Economía
Caída de los precios del petróleo por temor a una desaceleración global

Los precios del petróleo continúan su desplome este lunes, alcanzando niveles no vistos desde la pandemia de Covid-19. Este retroceso se debe principalmente al temor de que un freno en el crecimiento económico mundial afecte la demanda de crudo, lo que está generando una presión bajista en los mercados.
A las 4:35 a.m. (hora de El Salvador), el barril de Brent del Mar del Norte, con entrega en junio, perdía un 2.70%, cotizando a 63.81 dólares, después de haber tocado un mínimo de 62.23 dólares, su nivel más bajo desde abril de 2021. Por su parte, el barril de West Texas Intermediate (WTI), referencia estadounidense para entrega en mayo, caía un 2.84%, alcanzando los 60.23 dólares, después de haber tocado los 58.95 dólares, también su precio más bajo desde abril de 2021.
El análisis de DNB atribuye este retroceso a dos factores principales. En primer lugar, el aumento de los aranceles impulsados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que afecta principalmente a países como China (34%) y la Unión Europea (20%), lo que ha reducido las perspectivas de demanda global de petróleo.
Además, el presidente se mantiene firme en su postura de aplicar tarifas adicionales del 10% a productos provenientes de varios países.
En segundo lugar, la aceleración de la producción por parte de la OPEP+ está contribuyendo a la caída de los precios. Este jueves, el cártel anunció que aumentará la producción de petróleo en 411,000 barriles diarios para mayo de 2025, tres veces más de lo inicialmente previsto. Este aumento podría seguir presionando los precios hacia abajo, a medida que la oferta mundial se incrementa.
En este escenario de incertidumbre económica y tensiones comerciales, los expertos de DNB advierten que un escenario de “guerra comercial” podría resultar en una desaceleración de la demanda mundial de petróleo, estimando una caída de 0.1 millones de barriles diarios por cada reducción de 0.1 puntos porcentuales en el Producto Interno Bruto (PIB). Esto podría generar un impacto negativo en los precios a corto y medio plazo.
Este panorama evidencia cómo los cambios en la política comercial y la producción global de petróleo siguen siendo factores cruciales para la estabilidad de los mercados energéticos.