criteriados confesaron haber participado en algunos de los 20 asesinatos. Los acusados están cumpliendo condenas de prisión de hasta 288 años.

Colón, es el municipio donde más fosas se han encontrado hasta el momento. Más de 20 hasta la fecha.  

Caso del pozo de Turín, Ahuachapán:

Un testigo criteriado relató que habían 4 cuerpos en un pozo de Turín,  Ahuachapán.

Estaban siendo procesados 11 pandilleros, pero el testigo fue asesinado antes de brindar su testimonio en el juicio que estaba en proceso.

Condenas para los cómplices

El diputado de Arena Rodrigo Ávila presentó ante la Asamblea Legislativa reformas al Código Penal y Código Procesal Penal, que buscan tipificar los delitos privación de libertad forzosa, ocultamiento de restos humanos, cadáveres y encubrimiento de desaparecidos.

Ávila quien fue director de la PNC en los periodos (1994-1999 y 2006-2008) está elaborando un proyecto que pretende generar una figura penal nueva para aquellas personas que son cómplices y que contribuyen a realizar la desaparición.

Este proyecto contempla tres componentes: crear la nueva figura penal, generar la condición idónea o activación de la búsqueda de la persona desaparecida y  “hacer algo”, que debería ser lógico, menciona el exdirector.

Él considera que la tipificación de las conductas de complicidad de personas permitirá que las autoridades puedan utilizar herramientas legales reguladas en el Código Penal Procesal y evitar que hayan excusas para iniciar inmediatamente la investigación y un seguimiento adecuado a los casos, evitando así la impunidad.

Solicita reformas entre los artículos 365 y 366. Que se agreguen las siguientes tipologías: desaparición de persona cometida por particulares, encubrimiento, ocultamiento de restos humanos o cadáveres de personas. Los tres delitos rondan entre tres a 15 años.  

“Está comprobado que un altísimo porcentaje, más del 70% de las personas que son calificadas como desaparecidas, al final son personas que han sido asesinadas y cuyos cuerpos han sido escondidos de forma premeditada a efecto de desaparecer la evidencia de un homicidio”, enfatizó el diputado. Por ello, considera que es necesario castigar también a quienes colaboraron con la desaparición de la víctima.

También pide reformas al Código Procesal Penal, ya que considera que no existe un procedimiento adecuado para atender denuncias de personas desaparecidas y que las instituciones encargadas necesitan prestar una efectiva atención a las víctimas.

“Está comprobado que un altísimo porcentaje, más del 70% de las personas que son calificadas como desaparecidas, al final son personas que han sido asesinadas y cuyos cuerpos han sido escondidos de forma premeditada a efecto de desaparecer la evidencia de un homicidio”

Agenda donde Ticas lleva los registros en fotografías y datos de los cuerpos que han desenterrado

La tregua que disfrazó las muertes (2012 – 2014)

Carlos Carcach, especialista en criminología, realizó el estudio “Personas desaparecidas y homicidios en El Salvador (2016) donde reportó los cambios de desapariciones y homicidios en El Salvador.

Ese estudio muestra el repunte de desaparecidos que hubo durante la tregua, aunque el gobierno de ese tiempo quiso mostrar que había reducción de homicidios, no fue así, lo que cambió fue la metodología que se ocupaba para que el cuerpo no se encontrara y hasta la fecha el método sigue y lo han mejorado.

La investigación arrojó que durante el primer año de la tregua 2012 – 2013, la tasa de homicidios en El Salvador bajo de 69.9 a 42.2 por 100 mil habitantes.

Los resultados de este estudio sugieren que las pandillas salvadoreñas han usado las desapariciones como una herramienta para ganar un control social permanente entre los residentes de áreas ya dominadas, que con los homicidios y las desapariciones son parte de un proceso de expansión territorial y fortalecimiento estratégico.

“Existe una fuerte creencia de que las pandillas usaron las desapariciones para reducir artificialmente el número de homicidios. La figura 2 muestra los casos registrados de personas desaparecidas por cada 100 mil habitantes durante 5 años, desde 2010 a 2014, obtenido de los datos oficiales de la policía. Esta tasa aumentó de 6.0 en 2010 a 37.4 en 2014. En particular, incrementó de 15.8 en 2011 a 26.1 en 2012 y a 30.7 en 2013 (es decir, los años en que se estableció la tregua de pandillas).”

Especialista en criminología

Según este estudio, “la naturaleza de las desapariciones relacionadas con las pandillas no es clara. Si bien es cierto que la desaparición de una persona implica su secuestro, lo más probable es que la mayor parte de las desapariciones de salvadoreños se haya debido al asesinato y posterior entierro clandestino que una pandilla realiza, dentro de los límites del territorio dominado por ellos, y como resultado de esta guerra contra la pandilla rival”.

