Actualidad

El Salvador es riesgoso para invertir según Fitch Ratings

Publicado

el

El miércoles, la agencia calificadora de riesgo estadounidense Fitch Ratings consideró que ahora El Salvador es más riesgoso para otorgarle créditos y para la inversión por lo cual le bajó la calificación de riesgo crediticia a largo plazo en moneda extranjera y local de El Salvador, pasándola de “B+” a “B”.

Las calificaciones de riesgo crediticio que hacen entidades como Fitch Ratings  sirven de guía para los inversionistas al no tener lo que se conoce como «grado de inversión» (una calificación de BBB o más), los países deben pagar tasas de interés más altas para lograr encontrar compradores.

Mediante un informe girado desde Nueva York, Fitch Ratings expuso que persiste un alto nivel de polarización política y que la falta de entendimientos en la Asamblea Legislativa limitan seriamente las opciones de financiamiento del Ejecutivo:“la perspectiva negativa refleja los riesgos persistentes para satisfacer las necesidades de financiamiento para 2017 en ausencia de un acuerdo político que desbloquee el endeudamiento externo adicional”, apunta Fitch Ratings.

La agencia calificadora señaló que la perspectiva negativa refleja los riesgos persistentes para satisfacer las necesidades de financiamiento para 2017, en ausencia de un acuerdo político que desbloquee el endeudamiento externo adicional. Las negociaciones de política fiscal entre los dos principales políticos se rompieron en enero de 2017 por desacuerdos sobre el presupuesto de 2017 .

“Si en 2017 no se logra un acuerdo fiscal o se encuentran fuentes alternativas de financiamiento, la calificación bajaría aún más, además la falta de financiamiento ha provocado problemas de liquidez “, indicó Fitch y estimó que para 2017 se requerirá de un financiamiento adicional de al menos 1,300 millones de dólares.

5 Principales efectos económicos al otorgarle categoría “B” al crédito del país:

1. Reducción del beneficio en programas sociales. Con una nota crediticia más baja, el Gobierno deberá pagar más tasas de interés por los préstamos que tiene y los que adquiera a futuro a nivel internacional. Esto significa que los recursos que tenía destinados para subsidios a la energía, gas propano, dinero en efectivo para los adultos mayores; así como paquetes escolares y otros programas sociales se desviarían para pagar los intereses de los préstamos.

2. Más impuestos. Al desviar el dinero para el pago de intereses, se quedará limitado en otras áreas y necesitará más recursos, por lo que es muy probable que decida aumentar los impuestos para obtener más ingresos. En el tintero ya hay varias opciones para elevar los ingresos: subir el IVA al 15%, establecer un impuesto predial o aplicar un impuesto al patrimonio.

3. Préstamos bancarios más caros. Los bancos residentes en el país también hacen préstamos en el exterior y la mala categoría nacional también les afecta como empresas privadas. Esto provocará que los bancos aumenten sus tasas de interés para otorgar créditos, lo que limitará a muchas más personas a obtener financiamiento ya sea para comprar su casa, su negocio o su consumo personal.

4. Aumento en el costo de los productos. Las empresas que se financian con bancos locales también verán encarecido su financiamiento, por lo que los economistas aseguran que aquellas que ya no tengan margen para absorber los costos tendrán que aumentar el valor de sus productos, impactando directamente en el bolsillo de los salvadoreños. «Es un desincentivo a la inversión», dijo Carolina Alas de Franco Investigadora del Departamento de Estudios Económicos de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo (Fusades).

5. Menos empleo. Si las empresas no pueden absorber costos o no tienen margen para aumentar el valor de sus productos tendrán que prescindir de sus colaboradores, es decir, que podrían despedir a sus empleados. Otras, al ver las condiciones económicas, no querrán contratar más personal y con ello, se reducirán las oportunidades.

Según los cálculos de Fitch Ratings, la deuda pública salvadoreña cerrará este año muy cercana al 63% del Producto Interno Bruto (PIB), una estimación que concuerda con la del Ministerio de Hacienda. Al cierre de 2017, la carga de la deuda representaría el 62.8% del PIB, mientras Hacienda calcula que equivaldría al 62.9%. El alto déficit fiscal y el bajo crecimiento económico son dos factores que contribuyen al comportamiento ascendente de la deuda, indicó la calificadora.

“El crecimiento del PIB sigue siendo más bajo que otras naciones con calificación de riesgo B”, indicó Fitch. En los últimos cinco años, el crecimiento promedió 2%, frente al 4.1% de sus pares . Prevé un crecimiento por encima de 2% entre 2017 y 2018, pero señaló que será insuficiente ante los desafíos del país.

Click para comentar

Popular

Salir de la versión móvil