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Agencia Fitch Ratings mejora calificación de El Salvador a “B-”
Fitch Ratings anunció este martes una mejora en la calificación crediticia de El Salvador, pasando de “CCC+” a “B-”. La decisión refleja una reducción en las necesidades de financiamiento del gobierno y una mayor flexibilidad financiera, facilitadas por el reciente acuerdo técnico con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El 18 de diciembre, el FMI reveló un acuerdo preliminar con el gobierno del presidente Nayib Bukele para un programa de asistencia financiera por $1,400 millones. Este convenio, sin embargo, está sujeto a la aprobación del Directorio Ejecutivo del FMI y al cumplimiento de ciertas condiciones, incluyendo reformas a la ley bitcoin.
El acuerdo propone que el uso de bitcoin sea voluntario en el sector privado y elimina la posibilidad de pagar impuestos con esta criptomoneda. Además, incluye un ajuste fiscal equivalente al 3.5 % del producto interno bruto (PIB) durante tres años, con un recorte inicial del 1.5 % programado para 2025.
Impacto económico y financiero
Fitch considera que el programa del FMI, junto con la reducción de deuda de corto plazo mediante la banca privada y los procesos de recompra de deuda, contribuirán a una mayor consolidación fiscal. Esto podría mejorar la confianza de los inversionistas y facilitar nuevas emisiones de deuda en el futuro.
A pesar de estos avances, Fitch estima que el déficit fiscal de 2024 cerrará en un 4.7 % del PIB. Este porcentaje incluye obligaciones del sistema de pensiones que el gobierno no incorporó desde mayo de 2023, tras una reforma.
Además, los gastos gubernamentales han aumentado un 14 % debido a alzas salariales, intereses y gastos de capital.
Proyecciones y desafíos futuros
Para 2025, el presupuesto incluye un ajuste del balance general equivalente al 1.9 % del PIB, respaldado por importantes recortes en el gasto, como el congelamiento de salarios en el sector público, y mayores ingresos tributarios.
Según Fitch, el objetivo del gobierno es cubrir todos los gastos corrientes con ingresos fiscales y limitar los préstamos a proyectos de inversión financiados por entidades multilaterales.
Sin embargo, la agencia advierte sobre posibles desafíos en la implementación de los recortes de gasto, así como en el manejo del creciente costo de endeudamiento.
Fitch estima que la deuda pública cerrará en un 87.7 % del PIB en 2024, comparado con el 84.9 % de 2023, pero espera que este porcentaje comience a disminuir en 2026 gracias a los ajustes previstos.