La Comisión de la Verdad documentó la cifra de desaparecidos durante el conflicto armado 1980-1992,   en 10 mil personas aproximadamente. Cifra que es menor a la que se reportan de desaparecidos en la actualidad. En solo cuatro  años y medio, desde el 2014 hasta mayo de 2018 la PNC reporta 10, 200 desaparecidos, y la FGR reporta 17 mil 038 privados de libertad.

Para Carlos Carcach, los pandilleros no esconden los cuerpos para no encontrase culpables si encuentran a su víctima, “yo no creo que las pandillas estén preocupadas de que si un caso se va a resolver, si nosotros sabemos que el 90% de los homicidios que ocurren cada año, prácticamente no se resuelven. Ni siquiera se consigue identificar a un sospechoso”.

“la naturaleza de las desapariciones relacionadas con las pandillas no es clara. Si bien es cierto que la desaparición de una persona implica su secuestro, lo más probable es que la mayor parte de las desapariciones de salvadoreños se haya debido al asesinato y posterior entierro clandestino que una pandilla realiza, dentro de los límites del territorio dominado por ellos, y como resultado de esta guerra contra la pandilla rival”

Estas son fotografías de desaparecidos que sus madres llegaron a entregar a Ticas, cuando él llego a una fosa clandestina a buscar otros cuerpos, Les prometió a las madres que haría lo posible por encontrar a sus hijos. Tres de ellos tuvieron una santa sepultura y sus madres pudieron descansar del dolor de la ausencia

Ver, oír y callar

Solo Ticas es la única persona capaz de usar la mejor metodología  para encontrar cuerpos. A pesar de la gran cantidad de casos que se están dando y de la dificultad topográfica, como los pozos abandonados, predios baldíos y el temor de la población al escuchar que están excavando cerca de sus casas, siempre habrá alguien que hablará. Y si hay una orden de la FGR, Ticas irá a sacar esos cuerpos.

Al ingeniero Ticas le escriben para avisarle que hay dos cadáveres en cierto lugar. No dan aviso a las autoridades, “Lastimosamente la gente no confía en las instituciones porque nadie quiere perder la vida, estamos encerrados más de 6 millones de personas en un pedacito de tierra, entonces nadie va arriesgar la vida de su familia, por eso se quedan callados”.

Para el especialista, los casos de inhumación son complicados dado que se encuentran diferentes escenarios, como el lugar donde la persona es privada de libertad, el lugar donde lo tienen en cautiverio, el lugar del asesinato y por último el lugar del ocultamiento del ilícito. Que es fosa clandestina, fosa séptica o pozo.

El único criminalista forense de El Salvador dice que necesita por lo menos a 20 peritos distribuidos en las cuatro zonas del país.

Israel comentó sobre la existencia de un proyecto del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que apoyaría a los agentes de la PNC y Fiscalía. Esto fue hace más de ocho años. El BID* apoyaría con un préstamo. La fiscalía daría dos proyectos: apoyo en el área informática; la creación del resguardo de evidencias. La creación de una unidad técnica científica, para apoyo a la fiscalía.

El proyecto se supone que se aprobó, pero lastimosamente no se logró concretar por motivos que Israel desconoce.  

Desde que inició su trabajo en 2004 ha logrado recuperar 700 cuerpos de fosas clandestinas, fosas sépticas, pozos y cuevas.

“Muchas personas se acercan para pedirme ayuda. Me da pena porque tendrían que ir a la fiscalía, pero ahí solo les reciben el documento de la denuncia del desaparecimiento. Las personas ya que no creen en las instituciones del estado.  Considero que a un familiar de un desaparecido no se le debe decir -ya no busque a su hijo-, -resígnese, no se encontrará-. Se le dice -tenga fe que Dios hará el milagro-. Dios hará el milagro y serviré de instrumento para encontrar a sus hijos”.  

“En la gran mayoría de casos solo se van a sacar los cuerpos. Ahí favorecemos a los victimarios porque no conocemos las otras escenas. Eso es lo que se está dando en El Salvador. Existe un círculo vicioso -ellos siguen matando y nosotros seguimos sacando muertos-.

“En la gran mayoría de casos solo se van a sacar los cuerpos. Ahí favorecemos a los victimarios porque no conocemos las otras escenas. Eso es lo que se está dando en El Salvador. Existe un círculo vicioso -ellos siguen matando y nosotros seguimos sacando muertos”

 

Solicitamos entrevista en Medicina Legal pero no recibimos respuesta. 

 

 

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