Economía

El De-Risking y su impacto en el sector bancario

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La Red de Investigadores del   Banco Central (REDIBACEN), llevó a cabo la conferencia “Comprendiendo el De-Risking y su efecto sobre los Sistemas de Pago” donde explicaron la importancia de esta estrategia y en qué consiste.

El De-Risking surgió después de la crisis financiera global, como una estrategia a las presiones que ejercen las regulaciones  sobre el sector bancario. Este método se refiere a la revisión y reducción de la relaciones de corresponsalía que entidades financieras mantienen con sus homólogas en el exterior, principalmente en países que tengan riesgo de Lavado de Activos y Financiamiento de Terrorismo (LA/FT).

Las corresponsalías permitían a los actores locales estar enterados de todas las innovaciones en el mundo de las finanzas. Pero últimamente han tenido cambios, el precio de tenerlas pasó de $20,000 en 2010 a $100,000 en 2015. En cambio, en Costa Rica,  el costo pasó de $25,000 a más de $75,000.

Con este proceso, las instituciones financieras abandonan o reducen significativamente las líneas de negocio con el fin de evitar riesgos de incumplimiento o regulatorios. Esta limitación o eliminación de pagos internacionales y financiamiento internacional, afecta los flujos de pagos, el acceso a financiamiento de comercio y la inversión, así como las transacciones que canalicen a través de sistemas no regulados,  en las cuales existe una alta probabilidad de actividades ilícitas y arbitraje.

Como consecuencia de ello, los agentes de estas economías tienen limitadas las transacciones de recibir y transferir dinero, situación que impacta en la inclusión financiera y el crecimiento sostenible. Con la creación del De-Risking habrá un impacto significativo para los bancos y los usuarios finales y su actividad.

Un factor importante que destaca en América Latina, es que un alto porcentaje del ingreso proviene de remesas enviadas por trabajadores en Estados Unidos a sus familias.            En nuestro país, las remesas representan el equivalente al 16% del Producto Interno Bruto (PIB), por lo que la banca corresponsal y los servicios financieros son fundamentales para dichas operaciones y para el desarrollo de la inclusión financiera.

El tema del De-Risking ha cobrado relevancia a nivel mundial. Se ha incluido en los asuntos prioritarios en el G-20, pues los países que lo integran se han comprometido con la inclusión financiera y el fortalecimiento y solvencia de sus sistemas financieros. Además, la Asamblea de Gobernadores ha indicado a la Dirección del Fondo Monetario Internacional (FMI) que deben  analizarse y exponerse los efectos causados por la política de De-Risking, que afecta al flujo de financiamiento del comercio internacional.

En el Plenario del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) de París, se analizó también esta problemática y se destacó que a efectos de evitar la aplicación de medidas extremas, tales como no aceptar clientes de un sector económico, de un país o de una región, resultaba necesario contar con un marco adecuado de gestión de los riesgos.

La región más afectada por el “de-risking” ha sido el Caribe, y Panamá. Hasta el momento, Centroamérica no ha sido afectada.

Muchos de los bancos comerciales en el país tiene una participación mayoritaria de firmas internacionales: colombianas, guatemaltecas, hondureñas, canadienses, entre otras.

 

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